La Navidad es época de grandes platos, de las recetas icónicas de casa casa, pero también es época de grandes vinos. Son muchos meses esperando para juntarnos -como se pueda y se deje- y aún con precauciones serán muchos los motivos para celebrar, aunque el principal es que estemos todos.
En los brindis no faltará el vino, o no debiera, y si aún estás pensando en tintos, blancos, rosados o espumosos con los que dar paso a 2021, mejor hacerlo por la puerta grande.
Razón por la que hoy nos sumergimos en algunas de las mejores bodegas de España, nombres fácilmente reconocibles, para traeros a los 'hermanos mayores' de la casa.
Marcas como Ramón Bilbao, Emilio Moro, Marqués de Murrieta, Protos, Pazo de Señoráns, José Pariente, Mar de Frades y muchos más llegan esta Navidad con sus grandes referencias para que nuestro brindis navideño tenga muchos quilates.
Blancos
Son las mejores parejas de baile para pescados, mariscos y ahumados, pero también se desenvuelven bien con sopas, guisos, risottos o platos de pasta, por lo que en Nochebuena y Navidad nunca está de más tener a mano una buena botella de vino blanco.
Atreverse con un lechazo castellano con un vino de Rueda con barrica o apostar por un albariño para acompañar a un buen centollo o a unas nécoras son valores seguros si recurrimos a algunas de estas marcas.
Belondrade
Acento francés para la verdejo de Valladolid se presentan en esta bodega de La Seca, donde se saca toda la frutalidad y potencial aromático de esta uva castellana, haciéndola larga, elegante y con muchísima fuerza gastronómica.
Con el buque insignia como es el propio Belondrade & Lurton, que representa el potencial de guarda y la expresividad de la verdejo de un vino que es un auténtico regalo y, a su lado, el 'hermano pequeño' con Quinta Apolonia, que mantiene la elegancia, la frescura y ese carácter vibrante y frutal de la uva.
Belondrade y Lurton 2018. DO Rueda
Quinta Apolonia Belondrade 2019. IGP Castilla y León
Emilio Moro
No será la primera vez que veas los vinos de Bodegas Emilio Moro en estas sugerencias, pero sí puede que te sorprenda verlos en el apartado de blancos y es que no solo de Ribera del Duero vive esta empresa familiar.
Hace unos años iniciaron una aventura en El Bierzo, tomando por bandera la uva godello, con la que elaboran tres vinos: La Revelía, el Zarzal y Polvorete, que representan la vivacidad y nervio de esta uva, correcta de acidez, que permite una gran longevidad en botella y con la que puedes acompañar todo tipo de platos de pescado, así como carnes blancas, sean parrillas o estofadas, y que sorprenderán a tus invitados.
El Godello hecho arte: Polvorete 2019, El Zarzal 2018 y La Revelía 2018. DO Bierzo
José Pariente
Los verdejos de José Pariente son uno de los superventas nacionales si hablamos de vinos blancos, presentes en los copeos de bares y restaurantes, que conquista al público en general por su buena relación calidad-precio.
Razón por la que podemos llevar el peldaño de José Pariente un poquito más arriba con propuestas de fermentados en barrica, con vinos envejecidos y también con la oportunidad de disfrutar de la uva viognier asentada en Castilla.
Es el caso de este estuche de tres vinos que incluye un José Pariente fermentado en Barroca de 2018, un Cuvée Especial 2016, caracterizado por su su carácter largo y sedoso, y por un Prieto Pariente viognier 2018, que es fresco e intenso, como corresponden a esta uva.
Estuche verde de tres vinos de Bodegas José Pariente
Para no dejar de acertar y tenerlo siempre fresco en casa, el verdejo 2019 de José Pariente también podrás encontrarlo en Bodeboca o en Lavinia, asegurando la llegada a tu hogar antes de Nochebuena, con un vino funcional y práctico que no debe faltar como fondo de bodega.
José Pariente Verdejo 2019. DO Rueda
Bodegas Menade
Aunque sea joven, Bodegas Menade se ha establecido como un referente dentro de los vinos blancos castellanos, haciendo de la verdejo su principal bastión, pero también enarbolando una viticultura biodinámica y ecológica, que prescinde de químicos en sus vinos.
Es el caso de su verdejo y de su sauvignon blanc, que actúan como gama de entrada, pero también dirigimos nuestra mirada a Nosso, un monovarietal de uva verdejo totalmente ecológico que tiene además el aroma de las levaduras autóctonas de la uva, siendo frutal, fresco y muy largo, gracias a los tres meses de crianza sobre lías. Junto a él, La Misión, la gama más alta de la bodega, que permanece 10 meses entre tinas y barricas de roble, ganando así cuerpo, untuosidad y un final muy largo que lo hace perfecto para acompañar pescados como plato principal.
Menade Verdejo 2019. IGP Castilla y León
Nosso Bodegas Menade 2019. IGP Castilla y León
La Misión Menade 2017. IGP Castilla y León
Mar de Frades
El tranquilo, el veterano y el chispeante, así es nuestra selección a base de Mar de Frades, otro de los tótems en lo que vinos de las Rías Baixas se refiere, cuya etiqueta y botella nunca pasa desapercibida y que en tu Navidad puede estar presente desde el entrante al principal y hasta llegar al brindis a base de burbujas.
Su gama de entrada la presentamos con un fresco y aromático Mar de Frades, que tiene un 'hermano mayor' como Finca Valiñas, utilizando las uvas albariño de una de las mejores parcelas de la bodega, para elaborar un blanco con crianza en barrica sobre sus propias lías, que alarga y hace más untuoso el vino pero sin renunciar a su floralidad y carácter salino. El final, con el espumoso, que demuestra la versatilidad de la uva albariño incluso para hacer vinos con burbuja con un brut nature delicado, armónico y muy fino, que sorprenderá a los amantes de los cavas y champagnes.
Mar de Frades 2019. DO Rías Baixas
Mar de Frades Finca Valiñas 2015. Do Rías Baixas
Mar de Frades Espumoso Brut Nature. DO Rías Baixas
Pazo de Señoráns
Mimado de forma ecuánime por la crítica nacional e internacional y con varios galardones a sus espaldas, la bodega Pazo de Señoráns es otro de esos ejemplos de infalibilidad si hablamos de buscar un buen albariño. Minerales, salinos, largos, herbáceos y siempre equilibrados, su propuesta enológica marida con pescados, carnes, entrantes, mariscos e incluso cocinas especiadas e internacionales.
En este caso vamos a montar nuestra propia escala con tres referencias: Pazo de Señoráns Colección 2016,un blanco de guarda delicado, sutil y amable al bolsillo, que tiene el beneplácito de la Robert Parker con 91 puntos. Por encima, otro de los beatificados por la crítica, como es Pazo de Señoráns Selección de Añada 2011 (mejor vino blanco de España según la International Wine Challenge). Intenso, mineral brillante, graso y muy largo, que podrás acompañar con un arroz de hongos o con pescados azules. El broche lo ponemos con Tras los Muros 2018, la última creación de la casa, que lo puedes disfrutar ya con un pescado blanco, con asados de aves como pulardas y capones, o para maridar arroces marineros como este de nécoras que te proponemos.
Pazo de Señoráns Colección 2016. DO Rías Baixas
Pazo de Señoráns Selección de Añada 2011. DO Rías Baixas
Tras los Muros 2017. Bodega Pazo de Señoráns. DO Rías Baixas
Familia Torres
Son muchas las denominaciones de origen en las que esta saga de bodegueros catalanes oficia, trabajando con igual éxito vinos tintos, blancos, rosados y, como no, espumosos. Sin embargo, para descubrir sus blancos nos vamos a acercar a algunas de las zonas de Cataluña con más raigambre en este tipo de vinos.
Es el caso de Milmanda 2017, un chardonnay de Conca del Barberá avalado por la crítica, largo, cremoso, elegante y muy concentrado, que va bien a pescados al horno o con salsas untuosas, pero también con mariscos de nivel y con caviar. También chardonnay pero más juvenil, aunque también con barrica, encontramos Sons de Prades, que se revela floral y herbáceo, ideal para pescados azules, para risottos o para acompañar recetas en crudo. El broche lo ponemos con una jugosa y frutal sauvignon blanc del Penèdes con Fransola, perfecta paraje a de baile de crustáceos, mariscos y aves asadas.
Milmanda 2017, Familia Torres. DO Conca de Barberá
Sons de Prades, 2018. Familia Torres. DO Conca de Barberá
Fransola 2018. Familia Torres. DO Penedès
Terras Gauda
Otro súperventas, en este caso haciendo honor a la DO Rías Baixas, llega con Terras Gauda, una bodega que ha hecho de la uva albariño su razón de ser, que se carga en sus viñedos de la mineralidad y salinidad del Atlántico y que va de maravilla a pescados y mariscos, tanto a la plancha como cocidos, y que es otro valor seguro para tus cenas.
En este caso subimos el listón yendo a Terras Gauda Etiqueta Negra 2018, un vino que mezcla uva albariño (predominante) con caiño blanco y loureiro. Se consigue así un blanco sutil, perfilado por la madera, pero muy floral y aromático, que le irá de maravilla a un pescado al horno como el besugo, la lubina o para acompañar a una sopa de pescado.
Terras Gauda Eitqueta Negra 2018. DO Rías Baixas
Terras Gauda 2019. DO Rías Baixas
Martín Códax
Otro de los referentes en cuanto a buenas prestaciones desde Rías Baixas llega con Bodegas Martín Códax, del que conocemos sobradamente su albariño de entrada, pero que también puede sorprender con otros vinos de la bodega, a los que da cierta crianza como a Martín Códax Lías o a Organistrum, un blanco con añejamiento en barrica, que es otro de los best sellers de la marca.
No se queda atrás Gallaecia, un blanco de vendimia tardía goloso, por esas uvas sobremaduradas, pero que es untuoso, largo y muy floral, al que podrás utilizar tanto como vino de aperitivo con patés, quesos azules y embutidos como para acompañar principales como pescados en salsa, como un lenguado meunière.
Organistrum Martín Códax 2018. DO Rías Baixas
Martín Códax Lías 2017. DO Rías Baixas
Martín Códax Gallaecia 2017. DO Rías Baixas
DOCa Rioja
Que la fama internacional de Rioja la ostenten los vinos tintos no significa en ningún caso que los blancos desmerezcan a la más internacional de las denominaciones de origen españolas. Aunque no tan extenso como el viñedo para variedades tintas, La Rioja también presume de blancos.
Predicador Blanco 2018, Bodegas Contador. DOCa Rioja
En este caso la uva reina es la viura, golosa, aromática y equilibrada, que guarda magníficos perfiles entre acidez y frescor, manteniéndose su progresión en barrica y en botella durante mucho tiempo. Forma así una de las joyas de la corona blanca de muchas grandes bodegas, de las que hoy seleccionamos unos cuantos blancos para quitarse el sombrero.
Cosme Palacio 1984 Blanco 2015, Bodegas Palacio. DOCa Rioja
Es el caso de estos tres tenores riojanos, algunos de ellos con partes de uva malvasía y garnacha blanca. Intensos, amielados, largos y untuosos, capaces de maridar bien con pescados pero también con brasas o dejando protagonismo a unas verduras a la parrilla, que pueden ser perfecta compañía
Remírez de Ganuza Blanco 2018, Bodegas Remírez de Ganuza. DOCa Rioja
Rosados
Nuestra apuesta por los rosados demuestra que también se pueden hacer grandes vinos, donde la fruta y el aroma son importantes, pero que también saben maridarse con la alta gastronomía, probando que la nueva ola de los vinos rosados no es solo para beber fresco, sino vinos gastronómicos con mucho potencial.
Saltamos de Rioja a Lanzarote, pasando por Navarra, Ribera del Duero, Murcia o el Priorat para probar la versatilidad de los vinos rosados cuando nos adentramos en nuestra geografía y para despejar prejuicios sobre vinos con mucho futuro por delante. Es cierto que no solemos encontrar bodegas que solo trabajen el rosado, así que vamos a seleccionar a algunos elegidos para esta noble causa.
Viña Tondonia Gran Reserva Rosado 2020
La rara avis del mundo del rosado patrio llega con este Gran Reserva, sí, un rosado gran reserva, que López de Heredia, eterno referente riojano, elabora en años muy seleccionados con garnacha, tempranillo y viura.
De él se estima que no habrá añadas entre 2013 y 2017 porque las condiciones climatológicas no lo han permitido, así que 2010 es la última (hasta el momento) opción de disfrutar de un vino que emana olores a rosa, con un bouquet aterciopelado y casi oriental con canelas y especias, al que acompañar de platos ligeramente especiados o con cocinas asiáticas.
Viña Tondonia Gran Reserva Rosado 2010. DOCa Rioja
Ramón Bilbao Lalomba 2019
Las virtudes de la uva tempranillo se sintetizan en este rosado de colores claros con el que Ramón Bilbao demuestra su buen hacer más allá de los tintos con un vino de parcela, armónico, fresco y muy frutal, que no renuncia a la floralidad típica de los rosados.
Ideal como aperitivo pero también como vino gastronómico, siendo buena compañía de sushi, recetas de pescados semigrasos, aunque también con pescado blanco y funcionando bien con mariscos o con preparaciones en crudo como tartares o tatakis.
Ramón Bilbao Lalomba 2019. DOCa Rioja
Izadi Larrosa Rosé 2019
Una de las tentaciones de Bodegas Izadi, que llega con este rosado asequible, jovial, ligero y muy sutil. En boca recuerda a fruta blanca fresca y su juventud no le exime de tener un largo posgusto.
Color rosa pàlo, buena acidez y muy agradable en nariz, este Larrosa es un buen vino para empezar una comida con los aperitivos y entremeses habituales, donde mariscos cocidos, ahumados o quesos no muy poderosos le pueden ir bien para abrir boca.
Izadi Larrosa Rosé 2019. DOCa Rioja
Otazu Rosado 2019
Seguimos en el norte pero esta vez nos desplazamos a bodegas Otazu, una joya arquitectónica y museística en Etxauri, que elaboran con uva merlot este colorido, fresco y muy frutal rosado, fiel al estilo de los rosados de la región.
Su color ya nos indica que el contenido y aromas de frutas rojas como frambuesas y fresas va a ser importante, presentándose intenso en boca pero muy redondo, al que podríamos acompañar en la mesa con ensaladas -no solo verdes-, además de arroces (pensemos en un risotto de setas de temporada), en pastas o dando protagonismo a una brasa o a una parrilla con vegetales.
Otazu Rosado 2019. DO Navarra
Scala Dei Pla dels Àngels 2019
En Priorat no solo se elaboran algunos de los mejores vinos tintos del país, sino que también se aprovechan uvas tan jugosas como la garnacha para demostrar su versatilidad en vinos más ligeros, como demuestra Cellers Scala Dei.
Es el caso de este Pla dels Àngels, donde la garanchase convierte en una golosina delicada donde la sutileza de la fruta roja coexiste con la frescura de los cítricos y el deje goloso de los anisados. Un vino totalmente gastronómico que es capaz de armonizar carnes blancas, aves asadas, ahumados, pescados y platos tan típicos o una sopa de galets con pilota.
Pla dels Àngels 2019, Cellers Scala Dei. DOQ Priorat
Habla Rita 2019
Nos vamos a la Provenza pero no dejamos de lado España para comprobar el vino que se hace en tierras francesas para las bodegas extremeñas Habla. En él se recurre a la fidelidad de la grenache y de la syrah francesas, que se conjugan para ofrecer un vino goloso, elegante y muy versátil cuando hablamos de acompañarlo en la mesa.
Fresco y floral, con aromas de violeta y rosa, que luego se multiplican en sabores a fresa y frambuesa y al que le sienta bien servirse junto a aperitivos como quesos con cierta curación, pero también en primeros como pastas (o en ensalada de pasta) y llevándolo al segundo plato para acompañar, por ejemplo, a una lubina al horno.
Habla Rita 2019. AOP Côtes de Provence
El Grifo Rosado de Lágrima 2019
Nos vamos a Canarias para descubrir la uva listán negro en Lanzarote, donde Bodegas El Grifo lleva elaborando vino más de 200 años y que ahora reivindicamos con este vino, catalogado como Rosado de Lágrima, que descubrirá un nuevo horizonte enológico al que no esté familiarizado con los vinos canarios.
Muy poco color para un vino que se extrae del mosto yema, primeras gotas de la presión de la uva, que ofrecen un vino con mucha frambuesa y muchos tonos florales al que podemos acompañar con un arroz de marisco no demasiado potente, pero también de pastas como una frutti di mare y aperitivos,.
El Grifo Rosado de Lágrima 2019. DO Lanzarote
Ojo de Gallo 2019
Regresamos a la península para acercarnos a Ribera del Duero, donde Finca Torremilanos, famosa por sus tintos, que sorprende en esta ocasión con un rosado muy intenso a base de uva tempranillo (aunque en el coupage hay otras variedades como albillo, bobal o garnacha) al que han bautizado como ojo de gallo, por el parecido cromático que tiene con el animal.
Recogiendo la esencia del clarete castellano, Ojo de Gallo tiene un paso glicerico, muy frutal y muy carnoso, demostrando que los rosados también pueden tener cuerpo. Todo ello siguiendo los patrones de la viticultura ecológica y biodinámica de la marca, que sirve para acompañar en mesa a este vino con ensaladas, platos de verdura (menestras o parrilladas), pero también pescados, mariscos cocidos (y a la plancha) y carnes blancas.
Ojo de Gallo 2019 Finca Torremilanos. DO Ribera del Duero.
Tintos
Suelen llevar la voz cantante en las mesas cuando llegan los principales, se acomodan bien con los platos más rotundos de nuestra cocina, ya sean caza, asados o estofados potentes.
También son los vinos más carnosos y, en la mayoría de casos, los que más tiempo pasan en barrica, donde se busca respetar el sabor de la uva pero también jugar con las notas terciarias que ofrece la madera.
Nuestra selección de tintos nos lleva hoy a algunos de los grandes nombres del vino español, presentes en muchas denominaciones de origen distintas, y cuyos nombres ya son sinónimo de calidad.
Remírez de Ganuza
No tiene cien años a sus espaldas (solo algo más de 30) pero Remírez de Ganuza es uno de los referentes indispensables para entender el vino moderno de Rioja desde Samaniego, en la Rioja Alavesa, donde el terruño y una justa intervención en bodega se encargan de hacer algunos de los mejores vinos de España.
No lo decimos solo nosotros, también lo dice The Drinks Business, una publicación especializada que le ha dado a Rémirez de Ganuza Reserva 2012 el premio a Mejor Rioja de 2020, que se convierte en un vino para beber ya (o para darle unos añitos de botella), y que representa lo mejor de la tempranillo. Junto a él, Trasnocho 2013, otro de los emblemas de la casa, cuyo particular sistema de extracción -con un curioso sistema de una gran bolsa de PVC que prensa ligeramente la uva-permite una máxima frutalidad, que se respeta en la madera. A su vera Fincas de Ganuza 2014, elaborado con uva 'joven' de entre 25 y 40 años, que ofrecen un vino con una crianza elegante y jugoso. En cualquiera de los casos, estos tres elegidos pueden adaptarse a platos de carnes asadas (rojas y blancas), pero también a guisos, estofados o platos de caza mayor.
Fincas de Ganuza 2014. DOCa Rioja
Remírez de Ganuza Reserva 2012. DOCa Rioja
Trasnocho 2013. DOCa Rioja
López de Heredia
Cambiamos de tercio y nos vamos a la Rioja clásica, donde López de Heredia lleva elaborando vinos de manera familiar y tradicional desde hace casi 150 años, siendo uno de los referentes en pleno Haro, epicentro de Rioja Alta.
Vinos de sosiego, sin mácula, con larguísimos potenciales de guarda que no renuncian a conservar parte de la frescura y viveza tradicional de la uva tempranillo, a la que complementan con uvas como mazuelo y graciano, y que sirve para elaborar algunos reservas icónicos (y accesibles) tan populares como Viña Tondonia (posiblemente el más famoso de la firma), pero también el sorprendente Viña Bosconia o el asequible crianza Viña Cubillo. Los tres forman una terna de reservas bien estructurados, que reflejan la tensión de la uva y que no renuncian a esa punta de frescura.
Viña Cubillo Crianza 2012. DOCa Rioja
Viña Bosconia Reserva 2008. DOCa Rioja
Viña Tondonia Reserva 2008. DOCa Rioja
Finca Villacreces
Nos desplazamos a Ribera del Duero para descubrir el proyecto de los hermanos Lalo y Gonzalo Antón en esta zona, tras sus exitosos pasos por Rioja con Izadi y con Vetus en Toro, apostando en este caso por un terruño con apenas 110 hectáreas de viñedo, convirtiéndolo en ejemplo de viticultura integrada y de producciones de uva muy escasas, propiciado por la longevidad de las cepas.
Con la tempranillo por bandera, la bodega elabora varios vinos que son ya garantía de éxito, como el homónimo Finca Villacreces 2016, un tinto muy mineral y balsámico, con volumen, con volumen, que sirve como entrada para esta bodega. A su lado, un recién llegado del que se descubre en 2020 la primera añada como es Specimen Nº1, que ensambla tempranillo y cabernet sauvignon de tres cosechas (2013, 2014 y 2015) y que en boca es tostado, con notas de café y de fruta madura (y que se va a convertir en un vino de coleccionista). Para acabar, la joya de la corona, Nebro 2015, un vino con apenas 1.100 botellas en el mercado, que representa la quinta esencia de la tempranillo de Ribera: potente, equilibrado, largo y con una crianza corta que no le impide que tenga un gran potencial de guarda.
Finca Villacreces 2016. DO Ribera del Duero
Specimen Nº1. DO Ribera del Duero
Nebro 2015. DO Ribera del Duero
Emilio Moro
Es otro de los emblemas de Ribera del Duero y al que anteriormente te hemos mencionado en el mundo godello, aunque su fama enológica viene por el uso de la tempranillo (tinta fina) en Pesquera de Duero, uno de los epicentros de la zona, dentro de la 'milla de oro' de la región.
Aunque es una bodega joven (33 años este 2020), sus orígenes enológicos se remontan a varias generaciones de viticultores, motivo también por el que su devoción por el terruño se convierte en la razón de ser de sus vinos. Es el caso de sus Malleolus, que pertenecen a parcelas muy seleccionadas y con bastante antigüedad, aunque dos tienen nombre propio: Malleolus de Sanchomartín y Malleolus de Valderramiro, que proceden de viñedos de más de 50 años y que representan la esencia de la familia. Vinos con cuerpo, elegantes, voluptuosos y largos que pueden ser buenos compañeros de baile de lechazos y cochinillos.
Malleolus 2018. DO Ribera del Duero
Malleolus de Valderramiro 2018. DO Ribera del Duero
Malleolus de Sanchomartín 2016. DO Ribera del Duero
Familia Fernández Rivera
Son varios los reclamos con los que esta familia atrae a los amantes del buen vino, presentando diversas bodegas que tienen en común una concepción del la viticultura que esté enfocada a maximizar la calidad de la uva, potenciándola con el paso por madera.
Es el caso de uno de sus emblemas Condado de Haza Reserva, del que reivindicamos la añada de 2016, caracterizada por una gran jugosidad de frutos negros maduros y mucho equilibrio con la madera. En la misma familia pero en otro terruño encontramos Tinto Pesquera, otro clásico contemporáneo de la casa, que sabe hacer fluir lo mejor de la tempranillo de Ribera del Duero con una dosis justa de madera. Para acabar, ponemos rumbo a Zamora, donde espera Dehesa 14, un tesoro que da fe del buen aguante en botella de la tempranillo, que ha dormido en la bodega nada menos que 14 años para llegar ahora perfecta al consumidor.
Pesquera Crianza 2018. DO Ribera del Duero
Condado de Haza Reserva 2016. DO Ribera del Duero
Dehesa 14 Reserva 2004. IGP Castilla y León
Bodegas Roda y Bodegas La Horra
Su diseño, la forma de entender la enología y el vino no fallan, ni engañan, por eso estas dos bodegas las presentamos juntas, ya que forman parte de un mismo ser: Roda en La Rioja Alta, y La Horra en la zona burgalesa de Ribera del Duero.
Nombres como el propio Roda, Cirsión, Sela o Corimbo forman la columna vertebral de este proyecto relativamente joven (algo más de tres décadas en el caso riojano, poco más de una en Burgos) donde la tempranillo expresa sus diferencias en cada parcela, coqueteando en el ejemplo riojano con otras variedades como la graciano y la mazuelo. De ellos, inapelables, destacamos Sela, Roda I y Cirsión, que representan la versatilidad de los vinos de Haro y su buena capacidad de envejecimiento y maduración, representando siempre la frescura de la uva y un paso por madera tenue, suficiente para realzar la frutalidad.
Sela 2017. DOCa Rioja
Roda Reserva 2016. DOCa Rioja
Roda I Reserva 2015. DOCa Rioja
En el caso ribereño encontramos otro par de tesoros, como son Corimbo y Corimbo I, multipremiadas por la crítica puntas de lanza de Bodegas La Horra, que simbolizan el carácter jovial de los nuevos vinos de Ribera, sin renunciar nunca a su estructura y longevidad, haciéndolos vinos para disfrutar ahora o en el futuro y perfectos para regalo.
Corimbo 2015. DO Ribera del Duero
Corimbo I 2014. DO Ribera del Duero
Bodegas Palacio
Desde 1894, la familia Palacios lleva escribiendo páginas de historia con sus vinos desde la Rioja Alavesa. De sus barricas y de sus uvas salen algunos de los vinos más populares de nuestro país, como Glorioso o uno de los emblemas de la casa: Cosme Palacio.
De ellos, de ensamblar la madera en su justa medida, de respetar el terruño y de darle a la uva el protagonismo que se merece se podría hablar largo y tendido pero lo mejor es descubrir sus vinos en copa, como este Glorioso Gran Reserva de 2013, al que aún le queda recorrido en botella, pero también a la relevancia que el viñedo viejo aquí tiene, como es el caso de en este Cosme Palacio Reserva 2014, que entre madera y botella duerme nada menos que 37 meses en la propia bodega. Un lujo con un 'hermano mayor': Cosme Palacio 1894, que representa la fidelidad a la uva tempranillo con los mejores viñedos y con un paso por barrica largo pero sutil, que permite estructura a un vino que a pesar de su edad se mantiene fresco, jugoso y muy equilibrado.
Glorioso Gran Reserva 2013. Bodegas Grupo Palacio. DOCa RIoja
Cosme Palacio Reserva 2014 Viñedos Viejos. DOCa Rioja.
Cosme Palacio 1894 2015. DOCa Rioja
Marqués de Murrieta
Otro de los nombres propios de la viticultura riojana clásica es el de Marqués de Murrieta, que desde Rioja Alta lleva elaborando vinos más de un siglo, ostentando también importantísimos logros como el de haber hecho el primer vino blanco español con 100 puntos Parker con Castillo de Ygay.
Pero sus tintos no van a la zaga, aunque no nos iremos esta vez a los monarcas de la familia, sino a vinos más cercanos y accesibles, que representan lo mejor de la uva tempranillo y el mimo que el tiempo y la bodega brindan. Es el caso de Marqués de Murrieta Reserva 2016, que a pesar del tiempo, se mantiene fresco, fluido y muy frutal. Por encima de él encontramos al Gran Reserva Edición Limitada 2012, también bendecido de forma unánime por la crítica, y que mantiene todo el aroma y frescor de la uva, ligeramente atenuado por un buen paso en madera. El cierre lo ponemos con Dalmau, un reserva goloso cuya añada de 2016 salió a la luz ea finales de 2019 y que tiene un potencial de guarda interesante. Aunque l,o difícil es no querer abrirlo ya.
Marqués de Murrieta Reserva 2016. DOCa Rioja
Marqués de Murrieta Gran Reserva Edición Limitada 2012. DOCa Rioja
Dalmau 2016. DOCa Rioja
Matsu
Desde Toro llega la propuesta de Grupo Vintae, que ha vivificado la estética de los vinos de esta región castellana, pero manteniendo la fidelidad de una poca intervención en bodega de la uva, procedente de viñedos viejos.
Así ha creado esta trilogía fácilmente reconocible, que despliega lo mejor de la tinta de toro (nombre que recibe la tempranillo aquí, aunque amoldada al terreno), donde la jugosidad y frutalidad de la propia uva se respeta en el paso por barrica, ofreciendo vinos largos, untuosos, bien estructurados pero sin ser tan corpulentos como solían ser antaño los vinos de Toro. Así se descubre una gama sencilla, que va desde El Pícaro a El Viejo, pasando por El Recio. Las edades del hombre convertidas en vino.
El Pícaro 2019. Bodegas Matsu. DO Toro.
El Recio 2018, Bodegas Matsu. DO Toro
El Viejo 2018, Bodegas Matsu. DO Toro.
Espumosos
Nos dirigimos al brindis final, ese donde cava y champagne copan nuestras copas, valga el juego de palabras, y donde apostamos por burbujas finas, cargadas de sabor y aromas, para sorprender. Sin embargo, nuestra selección, además de tocar grandes casas, también reivindica el espumoso más allá de los últimos compases de la cena, pudiendo utilizarse como aperitivo o en maridajes.
Todo un repaso al mundo del espumoso patrio y foráneo con el que comprobar y comprender lo que se esconde entre estas uvas vibrantes y que, como consejo final, os recomendamos tomar en copas de tulipán y aparcar las clásicas copas de flauta.
Agustí Torelló Kripta Gran Reserva 2011
Este brut nature ya centra todas las miradas por su aspecto, siguiendo un patrón de ánfora romana, pero su sabor está a la altura de lo que el envase predica. Fementa y cría en botella durante 8 años, sobre sus lías, lo que alarga el vino, lo hace delicado, untuoso y donde se respeta la mineralidad de la uva.
Un tesoro que recurre al coupage típico del cava catalán con parellada, macabeo y xarel.lo, mostrándose infalible si lo acompañamos de ahumados, caviar, foies, pescados en salsa e incluso quesos curados.
Agustí Torelló Kripta Bruta Nature Gran Reserva 2011. DO Cava
Alta Alella Mirgin Opus 2015
Viticultura ecológica y máximo respeto por las uvas autóctonas que recogen en esta coqueta finca de Alella (Barcelona), la bodega familiar Alta Alella elabora vinos naturales y también unos curiosos espumosos, que reivindican uvas como la pansa blanca o la chardonnay en este caso.
Todas las uvas proceden del paraje Vallcirera, cuyo trato ecológico permite un buen envejecimiento del mosto flor, que se fermenta por separado en ambas variedades, y luego se realiza un coupage donde ya se deja criar bajo el método champenoise durante 3 años. El resultado es un cava vibrante, limpio, fino y de burbuja delicada, que mantiene la viveza de la uva y todo el aroma floral que estas aportan, que va de maravilla con mariscos, pescado, ahumados pero también jamón ibérico o quesos curados.
Alta Alella Mirgin Opus 2015. DO Cava
Juvé & Camps Milesimé Brut Reserva 2016
El cava también entiende de añadas, por eso, debemos fijarnos cuando un espumoso aparezca con la etiqueta Millesimé, señal de que el vino se elaboró con uvas de una añada especialmente buena. Es el caso de este Juvé & Camps, que reivindica 2016 como un magnífico año para el cava.
En este caso nos vamos a un monovarietal de chardonnay que envejece durante 24 meses. ofreciendo notas complejas y elegantes, cercanas al melocotón y al melón, jugosas y melosas, que se alargan en el aroma floral y en los toques minerales, siendo un cava excepcional para acompañar arroces, pescados, pero también guisos, carnes blancas e incluso alargarlo a los postres.
Juvé & Camps Reserva Milesimé 2016. DO Cava
Mestres Clos Nostre Senyor Gran Reserva Brut Nature 2010
Existen testimonios del siglo XIV en los que se acredita que la familia Mestres ya tenía viñas y elaboraba vinos en 1312. 28 generaciones de viticultores que ahora ofrecen este Clos Nostre Senyor, un cava de un pequeño paraje con cepas de 1955 y que contiene la tradicional trilogía de uva blanca de la zona: parellada, macabeo y xarel-lo.
El resultado es un cava con una relación calidad precio increíble (valorado con 94 puntos Parker) del que apenas hay 4.900 botellas y que reposa en la bodega durante 84 meses, haciendo de él un cava gastronómico, larguísimo, potente y equilibrado, que aúna la frescura de la uva con los toques de fina repostería que permanecen en sus levaduras naturales. Un tesoro con mucho potencial de guarda que sorprenderá hasta a los más expertos en espumoso.
Mestres Clos Nostre Senyor Gran Reserva Brut Nature 2010. DO Cava
Bollinger Special Cuvée
Nos vamos a Champagne, para descubrir algunas de las maison más ilustres de este noble arte, y una de ellas es Bollinger, con la que proponemos empezar el recorrido a través de este special cuvée, que en este caso significa la mezcla de vinos de distintas añadas, a través de las cuales se obtienen los distintos matices del vino.
Elaborado con una mezcla de pinot noir, chardonnay y meunier, este champagne reposa en bodega durante tres años, lo que aumenta su poder aromático y que aún así le permite ser vibrante, fresco y muy largo en boca, por lo que hablamos de un champán que bien podría ser gastronómico, funcionando bien con entremeses variados y con platos de pescado, tanto azules como blancos.
Bollinger Special Cuvée. DO Champagne
Ruinart Blanc de Blancs
Posiblemente nos vayamos al vino más conocido de esta maison, fundada hace casi 300 años, y que presume de ser una de las más antiguas de todo Champagne. En él encontramos la máxima expresividad de la chardonnay, que es la única integrante de este gran espumoso.
Lrgo, brillante, de tonos dorados pálidos y con un regusto cítrico realmente sabroso, este blanc de blancs es un homenaje a la viticultura tradicional y una manera perfecta de acompañar pescados azules con toques de aceites de oliva, que se magnifican en los aromas mediterráneos con este tipo de vinos.
Ruinart Blanc de Blancs. DO Champagne
Moët & Chandon Grand Vintage 2012
Nos salimos del lineal pero yendo a una bodega de referencia como es Moët & Chandon, que sorprendió en 2021 con este Grand Vintage donde reunió vinos de cinco añadas distintas, que también presenta un coupage variopinto y equilibrado de chardonnay, pinot noir y meunier.
El resultado se dejó madurar durante cinco años en bodega, lo que ha ofrecido al vino un delicado balance entre flores blancas que evolucionan a notas de pastelería fina, redondeadas por un toque frutal y goloso de melocotón y pera, que hacen del champagne un resultado muy crujiente en boca, gustoso y largo, de los que uno siempre quiere tener cerca para brindar.
Moët & Chandon Grand Vintage 2012. DO Champagne
Veuve Cliquot Yellow Label
Sencillo, infalible y cercano. La gama de entrada para esta maison la forma este Yellow Label, que recurre, en función de la añada, a diferentes cantidades de las tres uvas principales de Champagne: chardonnay, pinot noir y meunier.
En él encontraremos un champagne sin fallo, con mucha estructura, redondez en boca y su característica acidez, bien compensada por la frutalidad que desprende en cada sorbo. Uno de esos champagnes con los que ir al fin del mundo y saber que no te dejará en la estacada y al que puedes descorchar en los aperitivos para acompañar al marisco, mantenerlo en la mesa con una carne asada y dejarle en unas gotas para brindar y para acompañar postres.
Veuve Cliquot Yellow Label. DO Champagne
Imágenes | iStock
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