Los secretos de la deshidratación de alimentos

Una de las formas más interesante para conservar alimentos es la técnica de la deshidratación. Al eliminar la humedad de frutas, verduras, setas y otros alimentos, estos se conservan durante meses, en perfecto estado para ser consumidos, tanto secos como, en su caso, tras rehidratarlos. Hoy os contaremos los secretos de la deshidratación de alimentos y os recomendaremos algunos productos para que podáis hacerlo vosotros mismos en casa.

Seguro que habitualmente utilizáis productos deshidratados. Copos de puré de patata, especias y hierbas aromáticas en seco, verduras cortadas en trocitos que son la base para su uso en sopas, setas y hongos que tomamos fuera de temporada, etc.

Los secretos de la deshidratación

Tres son los aspectos que determinan el éxito de la deshidratación. Por un lado el producto, que debe estar cortado en porciones que faciliten que se seque antes de comenzar a cocinarse, a estropearse, a llenarse de moho o a pudrirse. Por eso es recomendable cortar o laminar una manzana en rodajas o una naranja en gajos y no proceder a deshidratarla entera. Para algunos alimentos, es recomendable utilizar una mandolina que nos de cortes limpios y deje los productos en porciones de igual tamaño.

El segundo aspecto importante es el de la temperatura. Se trata de conseguir un ambiente seco y cálido que haga que los alimentos se deshidraten perdiendo el agua que contienen por evaporación. El objetivo es una temperatura que haga este efecto pero sin cocinar los alimentos. Las temperaturas idóneas están en torno a los 40 a 50 grados Celsius.

El tercer elemento esencial para el éxito de la deshidratación de alimentos es el tiempo, ya que el proceso dura unas horas o incluso unos días dependiendo del tipo de alimento, su contenido en agua y su tamaño, como ya os habréis imaginado.

La importancia de rehidratar correctamente algunos alimentos

Para utilizar alimentos deshidratados, hay varias opciones. Desde utilizarlos directamente sin necesidad de hidratarlos de nuevo, cuando vayamos a utilizarlos en nuestros guisos, -así podemos hacer con hierbas aromáticas, verduras deshidratadas- o preparaciones con cocciones largas, durante las cuales, se rehidratarán sin necesitar que los rehidratemos antes de usarlos.

Tendremos que rehidratarlos cuando vamos a consumirlos en ensaladas, cocciones cortas, y otras preparaciones similares. En ese caso, es importante dejar en remojo los alimentos secos o deshidratados para que tomen el agua que perdieron antes de su consumo.

Cómo deshidratar alimentos en casa

Hay varias formas de deshidratar alimentos en casa. El método más sencillo, barato y accesible para todos, es utilizar el poder del sol. Colocando los alimentos en una bandeja y dejando que el sol trabaje sobre ellos, podemos secar o deshidratar productos como los tomates que tenéis sobre este párrafo.

También podemos acelerar el proceso, utilizando el horno. Poniendo los productos en una bandeja o en una rejilla, y dejando que el horno trabaje a una temperatura entre 40 y 60º, los alimentos se secarán sin cocinarse, obteniendo resultados similares.

Para obtener resultados más profesionales, lo mejor es adquirir un deshidratador. Es un aparato eléctrico que no ocupa demasiado y que consta de varias bandejas, lo que nos permite deshidratar y conservar distintos tipos de alimentos a la vez, o secar más cantidad de producto al mismo tiempo. El de la imagen, es un deshidratador que he encontrado en oferta en Amazon, por 35.21 euros.

Hay muchas posibilidades. Me ha gustado mucho este otro aparato, un deshidratador ideal para frutas, que tiene regulador de temperatura y cuyo precio no llega a 53 euros. También es muy interesante el deshidratador de Biochef, que además de sus bandejas con un secado uniforme, permite también ser utilizado para hacer fermentar lácteos y levar masas de pan.

Muy interesante es este otro deshidratador, con un temporizador que regula la temperatura y que además podemos utilizar como yogurtera con un precio de 54 euros. Para sacarles todo su partido, os recomiendo un libro que os enseñará todo para deshidratar de alimentos, llamado El arte de deshidratar y que solo cuesta 16.10 euros.

Una vez deshidratados los productos que hayas secado, ya sea en el horno, al sol o con uno de estos deshidratadores caseros, es importante que conservéis bien el alimento, protegiendolo de la humedad y de los cambios de temperatura. Algunos alimentos como los tomates secos se conservan bien dejándolos en aceite y otros es preferible guardarlos en frascos. Para aprender a hacer buenas conservas caseras os vendrá muy bien este libro con buenos consejos para acertar.

Para los que necesitéis frascos, he encontrado estos mini tarros de cristal ideales para guardar las especias que solamente cuestan 18 euros la docena, y estos otros tarros de mayor tamaño para guardar otras conservas como hierbas aromáticas, setas deshidratadas y otros alimentos cuyo precio unitario es de 3,60 euros.

Ahora que conocéis los secretos de la deshidratación de alimentos, ya solo falta ponerse manos a la obra y dedicar una tarde a preparar los distintos productos y cortarlos en porciones adecuadas, y dejar que se deshidraten poco a poco. Seguro que cuando los consumáis durante el resto del año os alegraréis de haber tomado la decisión de iniciarse en la deshidratación.

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Imágenes | Amazon y Pixabay.com

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