Con la llegada del buen tiempo, las largas jornadas de sol y las temperaturas más cálidas, se despierta el gusanillo de la jardinería. Los huertos urbanos fueron tendencia hace unos años, pero siempre es buen momento de recuperar la idea de cultivar nuestras propias hierbas aromáticas para usarlas en la cocina.
Tengamos o no experiencia en el cuidado de plantas, invertir en algunas variedades frescas siempre tiene su recompensa. Pero para sacarles el máximo partido hay que tener en cuenta algunas pautas básicas, no solo en cuanto a su cultivo, también a la hora de conservarlas y cómo usarlas en la cocina. Hoy repasamos algunos consejos básicos y algunos utensilios que nos ayudarán a tener éxito cocinando con hierbas.
Cultivar y cuidar hierbas frescas en casa: consejos generales
Hoy en día es fácil encontrar pequeñas macetas de hierbas aromáticas en cualquier centro de jardinería, floristería o incluso en los hipermercados, disponibles todo el año. En principio podríamos llevarlas a casa en cualquier época, pero la mayoría no aguantan muy bien las bajas temperaturas del invierno y no hacen buenas migas con la calefacción. Ahora es buen momento para llevar algo de vida verde a casa.
Un buen consejo inicial para novatos es no dejarse llevar por el entusiasmo demasiado rápido. Lo mejor es seleccionar dos o tres plantas que realmente vayamos a usar en la cocina; ¿para qué complicarse con el cilantro si no nos gusta consumirlo? Dejarse aconsejar por el personal especializado siempre es buena idea.
Si no disponemos de terraza podemos aprovechar un balcón, alféizar o un rincón soleado de la cocina. Las plantas aromáticas necesitan una buena ración de luz diaria, y la correcta humedad en la tierra, pero nada de encharcamientos; cuidado con el riego excesivo que pudrirá las raíces.
Y casi lo más importante: ¡hay que aprovecharlas! Tener las plantas a la vista y a mano nos animará a cocinar mucho más con ellas. Realmente deberíamos hablar de "enriquecer" o "aderezar", pues lo mejor es reducir el cocinado al mínimo indispensable. La mayoría de hierbas se disfrutan mucho más en crudo o apenas sometidas a cocciones breves, para mantener su color, aroma, textura y sabor.
Recetas básicas para sacar todo el potencial de las hierbas frescas
Como inspiración para empezar, esta es una pequeña selección de recetas básicas para animar a todo el mundo a sacar partido de las propiedades organolépticas de las hierbas aromáticas. Exceptuando el orégano, las hierbas frescas son incomparables a sus versiones secas, con aromas y sabores muy diferentes.
- Piccata al limone con basilico o filetes de ternera al limón con albahaca
- Ensalada de canónigos, albahaca, mozzarella y piñones con vinagreta de miel
- Mermelada de tomate y albahaca
- Gazpacho de pepino y albahaca
- Patatas en salsa cremosa de cebollino y mostaza
- Sándwich cake con cebollino
- Ensalada noruega de arenque y patatas con cebollino
- Omelette roulade de salmón y cebollino
- Espárragos blancos al vapor con salsa de yogur, limón y eneldo
- Terrina de salmón y queso al eneldo
- Ensalada de pasta, salmón y salsa ligera al eneldo
- Langostinos en salsa de tomate, cilantro y chile
- Adobo de chile verde
- Dúo de mojos canarios
- Corvina al horno con cilantro y cebolla encurtida
- Guacamole auténtico méxicano
- Merluza en salsa verde
Utensilios y herramientas muy útiles para cultivar, conservar y cocinar con hierbas
Para cultivarlas
Muy práctico es este macetero doble para cultivar dos plantas al mismo tiempo, que incorpora un depósito de agua de 1 litro para no tener que regarlas con tanta frecuencia. Las propias hierbas toman poco a poco el agua que necesitan a través de un cordón de algodón, evitando así también el riego excesivo, un error típico cuando se cuidan aromáticas.
Este otro modelo individual es también elegante y bonito, con un sistema de riego automático Aqua Comfort y un indicador del agua mediante una figura de flor de plástico. Para plantas de unos 12 cm, es una opción compacta perfecta para cualquier alféizar o rincón de la cocina.
Si preferimos empezar desde cero nuestro pequeño huerto, este kit de siembra de plantas aromáticas puede ser una buena ayuda para arrancar. Incluye cuatro variedades de semillas, un saco de sustrato, 12 macetas biodegradables, 10 etiquetas, una bandeja y un manual de uso. Para plantar perejil, albahaca, orégano y cebollino. Para espacios más pequeños, este compacto huerto urbano es una buena alternativa, con forma de mesa de cultivo de 30 cm que incluye semillas y sustrato.
Para conservarlas
Como alternativa a mantener un pequeño huerto o macetas fijas -también como complemento-, podemos invertir en utensilios que nos ayudarán a conservar las hierbas durante más tiempo. Son productos muy delicados que se estropean rápidamente desde el momento en que se cortan, por eso merece la pena dedicarles ciertos cuidados especiales.
Existen muchos sistemas de conservación en el mercado, con diversos tamaños y capacidades. Este conservador de Cole&Mason no es muy aparatoso y viene con seis cavidades separadas para guardar una buena variedad de hierbas, alargando la vida útil antes de que se echen a perder.
La marca OXO ofrece otra solución, un recipiente diseñado especialmente para guardar las hierbas en la nevera, así como otras hojas frescas delicadas y vegetales de vida más corta. Incluye un filtro de carbono para mantener la humedad óptima y la cavidad en forma de rejilla contribuye a evitar el enmohecimiento.
Para conservar de una forma simple pequeños manojos de hierbas, como cebollino, cilantro, eneldo o tomillo, los recipientes alargados como este de Tescoma pueden ser la mejor solución a corto plazo. Con forma de tubo de plástico transparente, las hierbas permanecen protegidas, en vertical, con agua en la base para alargar su vida útil. Este otro modelo es otra opción similar, con un tapón para cambiar el agua fácilmente.
Para cocinar
Recordemos que la mayoría de hierbas frescas no aguantan bien las cocciones fuertes o prolongadas; casi siempre es mejor añadirlas al plato en el último momento. Al cocerse se vuelven mustias, pierden textura y color, y solo puede ser interesante si realmente queremos que infusionen un caldo o salsa. Por ejemplo, nunca hay que añadir la albahaca fresca a la pizza antes de hornearla.
Para ayudarnos a sacarles el máximo partido en la cocina podemos emplear unas tijeras especiales que nos ahorrarán mucho picado a mano, como estas de cinco hojas que incluye un pequeño peine para limpiarlas. Este otro modelo viene además con un accesorio cortador-pelador para manipular también otras verduras y hortalizas. Y si queremos tijeras para usos diferentes, nos puede venir bien este conjunto de dos unidades en colores distintos.
Como alternativa a las tijeras, que no convencen a todo el mundo, tenemos un cortador en forma de rodillo, con cuchillas que se extraen fácilmente para limpiarlas bajo el agua del grifo, o un molinillo triturador similar a los que se emplean para machacar tabaco, que nos servirá también para trabajar con especias secas o semillas pequeñas.
Este curioso utensilio con forma de hoja agujereada es perfecto para sacar las hojas de los tallos, separando la parte que nos interesa de las hierbas de las ramitas más duras, y que también nos servirá para algunos vegetales. El set viene con tres unidades.
Si somos más clásicos podemos invertir en una buena tabla de madera con un cortador o cuchillas especiales para trabajar con hierbas, como este conjunto de Zeller de madera de bambú. La alternativa más tecnológica es un molinillo automático de último diseño, como el de Microplane con funcionalidad 2 en 1, muy compacto y fácil de usar.
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