Nueve utensilios de cocina con una única función que sí merecen la pena

Dentro de mí conviven dos criaturas que se enfrentan continuamente. A una le encanta atesorar todo tipo de útiles de cocina, cuanto más raros mejor, y la otra no soporta acumular trastos inútiles. Mi vida es una contradicción, pero aunque cada vez valoro más el minimalismo en casa, reconozco que sí hay algunos utensilios con una única función que merecen la pena.

En una cocina pequeña -o de tamaño normal- cualquier espacio libre es oro. Por eso casi siempre me declaro en contra de las herramientas que solo sirven para una cosa y acaban en el fondo del cajón, olvidadas. Sin embargo, existen algunos objetos que pueden ser muy útiles, a pesar de que solo los podamos usar para una tarea en concreto.

Deshazte de todo lo que no uses y saca partido de lo que sí necesitas

A veces el problema de acumular utensilios es la causa y consecuencia de que la cocina y la despensa sean un caos de trastos sin uso. No viene mal organizar y ordenar a fondo de vez en cuando para darnos cuenta de qué accesorios sí merece la pena conservar, y cuáles pueden pasar a mejor vida.

Mis padres, por ejemplo, tienen muchas cosas en su cocina que compran con ilusión pero que terminan acumulando polvo en algún armario. Por comodidad y pereza es habitual que siempre nos apañemos con las herramientas que tenemos más a mano, cuando podríamos sacar mucho partido a ciertos útiles específicos.

Pero claro, si solo vamos a hacer una tarta de cerezas al año no es raro que se nos haya olvidado dónde está el deshuesador de esta fruta, y al final tiramos de cuchillo -o del método de la pajita-. Aunque quizá, si lo tuviéramos accesible en un cajón ordenado, lo usaríamos más a menudo.

¿Cuántos tenéis una yogurtera o un juego de fondue en el fondo del armario, detrás de quién sabe cuántos trastos más? ¿Están relegamos al ostracismo por pereza y olvido, o porque realmente no nos interesa usarlos? Sed sinceros con vosotros mismos y buscad un hogar mejor a todas esas cosas que no vais a usar. Seguro que hay otros utensilios a los que sí podríais dar más uso.

Esta selección de objetos cubre varios frentes cuya utilidad dependerá de cada casa y cada persona; no todos tenemos los mismos gustos ni la misma forma de cocinar. Algunos os parecerán inútiles y absurdos, otros seguro que os podrían facilitar mucho la vida en la cocina.

Rellenador de aceitunas

¿Eres un apasionado de las aceitunas? ¿Nunca faltan en tus aperitivos y picoteos? Con este accesorio para rellenar olivas puedes preparar tus aceitunas perfectas combinando la variedad y el relleno que más te guste. Está especialmente indicado para introducir quesos blandos, como un roquefort, sin mancharte los dedos.

Para uso propio quizá sea demasiada molestia, pero puede ser muy útil si acostumbramos a tener invitados o a celebrar fiestas en casa. Lo mejor es que es un objeto pequeño y además está bien de precio, se puede encontrar por 6,33 euros.

Pinzas con molde para tacos

Sé que hay grandes aficionados a la cocina mexicana -o tex-mex- que además hacen comidas y cenas temáticas en casa con frecuencia. Hoy en día hay muchos kits y productos ya listos para usar, pero podemos tomarnos realmente en serio el menú con accesorios como este.

No sabía que existía algo así hasta que me lo encontré de casualidad por la red hace unas semanas; son unas pinzas especiales para formar y freír tacos. Si además te animas a hacer la masa casera ya ganarás muchos más puntos en una cena con amigos, y qué decir tiene que los tacos caseros recién hechos están mucho más ricos que los comerciales envasados.

Descamador de pescado

A nadie le gusta encontrarse escamas en el pescado, y la única y buena solución es disponer de un buen descamador. Quizá ya poca gente lo hace en casa porque es más cómodo pedírselo al pescadero, pero no viene mal tener este utensilio para asegurarnos resultados perfectos.

Este modelo de Lacor tiene buenas reseñas y promete un uso fácil y rápido, es de acero inoxidable y sale por unos 10,65 euros. Un básico en casa de pescadores aficionados.

Cortador de sandía y melón

No recuerdo ningún verano sin la fuente de melón cortado en la nevera de casa de mis padres. Siempre hemos tenido la suerte de tener buenísimos melones y sandías de Murcia, que mi madre cada mañana cortaba meticulosamente en cubos para regocijo de toda la familia.

Yo no sé cómo le salía la fruta tan perfecta con los pobres y viejos cuchillos que tenía, porque a mí nunca se me ha dado muy bien. Un cuchillo cortador como este podría ser la solución perfecta para los menos mañosos troceando y pelando sandías y melones, imprescindible para el verano.

Prensa ajos

Hay mucha gente en contra del prensa ajos y quien defiende que no es la mejor forma de sacarles todo el partido, pero este utensilio es práctico sobre todo por la rapidez. Con un gesto ya tienes el diente de ajo bien picadito, listo para el sofrito.

Me gusta sobre todo para salsas y guisos, ya que más que picado queda como puré, integrándose mejor en el plato. Lo mejor es buscar un modelo de buenos materiales, robusto, con un limpiador incorporado. Este de Zyliss es una buena opción y sale por 15,18 euros.

Cortador de mangos

Es cierto que hoy en día existen cortadores casi para cualquier tipo de fruta, y tenerlos todos podría ser absurdo. Pero en casa consumimos muchos mangos -nacionales, por favor- y me da rabia no cortarlos bien. La peculiar forma de esta fruta y su hueso interno pueden dificultar la tarea de sacar porciones bien presentadas.

Este cortador tiene buenas reseñas de grandes apasionados del mango y promete cortar la fruta en segundos muy fácilmente, separando en dos mitades perfectas la pulpa. Me parece ideal para presentar ensaladas o postres.

Rallador de jengibre

Con lo que me gusta el jengibre no sé por qué todavía no me he hecho con un rallador especial como este. Picarlo como si fuera un diente de ajo no funciona muy bien en algunos platos, y puede ser desagradable encontrarse trocitos de la raíz al comer.

Con un rallador el jengibre se funde y se integra liberando todo su aroma, pero no sirve un rallador cualquiera. Los mejores son los específicos para este uso, de cerámica o porcelana, diseñados para lidiar con las fibras y la dureza tan características de este fantástico producto.

Deshuesador de cerezas

Ya lo comentaba al principio: un deshuesador de cerezas solo tendrá sentido en casa si de verdad vamos a darle uso. Podemos aprovechar al máximo la temporada de cerezas y picotas preparando pasteles, tartas, helados, compotas, mermeladas y cerezas confitadas, y sin duda este aparatejo nos facilitará la tarea.

Sacar los huesos de varios kilos de cerezas es un poco desesperante, y a mano nunca nos queda del todo bien. Podemos invertir en un deshuesador simple como este modelo de Oxo, por 11,96 euros, o incluso optar por uno con depósito incorporado, como el Leifheit a 9,76 euros.

Rastrillo para crêpes

Se suele llamar rastrillo aunque no tiene dientes, realmente es una pieza de madera lisa que sirve para extender uniformemente la masa de los crêpes en la sartén. ¿Es imprescindible? No, pero sí que facilita esa textura perfecta, garantizando una masa fina, homogénea y regular.

Lo ideal es combinarla con una sartén o crepera especial, y es mejor optar por la madera natural. Los hay cilíndricos pero los de perfil recto como este suelen tener una mejor valoración, al parecer así es más fácil extender la masa semilíquida sin problemas. También nos sirve para hacer filloas y frixuelos, por supuesto.

¿Tenéis algún unitasker como estos? ¿Sois de acumular utensilios que solo sirven para una tarea? ¿Alguno os llama especialmente la atención para darle uso en casa?

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