Visto así, no lo parecería pero esta cabeza de cerámica hecha a mano con su enorme nariz, se llama Peter Petrie y es un separador de huevos, de claras y yemas. El mecanismo es muy simple, abrimos el huevo y lo vertimos en el interior de la taza, la inclinamos, y por los enormes agujeros de la nariz saldrá la clara del huevo, separándola de la yema.
Como utensilio no aporta nada nuevo, pero puede quedar bien para hacerle un regalo a un novato cocinero que estrene decoración en su nueva casa, eso si al precio de 10 euros.
Vía | rekeche