Si hay algo que me gusta más de la navidad, son la variedad de dulces que se preparan por ese mundo adelante. Cuando veo en libros de repostería de otros países esas preparaciones navideñas de galletas especiadas, roscas de desayuno, impresionantes panettones, que os voy a contar, pues que se me hace la boca agua y me gustaría saber y poder prepararlos todos. Casi como si de un calendario de adviento se tratara, pero está claro que eso iba a repercutir directamente en mi peso y en él de los que viven conmigo.
Entre todas esas delicatesen hay unas galletas que se preparan en navidad que desde la primera vez que las vi llamaron poderosamente mi atención, las galletas springerle, tan blanquitas y con esos dibujos en filigrana y su sabor anisado, que me parecen sencillamente maravillosas. Si no las conocíais contaros que la historia de estas galletas no es nueva, se remonta varios siglos atrás cuando las tribus germánicas celebraban su fiesta pagana del solsticio de invierno. Pasaron los años y las springerle han sido y siguen siendo, tradicionales galletas de Navidad en Baviera y Austria.
La forma de estas galletas es dada por pequeños moldes o rodillos tallados en madera y que eran heredados generación tras generación entre familias, algunos de ellos conservados en museos suizos se remontan al siglo XIV. En un principio representando escenas bíblicas para posteriormente mostrar escenas de la vida cotidiana y la naturaleza y, usándose como las actuales tarjetas de felicitación, eran regaladas entre amigos y familia.
Ya hace tiempo que por nuestro país circulan moldes y rodillos con dibujos muy sencillos que podemos encontrar en tiendas on line y de artículos de repostería pero, cuando buscando moldes para prepararlas encontré esta maravilla de rodillo con ese aire antiguo y representación de filigranas para spingerle, no pude cuanto menos que enamorarme de él. Era totalmente distinto a los que ya había visto y ciertamente parecía un artículo heredado de algún antepasado.
El rodillo como podéis observar en la foto imprime a la vez gran cantidad de motivos variados para así, con una sola pasada en la masa, hacernos con los dibujos más clásicos de las springerles. Lástima que de momento solo lo he visto a vender en una tienda on line americana, esperemos que llegue pronto su distribución a nuestro país.
Su precio no es barato, sobre unos sesenta euros más los gastos de envío, pero si se considera el alto coste de los moldes individuales de madera para hacer estas galletas y viendo la cantidad de dibujos que se pueden hacer con el rodillo, tampoco es desorbitado, todo depende claro está de la cantidad de galletas que contéis preparar de este estilo. Pero como pensé cuando lo vi “este rodillo es un auténtico capricho”.
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