El hierro fundido no resulta especialmente atractivo; suena a antiguo, tiene una apariencia anticuada, pesa muchísimo y no es precisamente barato. Y, a pesar de todo, está volviendo a nuestras cocinas con más fuerza que nunca. Frente al refinamiento francés de Le Creuset o Staub, la firma cántabra HearthStone Cookware está apostando por el hierro fundido con utensilios fabricados en España que ofrecen la misma garantía de por vida.
En Directo al Paladar somos grandes defensores de este material, a pesar de que no hace milagros y de que también tiene sus contras. Acostumbrados en las últimas décadas a utensilios más, digamos, amigables, volver a algo tan rústico y poco manejable puede ser frustrante para muchos, por eso conviene conocer sus particularidades de uso y limitaciones.
Entre sus grandes ventajas está la capacidad de alcanzar y mantener altas temperaturas, distribuyendo el calor de manera homogénea por toda su superficie, y su enorme versatilidad. Se pueden emplear sobre cualquier fuente de calor, incluyendo el fuego directo y el horno a máxima temperatura, y es un material idóneo para potenciar la reacción de Maillard. Según se use, permite obtener exteriores muy crujientes con texturas jugosas en el interior, y los utensilios con tapa conservan de maravilla la humedad.
Las cocottes, ollas o cazuelas, son más caras que las sartenes y también más aparatosas, pero no hay mejor utensilio tradicional para hacer guisos, salsas, estofados, potajes, cocidos, sopas o caldos, a la manera de toda la vida. A estos platos de toda la vida se suman frituras, salteados y asados, con la posibilidad de hornear magníficos panes, entre otros muchos usos.
Tras muchos años utilizando una cocotte clásica de Le Creuset, de tamaño pequeño, probamos ahora la apuesta de la firma española HearthStone Cookware, que se desmarca ligeramente con una línea propia de utensilios que ofrecen algunas novedades interesantes en el diseño.
Impresiones iniciales
Recibimos la olla en una caja sencilla y funcional en la que encaja la olla perfectamente empaquetada aprovechando el máximo espacio, bien protegida pero sin excesos de embalaje sobrante, con un mero cartón que separa la tapa del cuerpo y que proteje el tirador superior. Nada de instrucciones, manual de uso o recetario de inicio; al fin y al cabo, estamos ante una olla de toda la vida, no de un aparato lleno de botones.
Las primeras sensaciones sacando la cocotte son más que positivas, al comprobar la robustez de la misma, su notable peso y los acabados de ambas piezas, con esa agradable textura rugosa del hierro fundido que, a juicio personal, resulta más placentera que el liso extremo de otros modelos.
Es una olla voluminosa, de 26 cm de diámetro, con una notable altura y un peso total que supera los seis kilos y medio. No será fácil hacerle un hueco en un armario ya abarrotado de utensilios, y tampoco sería muy recomendable subirla a las alturas por el peligro que conlleva hacer movimientos bruscos en alto debido a su peso. En casa decidimos, de momento, otorgarle un lugar fijo sobre la placa de cocina. Y así le daremos mucho más uso.
Principales características
Como ya hemos señalado, esta cocotte está fabricada en hierro fundido en color negro natural, con un recubrimiento esmaltado satinado que conserva esa textura rugosa y rústica, pero cálida al tacto. Este tratamiento evita el óxido, facilita la limpieza y refuerza la durabilidad y resistencia de la olla, añadiendo una ligera antiadherencia que nos ahorra, además, tener que aplicar ningún tratamiento, curación o engrasado previo.
De paredes gruesas y asas grandes y resistentes, la cocotte destaca además por la forma de la tapa, con un diseño propio de la marca patentado al que se ha bautizado como sistema de giro Helix Dripless Lid, o "tapadera en hélice sin goteo".
Al colocar la tapa sobre una superficie plana comprobamos en qué consiste el invento, pues se queda "bailando", sin apoyarse firmemente. El perfil de la tapadera es ligeramente helicoidal, de tal modo que, según se coloque, permanece totalmente cerrada o dejando un hueco abierto. El borde de la cocotte tiene un trazado curvo, para encajar la tapa perfectamente cuando la marca circular se sitúa frente a una de las asas, que apuntan suavemente hacia arriba.
Así, al girar la tapa desde el pomo superior, podemos abrir la olla para que escape el vapor antes de retirarla por completo, evitando los típicos goteos que se producen con este tipo de cazuelas. Al darle la vuelta a la tapadera vemos que está salpicada con pequeños salientes, puntos de distribución de la condensación que gotean sobre los alimentos.
CARACTERÍSTICAS | |
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Material del cuerpo | Hierro fundido con interior en esmalte satinado |
Material de la tapa | Hierro fundido con tirador en acero inoxidable |
Color | Negro |
Diámetro de la base | 26 cm |
Peso del cuerpo | 4,7 kg |
Peso de la tapa | 2 kg |
Peso total | 6,7 kg |
Número de comensales | 6 |
Capacidad | 5,2 l |
Temperatura máxima | 400ºC |
Fuentes de cocción | Cerámica, inducción, vitrocerámica, gas, radiante, fuego abierto y horno |
Limpieza | Apto para lavavajillas |
HearthStone Cookware - Cocotte Pearl de Hierro Fundido Esmaltado, Negro Satinado, 26 cm, 5.2 l. Para Todas las Superficies, incluyendo Inducción y Horno.
Cocina diaria con la cocotte de hierro
A lo largo de los dos meses que lleva la cocotte en casa hemos podido ponerla a prueba con todo tipo de elaboraciones, pensando más en usos cotidianos y recetas tradicional del día a día. Tras un lavado previo simple con agua y jabón -paso rutinario antes de estrenar cualquier chisme de cocina-, comenzamos con una salsa de tomate casera estándar, aprovechando el tamaño para cocinar de más y congelar.
Da gusto hacer un sofrito sobre hierro fundido de calidad, pues una vez se calienta el material podemos mantener una temperatura media-baja constante dejando que las verduras se caramelicen sin recocerse ni quemarse. Una vez están todos los ingredientes dentro, poniendo la tapa y con la potencia al mínimo te puedes casi olvidar dejando que la salsa o un guiso de carne se haga lentamente.
Es un utensilio ideal para combinar fuego y horno, imprescindible para los amantes de los asados y guisos de carnes más duras. El pollo al horno con verduras sale espectacular, dorando primero todos los ingredientes para marcar y sacar los sabores, y dejando que se asen con sus propios jugos dentro del horno, sin salpicaduras, manteniendo la jugosidad.
El apodo de "horno holandés" de estas cazuelas no es en vano, ya que crean en el interior una especie de sauna que distribuye el calor homogéneamente, evita que se escape y mantiene la humedad. Al final solo hay que retirar la tapa y reducir o gratinar el tiempo necesario para obtener el punto que uno desee, por ejemplo dejando la piel del pollo crujiente.
Las mismas ventajas podemos aplicarlas al horneado del pan, otra elaboración imperdible para quien disponga de estas cocottes en casa. Solo hay que tener cuidado en la manipulación, pues es preciso calentar previamente la propia olla a máxima temperatura antes de colocar la masa de pan en su interior, cociéndola primero con la tapa, y dejando que se dore después con la olla abierta.
El único inconveniente de esas cocottes deriva de sus propias ventajas, ya que el peso puede ser un problema para quienes no estén acostumbrados. Recordemos, además, que eso peso puede aumentar mucho al llenarla de ingredientes. También la limpieza se hace un poco engorrosa si el fregadero es reducido; a pesar de que son aptas para el lavavajillas, ocupan demasiado espacio para uno pequeño, y siempre da más confianza limpiarlas a mano.
Eso sí, la suciedad sale muy fácilmente con un jabón normal y un estropajo simple que no raye materiales delicados -es decir, nada de nanas de aluminio-. En este sentido hay que recordar que se deben evitar los utensilios de cocina metálicos o afilados para manipular el interior, y jamás hay que introducir una batidora dentro.
En conclusión
Como declarados defensores del hierro fundido en la cocina, no podemos más que recomendar las cocottes de HearthStone Cookware, una vez hemos comprobado que cumplen con lo que prometen y más, gracias al diseño propio de la tapa que suma puntos extra. El no tener que aplicar ningún tratamiento previo, y que ofrezca cierta antiadherencia, también es de agradecer, e invita mucho más a usarla con frecuencia.
El tamaño puede parecer algo grande de entrada para hogares con dos personas; sin embargo, por propia experiencia, recomendamos apostar por unas dimensiones generosas ya que merece mucho más la pena aprovechar y cocinar más cantidad; y solo por poder hacer un pollo asado entero con su guarnición o una buena hogaza de pan ya merece la pena. Las sobras siempre se pueden congelar, y nuestro yo del futuro lo agradecerá.
La mayor desventaja que siempre echa para atrás en estos productos es el precio, pero hay que mirarlo como una inversión a largo plazo, ya que es el tipo de utensilio que, de verdad, heredarán tus nietos, pues cuentan con garantía de por vida. Además, es más económica que la cocotte más similar de Le Creuset, y con la diferencia de que están manufacturadas en España de la mano del Grupo Hergóm.
HearthStone Cookware - Cocotte Pearl de Hierro Fundido Esmaltado, Negro Satinado, 26 cm, 5.2 l. Para Todas las Superficies, incluyendo Inducción y Horno.
Si tenemos hueco en la cocina y buscamos una olla realmente versátil que eleve la calidad de nuestros platos, que ya nunca más tendremos que renovar si la cuidamos mínimamente bien, es un gasto que sí merece la pena. Difícilmente quedará olvidada en un armario como suele ocurrir con tantos aparatos de cocina.
Fotos | Hearthstone Cookware
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