La marca estadounidense Coravin es bien conocida en restaurantes y vinotecas. Fundada en 2011 por Greg Lambrecht, su tecnología permite extraer vino de una botella sin necesidad de quitar el corcho, preservando la bebida intacta gracias a la introducción de argón, un gas que evita que se oxide.
Hasta ahora, Coravin se había dirigido principalmente a restaurantes con grandes bodegas (con maridajes o cartas extensas de vinos por copas), pues el modelo más barato cuesta 199€. Pero la compañía acaba de presentar una versión doméstica del invento, que nos han facilitado para su análisis.
Coravin Pivot, que así se llama el invento, tiene un funcionamiento muy similar a sus hermanos mayores, pero simplificado. En vez de introducir el aparato a través del corcho, con este sistema debemos descorchar la botella, añadiendo un tapón en el se introduce el aparato cada vez que nos sirvamos una copa.
Esto permite abaratar el artilugio (y disminuir su tamaño) a cambio de restar longevidad a las botellas. Los sistemas en los que no se extrae el corcho permiten conservar el vino durante años: el modelo Pivot solo preserva el vino en buen estado durante un mes.
Un aparato cómodo, con buen diseño
La caja del Coravin Pivot incluye, además del aparato (que se puede personalizar en varios colores), dos tapones, una funda y una caja de tres cápsulas de gas. Los tapones permiten tener dos botellas abiertas al mismo tiempo, lo que es útil si, por ejemplo, en casa hay quien prefiere tinto o blanco o queremos cambiar de vino durante la comida.
Coravin - Sistema de Preservación de Vino Pivot - 2 Tapones Pivot y 1 Cápsula Coravin Pure - Negro
El sistema no tiene ningún misterio. Simplemente, debemos descorchar la botella, poner el tapón, introducir el aparato (con la cápsula de gas puesta) y servir presionando el botón las copas que queremos para, después, volver a cerrar el tapón.
Siempre que conservemos la botella a la temperatura correcta (en una nevera para vinos o, en su defecto, una convencional), podremos seguir disfrutando de la bebida durante un mes. Un tiempo que, en casa, parece más que suficiente. Lo hemos probado y, en efecto, el vino sigue como el primer día pasadas cuatro semanas.
El gran escollo: el precio del gas
No cabe duda de que el Coravin Pivot es un instrumento útil en casas en las que gusta el vino, pero no se consume de forma excesiva. Es un problema habitual que nos apetezca una copa para comer o cenar entre semana, pero nos de reparo abrir una botella que, sabemos, no vamos a terminar en el mismo día.
El gran problema del invento es el precio de las cápsulas de gas que, entendemos, supone una parte importante del negocio, pero encarecen sobremanera el vino.
CORAVIN™ Cápsulas Pack de 6
Según la marca, con una cápsula podemos servir 15 copas de vino de 150 ml, esto es, exactamente, tres botellas de vino.
Aunque las cápsulas son más o menos caras en función de la cantidad que compremos, en el mejor de los casos (si compramos un paquete de 24) tienen un precio de 8,3 €, lo que supone un incremento de precio en cada botella de 2,7 €. Esto si nos gastamos casi 300 euros en un paquete de 24 cápsulas. Si las compramos de tres en tres el sobrecoste en cada botella de vino es de 2,99 euros.
Un sistema recomendable solo para iniciados
Desde luego, Coravin no tiene sentido en hogares donde se consuman vinos de 3 o 4 euros, pues en ese caso sale más a cuenta abrir una botella en cada sentada. Pero es que si compramos vinos de en torno a 10 euros, una cantidad por la que ya encontramos en España buenas propuestas, estaremos metiendo al vino un sobrecoste del casi el 30%, que no es moco de pavo.
También debemos valorar si no nos vamos a beber una botella, por ejemplo, para comer y cenar, pues en solo unas horas el vino no va estropearse, o al menos no lo suficiente como para que merezca la pena usar este sistema.
Tras probarlo durante casi un mes, Coravin nos ha parecido muy útil para hogares pequeños en los que solo se bebe vino los fines de semana, pues no te obliga a acabar con la botella en cada comida y permite conservarla en perfectas condiciones hasta el domingo siguiente (o el que viene). Pero, aún así, las cápsulas nos parecen demasiado caras.
Es lógico que la compañía tenga un margen de beneficio en las cápsulas, pero es que el argón es un gas que los laboratorios compran a 7€ el litro, y Coravin lo vende a 144€ el litro, es decir, 20 veces más caro.
Todo esto no quiere decir que haya a quienes, pese al sobrecoste, les compense utilizar el sistema, pero, a nuestro juicio, si las cápsulas fueran más económicas (o se ofreciera un sistema de rellenado que, ya de paso, redujera residuos) el aparato sería mucho más interesante.
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