Las cafeteras domésticas viven un gran momento, impulsadas en gran medida por la tercera ola del café. Pero lograr una buena taza al nivel de las cafeterías de especialidad no es tan fácil, lo que explica el auge de las máquinas de cápsulas y sistemas automáticos. Las cafeteras exprés manuales siempre exigen un poco más por parte del usuario, y ahí radican tanto sus virtudes como inconvenientes.
Las superautomáticas nos hacen sentir más profesionales cuando en realidad no hacemos más que pulsar un par de botones; si queremos vivir la experiencia barista auténtica en casa no hay nada como los sistemas manuales. Puede ser una cafetera puramente manual, como las de filtro, o una cafetera exprés, la verdadera madre del espresso a la manera italiana.
Conscientes de la demanda de estas máquinas, las compañías cada vez desarollan tecnologías más avanzadas que buscan facilitar su uso, y Sage Appliances tiene una gama de máquinas de espresso especialmente diseñadas para atrapar al barista aficionado.
La reina de su catálogo es la tremenda The Oracle Touch, que ya analizamos en DAP cuando salió al mercado y que nos dejó más que buenas sensaciones. Claro que su elevado precio, 2.599,90 euros, probablemente se pase de presupuesto para la mayoría de mortales.
Mucho más asequible, sin dejar de ser necesaria una buena inversión, es el último lanzamiento de la filial de la australiana Breville. The Barista Express Impress además tiene interesantes novedades que le han valido para ganar el premio reddot best of the best 2022. Hemos podido probarla a fondo preparando nuestros cafés diarios durante un par de meses en casa, y ya adelantamos que se ha ganado el hueco considerable que ocupa en la cocina.
Contenido de la caja y características
Quien tenga cierta experiencia o conocimientos previos con diferentes máquinas de café expreso no se sorprenderá del tamaño de la caja ni de la propia máquina, que, obviamente, es considerable. A pesar de todo, incluso esperábamos algo más voluminoso, y no nos pareció como primera impresión que este modelo fuera excesivo, teniendo en cuenta el tipo de máquina que es.
Algo más reducida que la Oracle Touch pero siguiendo el mismo tipo de diseño, The Barista Impress se queda en unas dimensiones de 33 x 38 x 41 cm y peso considerable; sobra señalar que está pensada para ser instalada en un lugar fijo y prácticamente inamovible de la cocina o el comedor. Se agradece, eso sí, que se pueda acceder a los depósitos por la parte superior, para no tener que ir moviendo la cafetera cada dos por tres por si choca con la pared o algún mueble.
La caja incluye los siguientes accesorios, además del manual de instrucciones -con varios idiomas que incluyen español bien traducido- y una guía rápida de puesta en marca y y uso:
- Portafiltro de acero inoxidable de 54 mm.
- Filtros presurizados y no presurizados para 1 y 2 tazas.
- Filtro de agua y soporte.
- Jarra para leche de acero inoxidable de 480 ml.
- Herramienta niveladora de precisión Razor.
- Pastillas de limpieza.
- Llave Allen.
- Herramienta de limpieza para el vaporizador.
- Disco de limpieza.
- Cepillo de limpieza.
- Polvo descalcificador.
Con todo perfectamente empaquetado aprovechando hasta el último hueco de la caja, cuesta un poco extraer la máquina en sí de su coraza de seguridad con forma de poliestireno, pues ya hemos mencionado que además pesa lo suyo. Pero es inevitable sentirse entusiasmado al descubrir y palpar la máquina, pues se nota la calidad del acero inoxidable y el cuidado por todos los detalles.
The Barista Exrpress Impresss es una especie de híbrido entre cafetera expreso manual y superautomática, ya que tiene el molinillo integrado, pero separa los procesos de molido y extracción, con su correspondiente portafiltros manual. Y, como gran novedad de la marca, incorpora un sistema de dosificación inteligente y una palanca de bateo asistido.
Especificaciones técnicas
Dimensiones | 33 x 38 x 41 cm |
Potencia | 1560 - 1850 W |
Voltaje | 220 - 240 V |
Capacidad de agua | 2 litros |
Capacidad de café | 250 gramos |
Presión | 9 bares |
Materiales | Acero inoxidable cepillado |
Número de tazas | 2 |
Molinillo | Muelas cónicas de acero |
Cafetera Sage The Barista Express Impress
Montaje y puesta en marcha
Con nuestra flamante nueva máquina ya fuera de su caja estaremos impacientes por degustar el primer café, pero hay que tener un poco de paciencia. Esto no es tan simple como meter una cápsula y darle a un botón.
Antes de meter la pata desplegamos todos los accesorios sobre la mesa y leemos con calma el manual de instrucciones, que nos desgrana uno a uno los mismos -todo está en orden- y nos orienta sobre los primeros pasos que hay que dar para dejar la máquina a punto antes del primer uso.
Nada fuera del otro mundo: retirar etiquetas y embalajes, lavar y secar las piezas y accesorios, montar los componentes e instalar el filtro del depósito del agua nos llevará solo unos minutos. Finalmente colocamos la tolva del depósito de granos, sobre el molinillo integrado, lo llenamos con café y hacemos lo propio con el de agua.
La preparación de un café expreso con esta máquina consta de dos fases, que realmente son los mismos pasos que hay que aplicar con cualquier sista de preparación: molido y extracción. Una cafetería profesional cuenta con molinillo aparte y así el barista puede controlar tanto el grosor como la dosis, dos cuestiones que para el aficionado doméstico pueden complicar demasiado el proceso.
Y ese es el gran punto fuerte de esta nueva cafetera de Sage, pues cuenta con un sistema de asistencia para moler, dosificar y prensar el café con precisión de una manera muy sencilla, rápida y limpia. Aunque también hay que jugar un poco y hacer pequeños ajustes en función del tipo de café y nuestros gustos particulares.
La máquina, una vez encendida, se calienta muy rápido y en pocos instantes ya estará lista para usar. Con los depósitos llenos y tras la correspondiente purga (dejar correr agua), primero hay que escoger entre los cuatro filtros disponibles, según queramos preparar una o dos tazas (no presurizados), y si el café fue tostado hace más de un mes o si usamos premolido (presurizados).
Ya colocado el filtro adecuado, hay que situar el portafiltros en el soporte de dosifiación. Con el modo automático de molido activado, pulsamos el botón dose para que la máquina empiece a moler y dosificar el café. El molinillo se puede ajustar manualmente mediante una rueda lateral, con 30 puntos distintos. Se recomienda empezar con un grosor medio ya preconfigurado, de 15-16, y corregir si fuera necesario.
Tras cada ciclo de molida, parpadea el indicador tamp: hay que prensar. Esto lo hace un barista a mano con un taper, pero aquí nos ahorramos ese paso con la nueva palanca de diseño exclusivo de la marca. Es entonces cuando comienza a iluminarse el indicador de la dosis (dose level), un sistema de barras que muestran una carita sonriente en el medio y que es nuestro objetivo.
Si nos quedamos cortos o nos pasamos de dosis, el indicador se quedará por debajo o la sobrepasará con una luz roja. Corregir la dosis es fácil: cuando hay poco café solo hay que repetir el molido y prensado; si nos pasamos, hay que sacar el portafiltros y pasar la cuchilla razor para retirar el exceso y volver a prensar.
Cuando la barra verde se ilumina, ya tenemos vía libre para extraer nuestro café llevando el portafiltros al grupo de extracción. El manual nos orienta sobre cómo debería salir el café si está todo correcto; una vez pulsado el botón de la taza o tazas, debería tardar entre 8 y 12 segundos en empezar a salir, con una consistencia fluida como de miel, y dejar la característica capa de crema avellana uniforme. También se puede ajustar el volumen de la infusión, para un café más corto o más largo.
Experiencia tras dos meses de uso
Una vez superada las primeras pruebas, quedaba por ver si The Barista Express se ganaba su posición como cafetera de referencia en casa. Aunque personalmente no renuncio a la moka italiana en mis rutinas mañaneras, la máquina de Sage se ha ganado nuestros corazones cafeteros de sobremesas, meriendas y ocasionales expresos de media mañana.
Los primeros días nos limitamos a los ajustes de fábrica, pues daban buenos resultados. Teníamos café en grano ya con un par de meses en la despensa, así que estuvimos preparándolo con el filtro presurizado. Pero se agotó, y se despertó de nuevo el gusanillo de invertir un poco más en café de especialidad.
Los nuevos granos, recién tostados y con un origen y proceso diferente, ya no funcionaban tan bien tal y como estaba la cafetera: salía muy rápido, algo aguado y con poca crema. Claramente sufría una extracción escasa; tras jugar con el grado de molienda, dejándola más fina, corregimos los parámetros, disfrutando ya sí de un café complejo, con cuerpo y delicioso. Cuando se reajusta el molido con nuevos granos o un filtro distinto, la máquina memoriza la dosis, otro punto a favor.
También jugamos con el vaporizador para preparar capuccinos y lattes; el chorro de vapor que consigue esta máquina es muy potente, casi demasiado, y cuesta un poco pillarle el punto. Eso sí, el volumen y suavidad que consigue en todo tipos de leches y bebidas vegetales es más que sobresaliente. Solo nos faltará algo más de práctica hasta lograr algo remotamente parecido al latte art de los baristas profesionales, pero no se puede tener todo.
El mantenimiento rutinario de la cafetera exige algo de atención y trabajo, pero nada descabellado que nos robe mucho tiempo. Purgando el vaporizador, el dosificador y la salida de café habitualmente, y vaciando la bandeja de goteo cuando se llena -hay un indicador que aparece cuando está lleno que reza empty me, "vacíame"-, tendremos la máquina siempre a punto.
Según la frecuencia de uso y la dureza del agua que usemos habrá que descalcificar más o menos a menudo. La marca sugiere hacerlo cada tres meses, sin olvidar la limpieza general de la máquina y sus componentes.
Veredicto
Por el precio, las dimensiones y el pequeño esfuerzo que exige al consumidor, The Barista Express Impress no es una cafetera para quien solo busque un café decente, rápido y sencillo de elaborar. Pero quien busque elevar su experiencia cafetera en casa y tenga inquietudes por probar granos de tostaderos artesanos y catar diferentes orígenes, tiene en esta máquina una excelente inversión a considerar.
Sin llegar a los precios desorbitados de las gamas más altas que superan los mil o dos mil euros, es un maquinón que cumple con creces las expectativas, funciona sin problemas y se deja domar pronto. Tendemos a pensar que el café es algo de consumo rápido y barato, pero un buen café de especialidad necesita ser tratado y preparado correctamente. Siempre que te guste el espresso a la italiana, claro.
La ventaja de esta nueva apuesta de Sage es que ofrece la experiencia barista profesional a nivel doméstico simplificando el molido, la dosificación y la extracción, sin dejar de ofrecer una personalización manual con la que jugar y ajustar.
Cafetera Sage The Barista Express Impress
Sin duda, es un gran regalo -o autorregalo- con el que además podremos presumir ante las visitas, y, hay que reconocerlo, es una máquina muy bonita que da gusto tener a la vista.
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