Por qué Kitchen Aid se merienda a las demás marcas: mi experiencia tras un año con el robot amasadora en casa

Antes, mucho antes de ponerse de moda las freidoras de aire y tantas otras máquinas, el robot que triunfaba en las redes gastronómicas era la KitchenAid. Era el objeto de deseo de todos los que nos iniciábamos en las masas, tan bonita, tan difícil de conseguir hace veinte años. Las modas han cambiado pero este robot sigue imbatible en su categoría, eso sí, sin que sus precios hayan bajado. ¿Qué tiene de especial? ¿Merece realmente la pena?

La respuesta corta es: depende. No es muy satisfactoria, pero es la pura realidad. Y depende porque no es un utensilio básico que necesitemos para cocinar, no hace magia y requiere de cierto esfuerzo por nuestra parte, en función de nuestras necesidades. Ahora bien, la fama que tiene es bien merecida.

Tras más de un año conviviendo con una KitchenAid en casa puedo valorar con propiedad si la inversión ha merecido la pena. Porque, confieso, ha sido una espinita que tenía clavada desde la primera vez que fui consciente de su existencia, cuando la vieja blogosfera culinaria estaba en pañales y envidaba a los que presumían de ella.

Eligiendo el modelo de KitchenAid

Lo primero que hay que señalar es que sí, hoy resulta infinitamente más sencillo que hace un par de décadas hacerse con una KitchenAid. Pero esto a la vez complica la cosa, porque hay muchos modelos diferentes, con precios que se pueden disparar hasta el millar de euros.

No ayuda que todas se llamen igual y que sigan un diseño prácticamente idéntico que apenas ha cambiado a lo largo de su historia. La diferencia está en el "apellido" y el código númerico, que también indica los distintos colores. Para aclararnos un poco, se pueden dividir en:

  • Mini. Son los modelos más pequeños, con 3,3 litros de capacidad, más económicos y menos potentes, con menos accesorios posibles.
  • Classic. Ligeramente superior en tamaño y potencia a la mini, con una escasa gama de colores una capacidad de 4,3 litros.
  • Artisan. La gama de modelos más común y con varios tipos, aunque todas cumplen las mismas características básicas; bol de 4,8 litros que se enrosca, 300 W de potencia, cabezal abatible y distintos accesorios, algunos incluidos y otros no.
  • Heavy Duty. Las hay con la misma capacidad que el modelo anterior, y otras superiores. Son más potentes y la gran diferencia está en la estabilidad que ofrecen para manejar masas más grandes y voluminosas, y trabajar durante más tiempo con mezclas más pesadas. El vaso se engancha a los laterales y se eleva.
  • Professional. Siguen la línea de diseño de los anteriores, pero con mayor capacidad y potencia, con un diseño pensado para el trabajo profesional diario, grandes volúmenes y mucha actividad. Son con diferencia las más caras y más grandes.

Por el precio que cuesta y las limitaciones, no recomiendo la mini salvo que realmente se vaya a usar muy poco o se tenga una cocina diminuta. Y para lo que ofrece el modelo clásico, merece mucho más la pena invertir un poco más en el Artisan, más potente y con la opción de trabajar mayores volúmenes. También nos dará más juego con los accesorios, y es la que cuenta con más colores para elegir.

Recomiendo comparar precios en diferentes tiendas, comprobando bien el modelo elegido, y aprovechar rebajas estacionales como las de enero o verano. En mi caso un buen descuento tras las navidades de 2022 fueron el impulso definitivo para, por fin, darme el capricho de tener en casa una preciosa KitchenAid Artisan. Ahora había que buscarle hueco.

Kitchen Aid Artisan 175, características y prestaciones

El gran punto fuerte de esta máquina, además de su diseño tan bonito, atemporal, icónico y vintage, es la tecnología y los materiales de gran calidad que hay detrás de la marca, toda una institución en Estados Unidos y ya medio mundo.

Sin tener un motor excesivamente potente, por tanto sin gastar mucha energía, trabaja con una fuerza y eficacia que da gusto, sin sobrecalentarse. No tiene ni pantallas, ni botones, ni es smart ni falta que le hace. Solo hay dos palancas: para elevar el cabezal y para ponerla en marcha subiendo o bajando la velocidad.

Esta marca revolucionó el mercado estadounidense al lanzar la primera batidora fija doméstica con movimiento orbital, que permite que el gancho amasador, la pala mezcladora y las varillas en globo alcancen todos los puntos del recipiente, garantizando un amasado o batido perfecto.

Ficha técnica

Robot mezclador KitchenAid

Modelo

Artisan 175

Dimensiones

36x24x27 cm

Potencia

300 W

Capacidad del bol principal

4,8 l

Material del bol

Acero inoxidable

Número de velocidades

10

Peso neto

10,98 kg

Peso bruto

12,22 kg

Velocidad máxima de giro

220

Velocidad mínima de giro

58

Longitud del cable de alimentación

106 cm

KitchenAid Artisan 5KSM175PS Robot de cocina (4,8 L, Rojo, palanca, 220 RPM, Acero inoxidable, 300 W)

Para qué sirve (y para qué uso) la amasadora KitchenAid

Por mucho que en España lo llamemos "robot de cocina", este aparato encaja mejor en la categoría de batidora amasadora, lo que en inglés llaman stand mixer. Es decir, no cocina como tal, es más una herramienta o accesorio que un pinche robótico.

Accesorios adicionales aparte, estas máquinas sirven para mezclar, batir, montar, amasar y remover. Trabajan por tanto con mezclas líquidas y masas, por lo que es un aparato especialmente diseñado para elaboraciones de repostería y panadería. Lo que no quita que pueda tener otros usos muy útiles, como preparar mayonesa, brandada de bacalao o masa de albóndigas.

Con este robot es mucho más fácil y rápido preparar cualquier masa de repostería básica o más compleja, desde unas simples galletas caseras a dulces que requieren un mayor batido con más aire, como las magdalenas.

En este sentido es mucho más cómoda que las varillas eléctricas manuales, ya que no tienes que estas sujetando las mismas ni ir moviendo el bol o la mano para batir todos los ingredientes. La KitchenAid puede quedarse sola cremando mantequilla con azúcar -algo que requiere su tiempo-, montando claras a punto de nieve o haciendo una nata montada muy firme en apenas uno o dos minutos.

Es también ideal para animarse más a preparar masas de bollería y de panadería más hidratadas o enriquecidas con mantequilla, leche o huevos, que requieren un buen amasado hasta dar con una textura elástica. De nuevo, puedes dejar la masa en la máquina mientras recoges la cocina o juegas con el móvil. El roscón de Reyes, la masa de pizza, una focaccia muy hidratada o un pan de leche blandito, por ejemplo. quedan fabulosos.

¿Seguro que la necesitas?

Por la inversión que supone, sin ser tan carísima como un Thermomix, hay que plantearse si realmente le vamos a dar uso. Es tan bonita que querremos tenerla en un lugar fijo en la cocina, como siempre vemos en series y películas estadounidenses, lista para usar en cualquier momento. Hay que hacerle sitio en un punto estable.

Si solo haces algo de repostería muy básica muy esporádicamente y no tienes mucha intención de preparar masas de panadería, no tiene mucho sentido comprar una KitchenAid. Si, al contrario, la repostería es una tus aficiones, y te gustaría trabajar más cómodamente, ni lo dudes: este robot es para ti. Incluso se le saca partido sin hacer dulces cada semana.

Otra posibilidad es que justo te haya picado el gusanillo de las masas o tengas poco tiempo y fuerzas para hacer tus panecillos, galletas, pizzas, panes de molde, bizcochos o empanadas. Esta amasadora te ayudará, pero ojo, no hace magia. Hay que ponerse y dominar las recetas, como en todo.

Conclusiones tras un año de uso

A nivel personal estamos muy contentos en casa con este "capricho" largamente esperado. Si bien pueden pasar algunas semanas sin usarla -la vida te arrasa a veces-, cuando vuelvo a ponerla en marcha me reenamoro de ella. Es comodísimo y casi hipnótico ver cómo se monta la nata, se baten los huevos o se amasa el pan en cuestión de pocos minutos.

Aunque en más de una ocasión la hemos sometido a jornadas de trabajo más intenso, apenas se calienta y trabaja sin protestar, no ha dado ningún problema y es comodísima de limpiar y manejar. La calidad de los materiales, tanto del propio robot como de sus accesorios, se nota, y por algo tienen fama de durar toda la vida si se cuidan bien.

Esperamos además ampliar horizontes adquiriendo accesorios para hacer helados y granizados, preparar pasta, moler cereales, picar carne o cortar vegetales, etc. Y un último consejo: si puedes, elige el modelo con dos boles y tapa antisalpicaduras, son tremendamente prácticos.

KitchenAid Artisan 5KSM175PS Robot de cocina (4,8 L, Rojo, palanca, 220 RPM, Acero inoxidable, 300 W)

En DAP | Probamos The Barista Express Impress, la cafetera manual asistida con la que sentirte como un profesional
En DAP | Probamos la batidora amasadora de Create Ikohs, la alternativa española económica a Kitched Aid

Ver todos los comentarios en https://www.directoalpaladar.com

VER Comentarios

Portada de Directo al Paladar