Qué es y para qué sirve un batidor con punta de bolas (y cómo escoger el mejor)

El batidor de varillas manual es un accesorio imprescindible en cualquier cocina doméstica o profesional, tanto para recetas dulces como saladas. Los de tipo globo, con sus distinto tipos, son los más comunes, pero existe una variante de diseño peculiar cuya forma puede llamar mucho la atención. Es el batidor con punta de bolas y puede ser la mar de útil, una vez sabemos cómo sacarle partido.

Su nombre es bastante auto explicativo y describe bien en qué consiste: se trata de un batidor formado por varillas paralelas que, a diferencia de sus primos, no están unidas en el extremo opuesto al mango. Son varillas separadas e independientes que terminan en una pequeña bolita, de ahí su apelativo.

Para qué sirve

Usamos los batidores para batir, que no es lo mismo que simplemente mezclar, y cada variante permite ajustar los resultados al máximo según el diseño de sus varillas. No todas las masas o ingredientes requieren el mismo tipo de batido, pues habrá ocasiones en las que nos interese incorporar mucho aire aportando volumen y estabilidad, como al trabajar con claras de huevo, mientras que otras veces querremos solo emulsionar.

El batidor de punta de bolas es ideal para esto último. Nunca lograremos montar un merengue o nata con él -o sería extremadamente complicado-, pero sí podremos remover y combinar ingredientes de distintas densidades y texturas con suavidad, logrando una homogeneidad perfecta sin llenar la mezcla de burbujas.

Ese es su punto fuerte: permite emulsionar y batir sin incorporar aire, rompiendo y evitando los grumos en las masas más ligeras. No funcionará con masas excesivamente duras y densas, como las de unas galletas o unos muffins, pero sí es perfecto para cremas, purés ligeros, chocolate fundido, salsas, natillas, masa de magdalenas, tarta de queso, flan... o para preparar unos huevos revueltos muy melosos.

El diseño de las bolas tiene otra función muy útil: alcanzar todos los huecos y rincones del recipiente donde se bate o mezcla. Parece una tontería, pero si trabajamos con una jarra medidora, cazos y ollas estrechas, sauciers o recipientes cilíndricos, este batidor es perfecto para remover homogéneamente. Es igual de práctico a la hora de raspar y trabajar mezclas en sartenes y cazuelas, y también para mezclar ingredientes secos rompiendo los grumos más grandes, como harinas o frutos secos molidos.

Cómo elegir el mejor

Un buen batidor de punta de bolas, que sea realmente útil y versátil, deberá estar fabricado con materiales de alta calidad como el acero inoxidable y ofrecer un mango ergonómico, cómodo y estable, que permita manejarlo bien y agarrarlo con fuerza.

Recomendamos que las varillas sean largas y finas, flexibles pero resistentes, que ofrezcan movilidad pero sin doblarse, manteniendo su forma rígida para transmitir firmeza a las puntas. Si escogemos un modelo con bolas de silicona, podremos usarlo sin miedo en materiales más delicados, sin riesgo a que se peguen al fondo, y tendremos la certeza de que aguantarán el calor sin estropearse.

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