Admitámoslo: el prensador de ajos es un utensilio tan básico como odiable. Todos hemos crecido con uno en la cocina familiar de casa, de calidad más o menos cuestionable y en muchos casos renegado al fondo de un cajón. Vemos a cocineros en la tele usarlo con maestría y un buen día nos animamos a invertir un poco más en un modelo nuevo, y vuelve a ser un fracaso. ¿Para qué lidiar con él si se puede picar todo a cuchillo?
En su defensa hay que reconocer que no es lo mismo un ajo prensado o machacado que picado. Según el resultado que busquemos en el plato y el tipo de preparación, nos interesará más usar dientes enteros, laminados, troceados, prensados, rallados o picados; aunque la diferencia nos parezca mínima, la textura, potencia y aroma de este ingrediente varía enormemente en función de la forma en que se corta.
Por eso siempre vuelvo al susodicho prensador, con la esperanza de reconciliarme con él y reincorporarlo a mi rutina culinaria básica. Sin embargo, los resultados suelen ser frustrantes cuando el diente no está todo lo fresco que debería, o tiene el tamaño inadecuado. A veces hay que hacer un gran esfuerzo con la mano para presionar con efectividad, y a menudo no logramos una buena textura. Y lo que es peor: limpiarlos es un incordio cuando dejamos más ajo destrozado dentro que el que podemos echar a la cazuela.
Este utensilio también genera un encendido debate entre los profesionales, con reconocidos chefs a favor de su uso, y otros que están completamente en contra. Anthony Bourdain, por ejemplo lo detestaba: "No sé qué es esa basura que sale exprimida de esas cosas, pero no es ajo", declaró en una ocasión. Se le acusa de destrozar el ajo, de no ser fácil de usar y de que, en lugar de ahorrarnos tiempo, nos hacer perder más al lidiar con su mecanismo y su limpieza. Y es otro trasto en la cocina.
Yo estaba a punto de desistir y posicionarme del lado de sus detractores, hasta que un buen día di por las redes con un modelo que me llamó la atención.
Joseph Joseph Rocker Verde Prensador de ajos, Acero Inoxidable
El mejor prensador es una mecedora
Bastó un comentario positivo en alguna web anglosajona acompañado de una imagen para despertar la curiosidad y la esperanza. Este novedoso prensador, llamado rocket, tiene una forma muy peculiar con un diseño que recuerda precisamente a lo que significa dicho término, "mecedora". Nada de palancas o múltiples piezas que apretar llenas de recovecos para limpiar. Había que probarlo.
La conocida marca Joseph Joseph, de la que en DAP más de uno somos fans por experiencias propias, tiene en su catálogo varios modelos de prensadores más corrientes, pero el Rocket supone una refrescante novedad. Formado por una única pieza íntegra, el diseño a primera vista es además bonito y elegante.
Su mecanismo es tan simple como efectivo, sin palancas, manivelas o tolvas. El diente de ajo a prensar se coloca, pelado, en una superficie estable, idealmente una tabla de cortar, para disponer la parte central del chisme sobre él, coincidiendo con una especie de rejilla de orificios hexagonales en la cara más exterior.
A continuación hay que presionar con las dos manos en cada uno de los extremos, que se elevan hacia arriba formando sendas curvas. No hay que hacer demasiada fuerza, pues imitando el movimiento de una mecedora, a un lado y otro, es mucho más fácil atravesar el ajo limpiamente, solo apretando con firmeza.
El diente queda prensado en forma de pequeños gránulos húmedos que no llegan a ser tan pastosos como cuando usamos un rallador, y quedan atrapados en la cavidad central superior. Para sacarlos solo hay que pasar una cucharilla, dejando en la parte trasera una fina capa del ajo prensado que sale como su fuera un papel transparente al cogerlo con los dedos.
Pueden quedar ocasionalmente pequeños restos en los orificios, pero se sacan en un segundo con un palillo, tenedor o bajo el grifo de agua. De hecho, solo con agua corriente ya podemos dejarlo limpio y sin olor a ajo, gracias a su material de acero inoxidable de alta calidad. En cualquier caso, es apto para el lavavajillas.
Entre los inconvenientes que tiene este diseño hay que mencionar la textura que deja en el ajo, quizá algo gruesa para el gusto de algunos, aunque, sinceramente, para obtener algo más fino yo directamente preferiría rallarlo o usar el mortero. Un prensado más pequeño además nos daría resultados extremadamente pungentes.
Es bonito, ocupa poco sitio, muy fácil de usar e ideal para personas con problemas de movilidad o poca fuerza manual, apenas deja residuos y es facilísimo de limpiar sin restos de olores. Puede que no se amolde a las expectativas de todo el mundo, pero en casa ya no queremos saber nada de los prensadores de ajo tradicionales.
Joseph Joseph Rocker Verde Prensador de ajos, Acero Inoxidable
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