Monumental, cuajada de legado romano, a los pies del Mediterráneo, conectada por alta velocidad y con una temperatura envidiable los 12 meses del año. Tarragona brilla y vibra, con su historia y su actualidad, para hacer de la antigua capital de la Tarraconense uno de los destinos más deseados por los turistas nacionales e internacionales.
Playas y arquitectura; gastronomía y tradiciones; circos y anfiteatros; historia medieval y el ascenso de los Césares; Tarragona es un destino perfecto para una escapada de fin de semana en cualquier momento del año, pero refulge con luz propia durante el invierno, donde coquetea con máximas diurnas de 18 grados, perfecta para refugiarse del frío de otras latitudes.
También es perfecta en primavera, quizás el mejor momento del año para descubrir la capital tarraconense, especialmente en el mes de mayo, cuando se celebra el evento Tarraco Viva, que llena la ciudad de recreaciones históricas basadas en la historia romana, o el otoño, donde el buen tiempo mediterráneo se expande y, además, ofrece atractivos de sol y playa con los que coronarse.
No obstante, en verano la ciudad vive también una particular eclosión, tanto con las Fiesta del Serrallo, en el mes de julio, rindiendo honores a la Virgen del Carmen, como en el mes de agosto, en la celebración de Sant Magí –patrón de la ciudad–, donde verbenas, la clásica mamadeta (una bebida a base de licor Chartreuse verde y amarillo con granizado de limón) y los castells abarrotan la ciudad.
![Santa Tecla C Manel R Granell](https://i.blogs.es/024dc5/santa-tecla-c-manel-r.-granell-/450_1000.jpeg)
No obstante, la Semana Santa de Tarragona además tiene una merecidísima fama, con algunas cofradías que procesionan desde hace más de 500 años, como sucede con la Procesión del Santo Entierro, organizada por la Real y Venerable Congregación de la Purísima Sangre.
También día grande es el 23 de septiembre, en esos coletazos estivales, con Santa Tecla, la fiesta mayor de Tarragona y donde durante una semana la ciudad vuelve a vestirse de gala para ver desfilar gigantes, correfocs, ensamblar castells y, sobre todo, la esperadísima Baixada de L'Àliga, donde se hace bajar al águila –símbolo de la ciudad– por las calles de la Part Alta al son de la música.
Día 1: un casco histórico milenario
Es difícil encontrar un solo rincón del casco antiguo de Tarragona que no esté marcado por la impronta romana. Un gusto para viajar en el tiempo que recomendamos visitar, tanto para familias como para parejas y grupos de amigos, en una ciudad accesible y muy fácil de recorrer a pie.
Mañana: del circo a la catedral
El recorrido puede comenzar en la muralla, la más antigua conservada de la península ibérica, que da paso a un entramado de calles adoquinadas donde el Foro Provincial, antiguo centro de poder de la Tarraco romana, sigue marcando la silueta urbana. La joya indiscutible es el Anfiteatro, a orillas del Mediterráneo, donde gladiadores y fieras protagonizaron espectáculos hace casi dos mil años. Desde su graderío aún se intuye la grandiosidad de una ciudad que fue clave en el Imperio.
Más allá de las huellas romanas, el casco histórico de Tarragona es un laberinto de plazas con soportales, palacios medievales y vestigios de su pasado musulmán y gótico. La Plaça del Fòrum es un buen punto para hacer una pausa y apreciar los restos del muro romano que la enmarca, antes de seguir hacia la calle Major, epicentro de la vida tarraconense, donde bares y comercios conviven con edificios históricos. Subiendo por ella, la silueta de la catedral de Santa Tecla se impone poco a poco, un templo que fusiona el románico y el gótico con una monumentalidad que sorprende al visitante.
![Catedral C Alberich Fotografs](https://i.blogs.es/c4fd4f/catedral-c-alberich-fotografs-/450_1000.jpeg)
La catedral, construida sobre un antiguo templo romano dedicado a Júpiter, es un testimonio del paso de las civilizaciones. Su portada principal, con un rosetón imponente y una rica escultura gótica, es solo el preludio de lo que espera en el interior: un claustro de serena belleza, con capiteles historiados que narran escenas bíblicas y cotidianas, y una nave que acoge retablos, frescos y el imponente altar mayor. Desde su campanario, al que se puede subir, la vista de la ciudad y el mar recompensan el esfuerzo
Comida: El Terrat
![Royal De Ostras Y Lubina Ahumada C David Oliete](https://i.blogs.es/7d53ce/royal-de-ostras-y-lubina-ahumada.-c-david-oliete./450_1000.jpeg)
El Terrat es, seguramente, uno de los restaurantes más creativos de la escena actual escena gastronómica de Tarragona. Comandado por el chef local Moha Quach, la propuesta de este establecimiento (galardonado con un sol Repsol) en el casco histórico de la ciudad se adentra en el legado romano para, en la medida de lo posible, adaptar recetas de la Antigüedad a la cocina actual, aunque no todo se embebe de esa historia.
![El Terrat](https://i.blogs.es/93d32d/475746217_1569502183687852_9063257396436676457_n/450_1000.jpeg)
Con dos menús degustación y también posibilidad de pedir a la carta, El Terrat es una buena idea tanto para los que busquen un perfil innovador como los que apuesten decididamente por la materia prima donde no faltan los productos de la lonja, un arroz –que cambia a diario– y platos de autor en los que el chef muestra sus herencias culinarias.
Tarde: de museos y paseos
Sin salir del casco histórico de Tarragona, la ciudad se preña de museos que permiten recorrer los más de dos milenios de historia viva que aquí se atesoran. Uno de los imprescindibles es el Museu Nacional Arqueològic de Tarragona (MNAT), que alberga una de las colecciones romanas más importantes de España y el cercano Museo y Necrópolis Paleocristiana permiten admirar mosaicos, esculturas y objetos cotidianos que cuentan la vida en la Tarraco imperial.
Además, el Pretorio y el Circo Romano, gestionados por el MNAT, permiten pasear entre los restos de las gradas y pasadizos subterráneos donde se celebraban las carreras de cuadrigas.
![Torre De Los Escipiones C Alberich Fotografs](https://i.blogs.es/0bae9a/torre-de-los-escipiones-c-alberich-fotografs-/450_1000.jpeg)
Para los amantes del arte y la historia medieval, el Museu d’Història de Tarragona es una parada obligada. Ubicado en varios espacios históricos de la ciudad, su sede más destacada es la Casa Castellarnau, aunque está actualmente en obras.
También merece la pena visitar la Casa Canals, otro palacio con vistas privilegiadas al mar que conserva mobiliario original y exposiciones sobre la evolución de la ciudad. Estos espacios ofrecen una mirada más cercana al pasado medieval y barroco de Tarragona, a menudo eclipsado por su legado romano.
![Tarraco Viva C Manel Antoli Rv Edipress](https://i.blogs.es/609699/tarraco-viva-c-manel-antoli-rv-edipress-/450_1000.jpeg)
El arte sacro también tiene su espacio en el casco antiguo, con el Museu Diocesà de Tarragona, ubicado dentro del conjunto de la catedral de Santa Tecla. Este museo alberga una valiosa colección de piezas religiosas, desde retablos góticos hasta tapices flamencos, además de reliquias y documentos históricos de la archidiócesis. Una de sus joyas es el claustro románico de la catedral, cuyas columnas talladas cuentan historias bíblicas y escenas de la vida medieval
Cena: sabores de siempre
![El Llagut](https://i.blogs.es/f6cb32/el-llagut/450_1000.jpeg)
Cocina marinera de primera en el corazón tarraconense espera en El Llagut, donde ya el aspecto del local nos traslada a esos matices náuticos. Aquí la bandera la llevan los arroces, tanto secos como melosos, pero también una especialidad local: la masqueta.
En este caso, este tipo de arroces que tienden a seco se inician añadiendo aceite a una perola y, cuando humea, se incorpora el fumet de pescado, lo que genera una serie de chispazos –como un petardo, de ahí lo de masquetas–, que era la forma típica en la que los ranxeros (cocineros de a bordo en los pesqueros) lo elaboraban.
También de aquí no habría que irse sin probar sus boquerones, la particular forma que tienen de trabajar los escabeches y, si la lonja lo permite, los canyuts del Delta del Ebro, unas pequeñas navajas, exquisitas y muy jugosas.
Otra muy buena opción, al lado del Foro Romano, es el restaurante Barquet, un negocio familiar que ha pasado de padres a hijos y que ha ido actualizando su estética pero ha mantenido el compromiso con el producto local. Sus gambas blancas, los langostinos a la plancha o la forma de trabajar los sepionets son imprescindibles, tanto como las espardeñas a la romana, una rareza a la que echar el guante si se puede.
Día 2: Tarragona marinera y actual
Tarragona ha vivido por y para el mar desde que existe. Por eso, ya sea como puerto pesquero o como paso obligado de mercancías, la capital tarraconense y la vida marinera han tenido un vínculo indisoluble que aún hoy se mantiene. Quizá con menos vivacidad que en tiempos pretéritos e, indiscutiblemente, con otro tipo de embarcaciones, pero acercarse al puerto es otro punto fuerte de la ciudad.
Mañana: barrio del Serrallo
![El Serrallo C Manel Antoli Rv Edipress](https://i.blogs.es/55e131/el-serrallo-c-manel-antoli-rv-edipress-/450_1000.jpeg)
El Serrallo es el alma marinera de Tarragona, un barrio que sigue latiendo al ritmo del mar y de sus gentes. Surgido en el siglo XIX como un asentamiento de pescadores, aún conserva su esencia, con sus casas bajas de fachadas coloridas, las redes secándose al sol y el ir y venir de barcas en el puerto.
Pasear por su paseo marítimo, junto a la lonja, es ver de cerca el trabajo de los pescadores, que cada tarde regresan con sus capturas para la subasta diaria. El vínculo de Tarragona con el mar viene de antiguo, cuando los romanos hicieron del puerto de Tarraco un enclave estratégico para el comercio mediterráneo, un papel que nunca ha perdido.
![El Serrallo C Manel Antoli Rv Edipress](https://i.blogs.es/fd97aa/el-serrallo-c-manel-antoli-rv-edipress-/450_1000.jpeg)
El barrio del Serrallo no solo vive del mar, sino que lo celebra. Su fiesta mayor, la festividad de la Virgen del Carmen, se celebra cada 16 de julio con una procesión marinera que llena el puerto de embarcaciones engalanadas. La imagen de la virgen es llevada en barco mientras los pescadores, vecinos y visitantes la acompañan desde el agua y desde tierra.
Es un momento de profunda emoción, donde tradición y devoción se mezclan en una de las estampas más auténticas de Tarragona. Durante las fiestas, el Serrallo se llena de actividades: música en la calle, competiciones de remo y encuentros gastronómicos donde el pescado y el marisco son protagonistas.
Además, para los que quieran profundizar en su historia, una visita al Museo del Puerto permite conocer cómo ha evolucionado la vida marinera de Tarragona, desde los antiguos astilleros hasta la modernización de la pesca. En el Serrallo, el mar no es solo un paisaje, sino la razón de ser de todo un barrio.
Comida: de ruta marinera
![Rossejat De El Posit](https://i.blogs.es/eb7129/rossejat-de-el-posit/450_1000.jpeg)
Opciones en el Serrallo para comer hay muchas, tanto de bares como de restaurantes. En función del presupuesto y lo que pretendamos hacer, podemos ir desde opciones más modestas como el bar Verge del Carme, un clásico de toda la vida, con vistas a la Iglesia de San Pedro y donde alternar en la comiéndose unas sardinas asadas o unos mejillones al vapor, pero también restaurantes.
En este sentido, en lo clásico encontramos una referencia que es siempre un acierto para el que busca marisco y pescado del día como Ca L'Eulalia donde, si la temporada lo permite, sirven estupendas gambas blancas, langostinos, pulpitos y espardeñas de primera.
![Sardinas Asadas](https://i.blogs.es/5c8d25/sardinas-asadas/450_1000.jpeg)
Más moderna es la estética de El Pósit, aunque la base sigue siendo el producto. Gambas, navajas, sepionets, langostinos y pulpo conforman la columna vertebral de un restaurante donde también disfrutar de buenos arroces.
Tarde: de paseos, urbanos y marítimos
El perfil orográfico de Tarragona y su temperatura amable invita a caminar. Poner como broche del viaje, levantando siempre la mirada, la Rambla Nova y las playas de la localidad es toda una invitación a volver. La Rambla Nova, bien arbolada, es perfecta para caminar sin prisas, detenerse en alguna terraza a disfrutar de un café y contemplar la arquitectura que mezcla lo clásico con lo moderno.
![Vista De La Rambla Nova C Manel Antoli Rv Edipress](https://i.blogs.es/aa09bd/vista-de-la-rambla-nova-c-manel-antoli-rv-edipress-/450_1000.jpeg)
Al final de la Rambla Nova, el famoso Balcón del Mediterráneo ofrece una vista impresionante del mar, un punto imprescindible para tomar fotografías y dejarse envolver por la brisa marina. Desde aquí, la conexión con el litoral es natural, invitando a continuar la caminata hacia el paseo marítimo.
El Paseo Marítimo Rafael de Casanova es la mejor ruta para quienes desean disfrutar del Mediterráneo sin alejarse de la ciudad. Flanqueado por vegetación y acantilados, este recorrido bordea el mar y permite observar los restos de la antigua muralla y el anfiteatro romano, un testimonio del glorioso pasado de Tarragona.
![Muralla Paseo Arqueologico C Manel Antoli Rv Edipress](https://i.blogs.es/0a8fdd/muralla---paseo-arqueologico-c-manel-antoli-rv-edipress-/450_1000.jpeg)
Para culminar la jornada, nada mejor que relajarse en una de las playas urbanas de Tarragona, como la Playa del Miracle, ubicada a pocos minutos del centro. Su arena dorada y aguas tranquilas la hacen perfecta para tomar el sol, darse un baño refrescante o simplemente descansar después de un día de exploración. Otra opción encantadora es la Playa de la Arrabassada, un poco más extensa y con un ambiente más relajado, ideal para disfrutar de un atardecer espectacular.
Imágenes | Turismo de Tarragona.