Con la llegada de la primavera se multiplican los planes al aire libre y hemos encontrado uno perfecto para amantes de la cultura vasca, de la naturaleza y del arte al mismo tiempo.
Se trata del imponente museo Chillida-Leku, uno de los mejores museos al aire libre de España, y que espera a las afueras de la localidad guipuzcoana de Hernani, concretamente en el caserío Zabalaga, que sirve de sede para recorrer los hitos más importantes en la obra de uno de los escultores vascos más reconocidos: Eduardo Chillida.
Justo en 2024, año en que se conmemora el centenario de su nacimiento, el museo Chillida-Leku retoma el pulso a la figura del escultor, afamado por sus trabajos al aire libre con obras gigantescas en acero y piedra, pero que también trabajó otro tipo de materiales como el alabastro y la lana.
Inaugurado en el año 2000, el museo cerraría sus puertas en 2010, debido a la crisis económica. Tuvieron que pasar nueve años más para su reapertura, a cargo de la galería Hauser & Wirth, representante del patrimonio de Chillida, la que recuperaría el museo para la causa.
En la actualidad, hablamos de 13 hectáreas de bosques y jardines en los que aparecen hasta 40 esculturas diferentes de la obra de Chillida, incluyendo algunas tan rememoradas como el Homenaje a Balenciaga, el Arco de la Libertad o el Homenaje a Braque.
En piedra (especialmente en granito rosa) y acero, dos de las grandes especialidades de las megaesculturas de Chillida, el recorrido del museo Chillida-Leku constituye uno de los mejores planes que se pueden hacer en esta primavera en Guipúzcoa.
A apenas 15 minutos de coche y a 30 minutos en transporte público de la ciudad de Donostia, Chillida-Leku es una de las grandes oportunidades de descubrir cómo el entorno natural se funde con la mastodóntica obra de Chillida, siempre engarzada en su vínculo con los espacios abiertos.
A ello hay que sumar la presencia del propio caserío Zabalaga, datado del siglo XVI, elegido por Chillida como el lugar donde quería mostrar su obra y que tras una intensa remodelación, respetando la construcción original, sirve también como museo donde encontrar las piezas más delicadas de la obra del escultor vasco que también trabajó materiales como el alabastro, la madera y la lana, muy vinculados a la cultura artística de Euskadi.
Imágenes | Museo Chillida-Leku
