Paralelo al popular Mercat de Santa Catarina y enclavado en pleno Barrio Gótico, así dio la bienvenida Barcelona al hotel Edition, que en apenas cinco años se ha convertido en uno de los mejores embajadores de Barcelona aunque sea de sus más internacionales vecinos.
Un mismo idioma, pero con un acento distinto. Así se puede entender esta cadena de hoteles que pertenece a Marriott y que fundó Ian Schrager, el promotor de la famosa discoteca neoyorquina Studio 54, y que encontró en la hotelería la forma de continuar con aquel casi clandestino club.
Concebidos entre Schrager y el equipo de Marriot, los hoteles Edition son objeto de culto en los cinco continentes y con dos ubicaciones en España —la de Barcelona y otra en Madrid— y quince en todo el mundo, basando su estética en un eclecticisimo arquitectónico que, sin embargo, no rechaza a los detalles locales.
Así sucede con The Barcelona Edition, que además apuesta por una gastronomía local y cuidada que es capaz de tentar a los paladares extranjeros que pueblan sus mesas, atraídos por la garantía de la marca.
Aquí es donde entra en escena el Bar Veraz, una auténtica declaración de intenciones, que se convierte en el restaurante de referencia de este hotel que ha puesto en las verdes manos del chef Xavier Pellicer buena parte de su primavera.
La 'green card' de The Barcelona Edition
Conocido por ser uno de los chefs que más utilizan las verduras y los vegetales en su cocina, Xavier Pellicer no es un cocinero al uso, sino un chef con una conciencia que mezcla bienestar, salud y sabor a partes iguales.
En conjunto con Pedro Tassarolo, chef ejecutivo del hotel, Pellicer ha abierto una puerta verde en Edition, tras haber sido reconocido su restaurante como el mejor restaurante de vegetales del mundo por la guía We’re Smart Green Guide.
Biodinámica, ecología y proximidad mecidas en un estilo de cocina española y mediterránea que comparten los mismos mimbres que Tassarolo, argentino con experiencia en cocinas como El Bulli, Mugaritz o The Fat Duck.
Al frente de la cocina de The Barcelona Edition desde su apertura, Tassarolo se ha empapado de las señas de identidad de la gastronomía catalana y tampoco ha olvidado el carácter de bar. No en vano, Bar Veraz preconiza una carta compartible y non stop en la que deja hay mucho acento —como en las anchoas, en los quesos o en el pa amb tomaquet— y también frescura a costa de pescados del día, carnes de proximidad o unas curiosas croquetas de ragú de pulpo.
Una cocina con cuatro elementos
Aire, fuego, tierra y agua son los elementos naturales. Pellicer los traslada a la mesa, convertidos en raíz, fruta, hoja y flor. Así da juego a que la flor sea una crema de alcachofas ecológicas y espuma de almendras y trufa.
La raíz, curiosa, se convierte en un milhojas de apionabo y un toque de trufa melanosporum, que reivindica esos sabores terrestres. Uno de los iconos de Pellicer y el único plato compartido entre su restaurante y Bar Veraz, donde ha dejado estos cuatro platos como efímero legado hasta el 19 de abril.
Junto a ello, la reinterpretación de las verduras a costa de encurtidos donde rábanos, alcachofitas y brócolis demuestran que hay una vida más allá en texturas y tamaños, comprendiendo también la pureza de la huerta. Como remate, de nuevo una dignidad renovada para una hortaliza tan clásica como es la col, fundamental en la cocina catalana.
Sólo que en este caso la prensa, haciéndola muy mediterránea y ligera con una mezcla de tomates secos, alcaparras y limón confitado, haciendo más fresco y primaveral un bocado que remata con jugo asado de cebolla. Una oportunidad única que, además, se puede maridar con vinos biodinámicos elegidos por el propio Pellicer.
La 'escalera' al cielo de Barcelona
Reconocidos por la escalera que preside su hall y también por la omnipresencia de billares, The Barcelona Edition se aferra a las maderas nobles para una decoración interior que mezcla vanguardia y calidez, destinada a esa 'ascensión' barcelonesa.
No en vano, aún en el centro de la ciudad, el diseño de The Barcelona Edition apuesta por la luminosidad desde sus flancos abiertos, coronados por un rooftop donde también se sirven comidas y cócteles, abrigados por una panorámica 360º de la ciudad.
Ya más furtivo, fiel al estilo del Studio 54, The Barcelona Edition se vuelve más canalla con Punch Room, a modo de coctelería donde el billar preside la escena y, sobre todo, con el Cabaret. Situado en el sótano del edificio, este espacio actúa como discoteca, club y sala de cenas, copas y fiesta, llenándose de música en director y bandas de música en directo y DJs, abiertos tanto para el huésped del hotel como para viajeros y barceloneses que quieran dejarse cautivar por el toque Schrager.
Imágenes | The Barcelona Edition
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