El bar de Barcelona consagrado a las anchoas donde puedes comer bandejas de encurtidos de todas las medidas

Está en marcha desde 1995 en el barrio de Sant Andreu y también tiene entre sus hits el vermú

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En el barrio barcelonés que conecta Maragall con el Congrés i els Indians, se encuentra un lugar donde las anchoas y el vermut son los protagonistas desde 1995. La Bodega Luis, ubicada en el número 74 de la calle Pinar del Río, es más que un bar de barrio. Desde su fundación, ha sido el rincón predilecto de los amantes del aperitivo clásico, fan de las recetas de siempre, sin experimentos.

El alma de la Bodega Luis radica en sus anchoas, que son un verdadero homenaje al arte de los encurtidos. Estas se sirven solas o también acompañadas de una selección de olivas, mejillones en escabeche y berberechos, todos presentados en combinados de conservas que varían en tamaño y sabor.

Los clientes pueden elegir entre opciones personalizadas, que además se acompañan de salsas de vermut que han ganado gran popularidad en la ciudad, como la famosa Espinaler, presente en cualquier picoteo hipster de todas las calles de la capital catalana.

Lo que diferencia a este local de otros es su capacidad para mezclar tradición con un toque actual. Aunque mantiene el espíritu de las bodegas de barrio, ha sabido adaptarse a las tendencias (ojo, las viejunas), convirtiéndose en un lugar imprescindible para los amantes del vermut de grifo.

Este vermut, que es otro de sus grandes fuertes, tiene un pequeño secreto en su receta que el propietario actual, nieto de los fundadores, comparte a veces con los clientes más fieles.

A pesar de los años, la Bodega Luis conserva tanto en el continente como en el contenido su esencia original. Las paredes, decoradas con botellas antiguas y recuerdos de su trayectoria, crean un ambiente acogedor y auténtico que invita a quedarse.

No es extraño ver a los vecinos del barrio compartiendo charlas animadas mientras disfrutan de su aperitivo favorito, algo que refuerza el espíritu comunitario de este local.

Uno de los atractivos de este lugar es la sencillez con la que se celebran los pequeños placeres de la vida. Un plato de anchoas, un poco de vermut y una charla amena son suficientes para sentirse en casa. Además, las dimensiones de los combinados permiten que cada visita sea única, adaptada al hambre y al antojo del momento.

Una bodega de barrio

El nieto de los fundadores, quien ahora está al frente del negocio, ha sabido mantener viva la tradición familiar. Aunque han pasado casi tres décadas desde que abrió sus puertas, la Bodega Luis sigue siendo fiel a los valores con los que comenzó: ofrecer productos de calidad, un ambiente cálido y la experiencia genuina de una bodega de barrio.

En una Barcelona donde los bares tradicionales están siendo reemplazados por conceptos más modernos, la Bodega Luis resiste como un baluarte de lo auténtico. No solo es un lugar donde disfrutar de buenos productos, sino también un espacio donde se conserva la memoria gastronómica de la ciudad.

Sus anchoas, su vermut de grifo y el ambiente que allí se respira son una invitación a descubrir (o redescubrir) la esencia del aperitivo barcelonés con sello de Reus, de donde viene el vermut más famoso del entorno. Es un rincón donde el pasado y el presente se encuentran para ofrecer un momento de puro disfrute.

Bodega Luis

  • Dirección: Pinar del Río, 74. Barcelona
  • Teléfono: 628 681 640
  • Precio: 15 euros
  • Horario: De martes a viernes, de 9 a 15 y de 18 a 21 horas. Sábado y domingo, 9 a 15.30 horas.

Foto | @bodegalluis/Instagram

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