Cuesta creer que en el centro histórico de una ciudad como Santiago de Compostela, seguramente la más turística del noroeste peninsular, queden aún rincones al margen de la masificación en los que encontrar una propuesta gastronómica que se salga de lo habitual y que no esté enfocada fundamentalmente al visitante. Sin embargo, el norte de la ciudad vieja compostelana guarda aún algunos secretos, lugares más tranquilos, al margen del ir y venir de peregrinos y viajeros, a los que vale la pena asomarse para tomarle el pulso al ritmo de vida de los compostelanos.
Uno de estos espacios se encuentra en la calle Algalia de Abaixo, en una zona que, a pesar de encontrarse a poco más de 150 metros del último tramo del Camino de Santiago y a apenas 5 minutos andando de la catedral, mantiene en buena medida un ritmo más pausado, al margen del bullicio y de las ofertas enfocadas al público de paso.
Se trata de Casa dos Xacobes, un restaurante atípico, que no llama demasiado la atención desde el exterior y que ocupa el espacio que antiguamente acogió al desaparecido Texturas Galegas, que fue un clásico de la cocina actualizada de la ciudad.
Casa dos Xacobes basa su éxito en el boca a boca, en un público fiel que repite y que recomienda la visita antes que en campañas publicitarias. Lo suyo ha sido el crecimiento orgánico a lo largo de sus cinco años de trayectoria, la consolidación de una clientela habitual que llega, en muchos casos, atraída por su menú del día y que luego repite para explorar su carta con más calma.
Porque es precisamente esa exploración, la curiosidad del comensal y la inquietud de los cocineros, la que marca por dónde transcurre la cocina de esta casa. Megu Ramil y su hijo Jacobo, este último con experiencia en cocinas del sudeste asiático, no han apostado nunca por lo fácil, que seguramente sería, con una ubicación como la que disfrutan, una carta de clásicos del recetario gallego tradicional o bien una propuesta más actual basada en los platos de moda en cada momento.
Este tándem culinario madre-hijo ha decidido, por el contrario, explorar otra vertiente del producto local. Con base en la despensa autóctona y la visita al mercado, proponen una cocina de fusión bien entendida, platos que exploran sabores que resultan exóticos en la ciudad y que lo hacen desde una perspectiva desenfadada, alejada de prejuicios y de complejos.
De ese modo, en su oferta, siempre cambiante, pueden encontrarse platos que reinterpretan clásicos locales, como los mejillones en escabeche o la merluza con ajada, a los que suelen aportar un toque propio, tal como ocurre con el pulpo a la plancha con kimchi o con los berberechos al vapor con chimichurri de tomate, pero también toda una oferta basada en el producto del mar, que es uno de los pilares de esta cocina, como no podía ser de otro modo dada su cercanía a la plaza de abastos de la ciudad: volandeiras con jugo de salpicón, navajas en escabeche cítrico con emulsión de aceitunas, escabeche de xarda (caballa) con verduras y algas en vinagre de O Ribeiro…
Un tercer pie de la oferta de Casa dos Xacobes descansa en los vegetales, en una huerta autóctona que suele cobrar aquí un protagonismo poco habitual en los restaurantes de la ciudad y lo hace a través de propuesta de temporada como los espárragos a la brasa con ajoblanco, el salteado de verduras con crema de boniato, las berenjenas a la brasa con tomate nikkei y crema de kalamata o la calabaza a la brasa con mojo verde y queso de oveja.
Todas esas familias de platos, entre los que no faltan algunas propuesta de carne, como el lomo de cerdo con salsa de quesos gallegos, la pulga de lacón trufado con crema de manzana y brotes o un steak tartar de corte más clásico, se ven atravesado por una línea conductora que reaparece aquí y allá en la carta: una influencia de cocina asiática, y en particular, aunque no en exclusiva, tailandesa que ha hecho que, en ocasiones, se haya definido la propuesta del restaurante como galaico-thai.
En esa vertiente de la carta se encuadran platos como su popular curry de gambas, el chili crab, el pollo khao soi o recetas heterodoxas como los canelones tikka masala o los mejillones con curry massaman. Todo ello acompañado, además, de frecuentes sugerencias fuera de carta inspiradas por el mercado del día.
Pero si hay algo que ha hecho realmente popular a Casa dos Xacobes entre los compostelanos, son sus imbatibles menús del día, que por un precio cerrado de 14€ ofrece en la actualidad primero, principal y postre, con dos opciones en cada apartado entre las que no suele faltar al menos una opción vegetariana y que, como el resto de la carta, viaja entre clásicos más cercanos al recetario local, que pueden ir desde un clásico caldo gallego a un potaje de garbanzos y grelos o un arroz de merluza y mejillones, y propuestas viajeras como las lentejas thai, el kebab de chipirones o el Pad Kra Pao de presa de cerdo alimentado con castañas.
En resumen, la de Megu y Jacobo es una cocina ecléctica, desenfadada, y que se resiste a las etiquetas ¿Cocina viajera? Sí, pero no sólo ¿Cocina ligera? Es verdad que con frecuencia tiene su base en lo vegetal y que tiende a huir de la contundencia excesiva, pero tampoco renuncia, en ocasiones, a platos más potentes en ese sentido. Cocina de base local y abierta al mundo, pensada para comensales curiosos que quieran huir de tópicos y que disfruten de platos bien elaborados, más allá de etiquetas.
En apenas cinco años Casa dos Xacobes se ha convertido en un imprescindible compostelano, un clásico discreto y de diario, más allá de modas y de tópicos, frecuentado por una clientela local a la que, ocasionalmente, se unen comensales de paso.
El restaurante ha luchado en este tiempo para mantener sus señas de identidad sin subir sus tickets medios y, gracias a ello, se ha convertido en ese local que a todos nos gusta tener cerca, en el que disfrutar de cocina bien elaborada, divertida y de precios contenidos; ese lugar al que volver sabiendo que te va a sorprender y que siempre vas a salir satisfecho.
Casa dos Xacobes
- Dónde: Algalia de Abaixo, 33. 15702 Santiago de Compostela
- Reservas: 617 46 01 99
- Precio medio: 28-33€ carta, menú del día 14€
- Horarios: cierra lunes. Martes y domingo solo sirve comidas.