Castillos, senderismo, aceite de oliva y buitres leonados: la escapada al pueblo de Cádiz que lo tiene casi todo

Seguramente no haya momento del año en el que no merezca la pena escaparse a la provincia de Cádiz. No importa la estación en la que estemos pensando, que Cádiz siempre acaba sorprendiendo. Curiosamente, masificada y popularizada por sus destinos de costa en primavera y verano, la realidad es que hay una Cádiz interior que —lógicamente— ha ido ganando muchísimo peso en las últimas décadas.

Rutas como las de los Pueblos Blancos suponen un acicate turístico en la sierra de Cádiz donde destacan municipios como Vejer de la Frontera, Arcos de la Frontera o, el que hoy nos ocupa: Olvera.

Convertido en uno de los municipios más relevantes de la provincia de Cádiz dentro del sector del aceite de oliva, Olvera no es sólo un paraíso vestido de verde aceituna durante el invierno, sino también un destino vacacional perfecto para desconectar, descubrir los pueblos blancos, hacer ejercicio y conocer algo de su abundante patrimonio histórico y arquitectónico.

A 130 kilómetros de la ciudad de Cádiz, Olvera limita con las provincias de Sevilla y Málaga, fiel a ese carácter serrano. Por eso, no extraña que entre los lujos olvereños encontremos la reserva natural del Peñón de Zaframagón, que es la mayor anidación de buitres leonados de toda Andalucía —y una de las mayores de España—.

Además, Olvera también presume de recorridos senderistas como la Vía Verde de la Sierra, que es la única ruta de esta consideración que está declarada de interés turístico de Andalucía. A su vez, Olvera, por su fisonomía, está declarada conjunto histórico-artístico desde 1983.

Qué ver y qué hacer en Olvera, Cádiz

En sus motivaciones, el casco histórico, bien definido por un skyline en el que lo militar y lo eclesiástico coexiste, deja una de las postales de la Sierra de Cádiz más imponentes, enfrentando entre dos cerros la Iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación, erigida en el siglo XIX bajo estilo neoclásico.

En la otra cima se encuentra el antiguo castillo árabe de Olvera, levantado en el siglo XII como frontera defensiva entre el Reino de Granada y el pujante Reino de Castilla durante la Reconquista.

A eso hay que sumar más patrimonio religioso como la Iglesia de la Victoria o el Santuario de Nuestra Señora de Los Remedios, a las afueras de Olvera, así como parte de esos remanentes de arquitectura militar —como trozos de muralla— y las construcciones civiles como el barrio de la Villa, en la parte alta del pueblo, repleto de calles encaladas, estrechas y escondrijos que datan de la época musulmana y que rodeaba el castillo, formando la parte vieja de Olvera.

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