¿Dulce o salado? Moderneces y especialidades locales aparte, el concepto de desayuno español se vincula al tradicional pan con tomate y jamón -y su gran debate que divide al país-, conviviendo con la alternativa más golosa de churros y porras. No siempre es fácil elegir con qué llenar el estómago para arrancar el día, pero hay una churrería en Leganés que tiene la solución definitiva.
La han bautizado como porra serrana y su nombre describe perfectamente de qué se trata: una gran porra rellena de tomate y jamón serrano. Una idea que, de primeras, puede provocar rechazo en los paladares menos aventureros y fieles a la tradición, pero que, bien pensado, no está tan mal tirada. Y visto el éxito que tiene en La Ermita, la churrería madre de este invento, parece que la fusión de platos funciona.
Las mezclas de dulce y salado pueden ser un fracaso estrepitoso o funcionar a las mil maravillas, y en este caso deben haber dado con la tecla mágica. La masa de las porras y los churros en realidad no es tan dulce como podemos pensar, pues, como tantas frutas de sartén, la mayor cantidad de azúcar se añade después, para pringarnos bien los dedos al mojarlos en el café o chocolate. De hecho, la receta de porras más canónica no tiene ningún endulzante en la propia masa.
En el caso de la porra serrana no hay rebozado de azúcar, solo la tradicional masa crujiente por fuera y jugosa por dentro que tanta fama le ha dado a la churrería en su localidad madrileña, y de cuya preparación presumen en sus redes sociales mostrando el proceso de preparación, todo un arte. Bien gordotas y de longitud generosa, las porras serranas son el desayuno o merienda definitivo para indecisos o quienes necesiten una dosis extra de energía.
Por supuesto, en la churrería se pueden tomar porras normales con su azúcar y churros de lazo o en formato mini, también bañados en chocolate y/o rellenos con crema, pero la innovación de cocina fusión no se limita a jugar con el pan con tomate y jamón.
Para los que prefieran el sándwich mixto a primera hora tienen también su versión porra, rellena de queso y jamón cocido, y ya mejor para un almuerzo tenemos el churrodog servido con patatas fritas, o los salchichurros: churros, salchicha tipo frankfurt y mezcla de kétchup y mostaza. No tenemos ya tan claro que esta última mezcla funcione tan bien en estómagos más delicados, pero sin duda le irían genial unos churros de patata.
Ilsa Churrera metálica, Acero Inoxidable, Plateado, Altura 18 cm. Base 7 cm
Fotos | Churrería La Ermita
En DAP | Torrijas saladas
En DAP | Pan con tomate
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