Siendo una murciana que añora las montañas suizas, el norte de España es el destino perfecto para escaparse unos días, donde además podemos disfrutar de paisajes costeros estupendos. Mi último descubrimiento han sido las tierras cántabras, que como era de esperar, me han enamorado. También es un excelente destino gastronómico sobre todo si se es amante de los productos del mar. Sirva como ejemplo El Machi, la agradable taberna marinera que ofrece comidas durante todo el día junto al puerto de Santander.
En El Machi se levantan bien temprano dispuestos a servir desde desayunos hasta cenas tardías, sin olvidar el tapeo de la hora del vermut, almuerzos y comidas más copiosas donde triunfan sus arroces. Se trata de un espacio con solera, ya que se remonta a comienzos del siglo pasado con el antiguo Machichaco. La renovación del local y de la carta han respetado el ambiente marinero tradicional aportando un toque moderno sin caer en la pretenciosidad, configurando un espacio muy agradable para disfrutar de sus platos.
Situado cerca del puerto y con una agradable terraza, tras el histórico cartel de Atención al tren se abre un local no muy grande pero con el espacio bien aprovechado. Con una división en dos alturas, la clientela llena una barra que nos dirigue hacia el fondo donde se exhiben los pescados frescos del día bajo una decorativa pizarra. Las mesas para los que quieran comer con más tranquilidad se sitúan en un pequeño espacio separado a la derecha, y en el piso superior.
Todo está integrado en el mismo espacio, consiguiendo así un ambiente diáfano nada agobiante. La decoración homenajea la temática marinera más tradicional con un toque contemporáneo industrial que se percibe en detalles como la original lámpara elaborada con botellas. El dominio de tonos blancos y azules contribuyen a potenciar el aire marino del local, al mismo tiempo que resulta muy agradable e invita a disfrutar de la comida.
El Machi posee varias cartas, dependiendo de si se va a desayunar, a picar algo en la barra o a comer y cenar con propiedad. En general, como no podía ser de otra manera, predominan los productos del mar en diferentes categorías y atendiendo a la época del año para apostar por productos de temporada.
La taberna es famosa por sus rabas, que preparan de tres maneras diferentes, y por sus arroces, elaborados con arroz de Calasparra. Pero en la carta podemos encontrar muchas más opciones, desde las típicas frituras- algunas elaboradas con pasta orly -hasta ensaladas variadas, tapas más típicas, verduras a la plancha o guisos y cazuelas, sin olvidar una buena selección de mariscos.
A pesar de que los arroces tenían muy buena pinta, los tres hambrientos comensales que formábamos mi mesa preferimos optar por diferentes platos para compartir. El personal, rápido y atento, nos hizo algunas recomendaciones del día al mismo tiempo que nos servía las bebidas y una buena ración de un estupendo pan acompañado de tomate natural con buen aceite.
En primer lugar nos decidimos por una de las ensaladas, la de pimientos rojos asados, plato por el que siento debilidad. Los suculentos pimientos venían acompañados de bonito "del bueno", tomate con auténtico sabor, cebolleta suave y unas buenas anchoas locales. Todo aliñado en su punto con un buen aceite que potenciaba los sabores.
En cuanto a los platos calientes nos decidimos por unas almejas y unos pimientos rellenos, servidos en bonitas cazuelas metálicas que repetían los colores azul y blanco dominantes del local. Las almejas, en salsa marinera roja, eran de excelente calidad, grandes, carnosas y llenas de sabor a mar. Otras opciones disponibles para degustar este molusco bivalvo son en salsa verde y a la sartén, aunque la roja siempre es mi favorita.
La segunda cazuela también llegó a la mesa echando humo. Los pimientos verdes, tres unidades de generoso tamaño, se preparan rellenos de una deliciosa mezcla de rape y carabineros, y se cocinan en una suculenta salsa para la que fue obligatorio pedir otra ración de pan. Como guarnición de los platos calientes optamos por unos espárragos verdes entre todas las opciones que nos ofrecía la carta en cuanto a verduras a la plancha. Un plato correcto bien cocinado con materia prima de calidad.
Mientras terminábamos nuestros platos, la taberna se había ido llenando en cada uno de sus espacios. Los comensales de las mesas se mezclaban con los que todavía apuraban el vermut del aperitivo en la barra, mucha clientela local y algunos turistas que preferían el solecito de la terraza. Casi nos arrepentimos al ver pasar varios arroces y pescados a la plancha hacia diferentes mesas, pero ya estábamos bien servidos y podíamos continuar con nuestra visita a Santander.
La Taberna El Machi es sin duda una buena opción tanto para ir abriendo el apetito como para saciarlo por completo, especialmente en cuanto a productos del mar se refiere. Obtienen los pescados y mariscos directamente de la lonja cada mañana, y la carne proviene de ganaderías ecológicas locales, al igual que los huevos y los quesos, de producción artesana. El Machi ofrece buen servicio, ambiente agradable y calidad de la materia prima en sus recetas tradicionales con un toque más actual.
Taberna El Machi
Calle Calderón de la Barca 9 39002 Santander Teléfono 942 218 722 Web http://www.elmachi.es/ Precio medio 25-35€
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