Reconozco que la idea de visitar una de las cuatro torres más altas de Madrid me resulta muy seductora, ya que las vistas de la ciudad desde allí arriba suponen un innegable atractivo. Por eso me encantó cenar en Espacio 33, el restaurante más elevado de Madrid, donde pude disfrutar de un menú de altura, si me permitís el juego de palabras.
Este restaurante lleva unos cuantos años en funcionamiento aunque antes prácticamente solo daba servicio a los trabajadores de la Torre Espacio, en especial a los de las Embajadas allí situadas, como la de Canadá, Australia o la del Reino Unido. En la actualidad ofrecen un menú para comer a mediodía de lunes a viernes, o para cenar de martes a sábado, con las mejores vistas panorámicas de la ciudad.
Por las medidas de seguridad derivadas de su ubicación en la planta 33 de la Torre Espacio, hay que hacer reserva para acudir a comer. El lugar es muy acogedor, con una recepción muy amplia en la que relajarse o esperar a compañeros de mesa y mantel mientras se disfrutan de las vistas de la zona norte de la ciudad a través de sus inmensos ventanales situados a más de 130m de altura.
La decoración tanto en su comedor como en los reservados es delicada y agradable basada en tonos blancos y la atención del personal es exquisita, manteniéndose continuamente en segundo plano y simultáneamente, estando pendientes de los comensales. Además mantener la conversación es muy sencillo ya que no hay ningún ruido que venga del exterior.
La degustación
En Espacio 33 se ofrecen menús muy atractivos, con gran calidad y con innovadoras propuestas gastronómicas muy interesantes. El día que yo fui a cenar, estos fueron los platos que degustamos: De aperitivo, yo tomé una crema tibia de foie con lentejas. Además de muy original estaba deliciosa. Mi acompañante tomó una versión del pulpo a feira, en formato cuadrado, perfecto de punto.
Como entrantes, pudimos probar unos raviolis de txangurro, sobre un caldo de cebolla tostada y agua de chipirón llenos de sabor a mar, así como un puré cremoso de huevo con bacon, cubierto de esferificaciones de trufa y caviar beluga, con un contraste de sabores impresionante.
Y como plato fuerte, la elección fue un tataki de salmón sobre unos puerros rehogados acompañado de hojas de aromáticas como salvia, cilantro y albahaca, completado con agua de tomate.
Para rematar la cena, elegimos como postre una composición de chocolates en diferentes texturas, formatos y porcentajes de cacao, que se completaron con los petit fours que trajeron con los cafés. Detalles como hielo hecho de café para tomar un café con hielo sin aguarlo os muestran el nivel de atención al detalle del lugar.
En resumen, este restaurante que recomendaría para ocasiones especiales, permite disfrutar de una cena deliciosa con unas vistas que animaban a soñar y hacer proyectos. Por eso os dije al principio que fue un auténtico menú de altura que pudimos disfrutar en el restaurante más elevado de Madrid.
Espacio 33
Paseo de la Castellana 259 D Torre Espacio planta 33 Precio 60 euros sin bebidas Reservas 91 4276891 Web | Espacio 33
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