Que en España los abuelos son los dueños de la playa no lo duda nadie, ni siquiera el guiri que acaba de aterrizar en cualquiera de nuestras playas y observa, alucinado, a las 7.30 horas de la mañana la procesión de sombrillas llevadas por sacrificados ancianos.
Pero esto no es así en otros países, donde la playa tiene sus normas y, sobre todo, sus tarifas: tumbonas y sombrillas plantadas a primera línea (como en muchas playas españolas también) son gratuitas.
Sí, son un regalo en una playa italiana, país en el que se suele pagar por parkings playeros e incluso por acceder a muchos arenales, a diferencia del nuestro.
Pues bien, es en la isla de Elba, la isla de exilio de Napoleón en el mar Tirreno, donde el consistorio municipal de Porto Azzurro ha decidido hacer que una de sus playas sea verdaderamente pública.
Se trata de La Rossa, con una de las pocas playas con sombrillas y hamacas gestionadas directamente por parte del ayuntamiento y donde no son raras las imágenes de bañistas buscando a quién pagarle.
Es más, su alcalde, Maurizio Papi, no solo asegura, según Il Post, que se puede hacer sino que espera que otras localidades imiten esta iniciativa que revierte las dinámicas según las cuales las playas pasan a ser un gasto en lugar de una fuente de ingresos.
Además, en esta playa el agua está limpia y es segura, lo que convierte a esta zona en un lugar idóneo para considerar en cualquier viaje a la región.
Papi está en su sexto mandato y es el médico de referencia de la zona, aparte de su alcalde desde 1985. Gracias a la compra de 50 sombrillas y un centenar de hamacas, cualquiera que llegue a las orillas de La Rossa puede pasar allí un agradable rato.
Foto | Mikhail Nilov y Aysegul Alp
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