A medida que la primavera avanza y las temperaturas suben, los madrileños se lanzan en busca de sombras y áreas verdes para disfrutar del buen tiempo. Los parques más emblemáticos de la ciudad, como El Retiro, la Dehesa de la Villa, la Casa de Campo o Madrid Río.
La mala noticia es que se llenan rápidamente de familias, corredores y turistas deseosos de disfrutar del aire libre. Estos espacios son el pulmón de la ciudad, pero a menudo, su popularidad puede hacer que encontrar un rincón tranquilo sea todo un desafío.
En la búsqueda de alternativas menos concurridas, muchos residentes y visitantes descubren otros rincones verdes igualmente encantadores. El Parque Juan Carlos I es una opción conocida, con su vasta extensión y variedad de instalaciones.
Sin embargo, para aquellos que buscan un refugio aún más céntrico y tranquilo, la Quinta de la Fuente del Berro se presenta como una joya oculta. Este parque ofrece un oasis de frescura en pleno centro de Madrid, ideal para evitar las multitudes de El Retiro sin tener que aventurarse hasta la periferia.
La Quinta de la Fuente del Berro, ubicada en el distrito de Salamanca, es un lugar mágico que muchos madrileños aún no han descubierto. Este parque histórico, con una extensión de aproximadamente 13 hectáreas, combina naturaleza y arte, ofreciendo un entorno sereno y pintoresco. Sus cascadas, fuentes y jardines bien cuidados proporcionan un escape perfecto del bullicio urbano.
El parque está abierto todos los días del año, con horarios que varían según la temporada: en invierno, de 6:30 a 22:00 horas, y en verano, de 6:30 a 23:00 horas. La entrada principal se encuentra en la calle Enrique D'Almonte, aunque también se puede acceder desde la calle Alcalá y la Avenida de la Paz.
La Quinta de la Fuente del Berro no solo ofrece tranquilidad y belleza natural, sino también una variedad de actividades para todas las edades. Los senderos que serpentean a través de sus jardines son perfectos para pasear, correr o simplemente sentarse a leer un libro bajo la sombra de un árbol. Los amantes de la botánica disfrutarán explorando la diversidad de especies vegetales, mientras que los aficionados a la historia apreciarán las esculturas y fuentes que adornan el parque.
Para las familias, el parque cuenta con áreas de juegos infantiles, y los espacios abiertos son ideales para picnics y juegos al aire libre. Las cascadas y fuentes añaden un toque de frescura y serenidad, creando un ambiente perfecto para relajarse y desconectar del ritmo frenético de la ciudad.
Imágenes | Turismo de Madrid