Este pueblo catalán de solo 2.000 habitantes quiere ser la cuna del café en Europa

Este es el proyecto de una pareja vecina de Osona que ha encontrado en su finca unas condiciones ideales para la plantación de este grano

En el corazón de Catalunya, un pequeño pueblo ha emprendido una ambiciosa misión: convertirse en un referente europeo de la cultura del café. Esta comunidad rural, cuyo paisaje está marcado por la agricultura tradicional, ahora está atrayendo miradas de todo el continente debido a un proyecto innovador que busca cambiar el rol de Europa en el mercado cafetero.

Lo que alguna vez parecía imposible para un rincón de Europa con un clima poco propicio para el cultivo de café, está siendo replanteado con dedicación por parte de una pareja, Eva y Joan, que tienen 5.000 cafetos en su finca en Sant Vicenç de Torelló, un pueblo de unos 2.000 habitantes en la comarca de Osona.

El proyecto se centra en la creación de un entorno de producción enfocado en las particularidades del grano de café, donde la ley que manda es la prueba y error. Lejos de ser un simple experimento agrícola, la iniciativa se basa en el estudio del terreno, la lluvia y el clima de la zona.

La pareja descubrió, según publican medios como el Diari ARA y El Nacional, esta zona reúne el 90% de las condiciones climáticas consideradas adecuadas para el cultivo del café, pese a encontrarse a miles de kilómetros de las zonas donde crece el café.

A la tercera, la vencida

Por ello, se involucraron en la plantación del café de sombra, que han tardado tres germinaciones en perfeccionar, con diferentes problemas en estas como la pérdida de la cosecha por temas burocráticos y problemas a la hora de germinar.

La tercera, la vencida, ha sido una cosecha que ha dado lugar a una cata que les ha permitido extraer conclusiones, como el hecho de que la planta de clima tropical aguanta temperaturas de hasta cinco grados bajo cero en invierno, y 40 en verano gracias a una adaptación genética.

De hecho, a base de estresar a la planta, esta se ha adaptado a la zona, y en los meses de calor vive al aire libre en un cultivo en sombra, mientras que en invierno pasa el frío en invernaderos.

El objetivo de este proyecto es alcanzar los 7.000 kilos de café a partir de cuando las plantas cumplan siete años, una cantidad que puede no parecer muy ambiciosa, pero que tiene planes de expansión y mejora.

Foto | Igor Haritanovich

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