Tierra de frontera, trascendental durante la Reconquista, Alcalá la Real hunde sus raíces históricas ya en tiempos íberos
Es Jaén, tierra de castillos, pero sus vistas se extienden y asoman sobre las provincias de Granada y Córdoba. Estamos en Alcalá la Real, una ciudad de poco más de 20.000 habitantes, capital de la comarca de la Sierra Sur de Jaén.
Tierra de frontera, trascendental durante la Reconquista, Alcalá la Real hunde sus raíces históricas ya en tiempos íberos. Sin embargo, sería a partir de la Edad Media cuando cobraría potencia, empezando por el período musulmán y más tarde como ciudad cristiana.
De hecho, sería Alfonso XI de Castilla el que otorgaría el apellido de 'La Real' a este municipio fronterizo que se encarama sobre el cerro de La Mota. Será este cerro también el que sirva como eje vertebrador de una ciudad con alma de pueblo cuya panorámica, empinada, está dominada por el Castillo de la Mota, uno de los más impresionantes de toda Andalucía.
Conformada con alcazaba y muralla, también una de las más grandes de Andalucía, la Fortaleza de La Mota impresiona aún hoy en día y nos permite entender por qué la complejidad de su conquista hace más de 600 años.
Fuera de la zona fortificada, Alcalá la Real también creció como ciudad por su posición de paso entre las distintas provincias, aumentando su prestigio y tamaño del Renacimiento en adelante. Fruto de ello son detalles arquitectónicos como la Iglesia Mayor Abacial de Santa María la Mayor, de planta gótica pero que fue remozada en el siglo XVI bajo los prismas renacentistas y cuya torre de 42 metros de altura la hace destacar en el centro del pueblo.
No es la única pieza de arquitectura sacra impresionante en Alcalá la Real. La Iglesia de las Angustias, que se mece entre el barroco y el neoclásico, es otro de sus grandes ejemplos, con una singular capilla hexagonal y con un profundamente decorado retablo neoclásico, además de servir como curioso museo de pinturas de los siglos XV y XVI.
Debido a ese carácter boyante, veremos otros detalles en Alcalá la Real como el convento de los Capuchinos, en el bello Paseo de los Álamos, donde también despuntan otras iglesias como la de San Antón o la de San Juan, además del ayuntamiento, de estilo barroco.
No obstante, no todo son grandes iglesias en Alcalá la Real. Uno de sus barrios con más encanto es el Barrio de las Cruces, que se alza a las afueras del pueblo y que destapa impresionantes vistas de la Sierra Sur de Jaén y donde encontramos tres curiosas ermitas, que contribuyen a aumentar ese carácter de barrio bien provisto de cultura, donde también encontraremos la Casa Palacio Fernández Moya.
Imágenes | iStock
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