En este pueblo medieval de España descansan los restos de los pastores de Belén (pero hay muchas otras razones para visitarlo)

En este pueblo medieval de España descansan los restos de los pastores de Belén (pero hay muchas otras razones para visitarlo)
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“Los gloriosos Josef, Isacio y Jacobo, pastores de Belén, que merecieron ver, y adorar los primeros a Cristo Dios y hombre recién nacido en el portal”. Así reza la inscripción del arca repleta de restos óseos que descansa en la modesta iglesia de San Pedro y San Fernando en Ledesma (Salamanca).

Cuenta la leyenda, que un caballero de esta ciudad, llamado Micael Dominiquiz, viajó de cruzada a Jerusalén. Allí encontró un cofre abandonado con tijeras de esquilar, zurrones de pastor y un texto con tres nombres: Isacio, Josef y Jacobo. Los huesos no podían ser otros que los de los pastores que, según el Evangelio de San Lucas, dormían al raso cerca de Belén la noche que nació el Niño Jesús. Así que se los trajo a su pueblo.

Acercarse a ver una de las reliquias más extravagantes de España puede ser una razón como cualquier otra para visitar este pueblo de Salamanca, que se parte en dos al paso del río Tormes, pero la iglesia en la que descansan ni siquiera aparece en el portal turístico del municipio. Y es que en Ledesma hay muchas otras cosas en las que fijarse.

Situado a media hora de Salamanca capital, y dada su situación estratégica, Ledesma ha sido un asentamiento importante de la zona desde tiempos prehistóricos. En la época romana debió ser una ocupación de cierta importancia, pero fue con Fernando II de León cuando el pueblo vivió su mayor época de esplendor, convirtiéndose en un destacado centro político del Reino de León.

Es de época medieval la muralla que rodeaba todo el municipio y de la que hoy se conserva aún gran parte. También su castillo-fortaleza, tres de sus iglesias, de origen románico, y el precioso puente que cruza el río Tormes y, que pese a su origen romano, fue reconstruido en el siglo XV.

Romanico Iglesia de Santa Elena, en Ledesma.

Un pueblo en el que comer (muy) bien

Ledesma cuenta también con un establecimiento de incalculable valor si lo que nos interesa es la gastronomía, y es que en este pueblo se encuentra una de las últimas casas de comidas dignas de tal nombre.

La Fernandica es, literalmente, una casa de pueblo en la que se sirven comidas. Su dos salas son las habitaciones de la casa, con su chimenea, sus braseros en funcionamiento y una decoración que no ha cambiado un ápice en décadas.

Fernandica La Fernandica es una casa de pueblo, con su chimenea, de la que en invierno se alimentan los braseros.

En el menú diario, que se canta a viva voz, perviven algunos platos muy conocidos en la zona, como las patatas meneas, con otras recetas difíciles de encontrar en cualquier otro restaurante. Comida casera de verdad, riquísima, y a precios populares: difícil es salir por más de 20 euros, comiendo y bebiendo todo lo que se te antoje.

Hacienda Zorita

Muy cerca de Ledesma, aunque ya en el cercano pueblo de Valverdón, de camino a Salamanca capital, se encuentra Hacienda Zorita, el histórico monasterio en el que Cristóbal Colón pasó una larga temporada para convencer a Fray Diego de Deza, confesor personal de la Reina Isabel La Católica, de la viabilidad de la nueva ruta hacia las Indias.

Hoy el monasterio, propiedad de la familia Falcó, ha sido reconvertido en hotel, SPA y restaurante. También se puede visitar su bodega, donde se elaboran los conocidos vinos del mismo nombre.

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