Castillos templarios, rutas senderistas, vistas de infarto y quesos artesanos. ¿Quién da más?
El otoño es una de las mejores épocas del año para disfrutar del turismo de interior en España. Con los colores ocres y rojizos pintando los paisajes, las temperaturas más suaves invitan a hacer escapadas cortas a esos lugares que, durante el verano, podrían haber pasado desapercibidos.
Viajar en octubre ofrece una experiencia más tranquila y auténtica, lejos de las aglomeraciones y con la oportunidad de descubrir pueblos que aún conservan la esencia de lo tradicional. En este contexto, la provincia de Teruel se convierte en una opción perfecta para quienes buscan historia, naturaleza y un entorno relajado.
Teruel es una tierra de contrastes, donde los pueblos medievales se mezclan con un entorno natural imponente. La lista de municipios que vale la pena visitar es larga, pero algunos nombres destacan especialmente. Albarracín, con su impresionante muralla, y Valderrobres, con su castillo que domina el paisaje, son solo algunos de los ejemplos.
Sin embargo, hay otros pueblos que, aunque menos conocidos, guardan una belleza y un encanto que los convierten en destinos ideales para una escapada de otoño. Uno de ellos es Cantavieja, una joya escondida que sorprende a quienes la visitan por primera vez.
Cantavieja es un pequeño municipio situado en la comarca del Maestrazgo, en la provincia de Teruel. Con una población que no llega a los 700 habitantes, este encantador pueblo parece detenido en el tiempo. A unos 130 kilómetros de Teruel capital y a 200 kilómetros de Zaragoza, es una escapada perfecta desde ciudades como Valencia, a menos de dos horas en coche, o incluso Barcelona, que se encuentra a unos 300 kilómetros. La historia de Cantavieja está marcada por su importancia estratégica en épocas pasadas, y su legado medieval sigue muy presente en cada rincón de sus calles.
Al llegar a Cantavieja, lo primero que sorprende es su ubicación. El pueblo se alza sobre un impresionante peñón, ofreciendo vistas espectaculares del paisaje montañoso que lo rodea. Su historia como plaza fuerte durante la Edad Media y la Guerra Carlista se siente en cada paso que se da por su casco antiguo. La plaza mayor es el corazón de Cantavieja, rodeada de edificios históricos como la iglesia de la Asunción y el ayuntamiento, que data del siglo XV. Pasear por sus calles es como viajar en el tiempo, con su arquitectura de piedra y sus detalles góticos y renacentistas.
Uno de los principales atractivos de Cantavieja es su castillo, o más bien lo que queda de él. Aunque hoy en día solo se conservan algunas ruinas, el castillo fue en su momento una de las fortalezas más importantes de la zona. Desde su ubicación en lo alto del peñón, las vistas panorámicas sobre el Maestrazgo son impresionantes. Es un lugar perfecto para disfrutar de una puesta de sol o simplemente para admirar el entorno natural que rodea al pueblo.
Además del castillo, la iglesia de San Miguel, construida en el siglo XIV, es otro de los puntos de interés histórico de Cantavieja. Su estilo gótico y su ubicación en el casco antiguo hacen de ella una parada obligatoria para quienes desean conocer más sobre la historia del lugar. Muy cerca de la iglesia se encuentra la Torre de la Prisión, un edificio que servía como cárcel en épocas pasadas y que hoy es un símbolo del pasado medieval del pueblo.
Cantavieja también es conocida por su entorno natural. Rodeado de montañas y barrancos, es un destino ideal para los amantes del senderismo y la naturaleza. Hay varias rutas que parten desde el pueblo y que permiten explorar la zona, disfrutando de paisajes de gran belleza. En otoño, los colores de los bosques y montes que rodean a Cantavieja hacen que cualquier paseo sea aún más especial.
Si se busca una experiencia más activa, también es posible realizar rutas en bicicleta o incluso a caballo, descubriendo la comarca del Maestrazgo desde otra perspectiva. Los senderos que atraviesan la zona ofrecen vistas espectaculares y la oportunidad de conectarse con la naturaleza de una manera única. Los más aventureros pueden incluso explorar las rutas de montaña más exigentes, que llevan a descubrir rincones ocultos del paisaje turolense.
En cuanto a la gastronomía, Cantavieja no decepciona. Como en gran parte de Teruel, los productos locales juegan un papel fundamental en la cocina del pueblo. El jamón de Teruel, los quesos artesanales (como el de tronchón) y algunas especialidades típicas se pueden disfrutar en alguno de los restaurantes de Cantavieja como el 4 vientos o el Hotel Spa Balfagón Alto Maestrazgo.
Imágenes | Turismo Cantavieja / Hotel & Spa Balfagón / Turismo de Aragón
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