A unas nueve horas de España en coche desde Barcelona, este es un viaje perfecto para disfrutar de los paisajes al ritmo que cada uno se imponga. Los colores verdes que abrazan al viajero resultan impresionantes.
En concreto, el valle en conjunto se puede visitar en un par de horas, en una visita que se empieza en dirección a Stechelberg para rodearse de una naturaleza exuberante y majestuosa ya de entrada.
En este valle, los vientos en todas direcciones consiguen rociar de agua constantemente al visitante, ya que el aire mueve el agua de las cascadas en todas direcciones.
La belleza de este valle se complementa con la de diez cascadas subterráneas, las más grandes de Europa, que están generadas por gigantescas paredes glaciares. Estas son accesibles a pie y en un ascensor excavado en la roca.
Estas cascadas subterráneas fluyen a través de túneles, plataformas y caminos con un potente caudal capaz de maravillar al visitante por su potencia.
Foto | Wirestock/Freepik y ILOVESwitzerland
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