Esta será mi última crónica sobre el fin de semana en Lecce de la que ya os he hablado en dos posts anteriores. Como vereis, el fin de semana fue intenso y muy productivo, tuvimos ocasión de conocer de primera mano una serie de magníficas empresas alimentarias y al ser la mayoría de los asistentes comerciantes en productos italianos he podido conocer no sólo el aspecto gastronómico sino también el de la distribución y comercialización.
Si a todo eso unimos la maravillosa comida italiana, la estupenda compañía, los preciosos paisajes que me sorprendieron por su verdor y la cordialidad y simpatía de los salentinos, el resultado han sido dos días intensos e inolvidables en los que además he aprendido muchísimo.
Perchè ci credo
Perchè ci credo es una fábrica de salsas, condimentos y mermeladas artesanales.Su propietario, Enrico De Lorenzo ha sido durante más de veinte años consultor agroalimentario de importantes empresas italianas y el año 2007 se decidió a iniciar su propio negocio para conciliar el sabor y la excelencia artesanal con las exigencias del mercado. El nombre de su empresa ya nos habla de su implicación personal y de su compromiso con la tradición y con la calidad.
Todos sus productos están elaborados sin aditivos y para la conservación se utiliza únicamente la pasteurización, la acidificación con vinagre o limón y el vacío. La producción media es de unos 2000 y 3000 frascos al día.
Enrico nos preparó una amplia degustación de sus productos entre los que probamos las salsas de tomate a la ricotta o a la albahaca, picante con aceitunas y la deliciosa salsa de tomates secos y vino negroamaro. Nos gustaron especialmente la salsa de alcachofas y ricotta, de sabor potente y la de calabacines y ricotta, mas suave. Entre los condimentos, que se distinguen de las salsas por llevar las verduras en trozos más grandes, pudimos degustar la peperonata salentina, la caponata de berenjenas, el condimento de aceitunas y alcaparras o el de cebolla y almendras.
También nos llamaron mucho la atención las salsas envasadas en botellines con el nombre genérico de C'era una volta, en recuerdo de la costumbre de las amas de casa de envasar sus propias salsas en botellines de cerveza. La verdad es que todo lo que probamos estaba tan rico que se nos hacía difícil decidir qué era lo que más nos gustaba, pero creo que la salsa de alcachofas y ricotta y la peperonata fueron las que se llevaron la palma. Fue un verdadero privilegio conocer a Enrico y probar de su mano unos productos hechos con tanto cariño.
Quarta Caffè
Quarta Caffé es una de las principales empresas del Salento y una de las diez empresas cafeteras más importantes de Italia. Después de admirar la preciosa colección de cafeteras antiguas y de degustar un verdadero ristretto italiano, pudimos visitar la fábrica, aunque lamentablemente no estaba permitido tomar fotografías.
Lo primero que nos explicaron fue el compromiso con el medio ambiente que persigue alcanzar el impacto cero. Para ello cuentan con una central fotovoltaica que reduce en un 30% el consumo de energia. Los cafés utilizados provienen de América central y meridional y de África Central y el primer paso es una primera limpieza en la que se separa la gran cantidad de elementos extraños que llegan mezclados con los granos de café verde.
Después del almacenaje en silos se produce la segunda limpieza y el descascarillado de la piel que se produce a 200º. Cada variedad se tuesta por separado por medio de aire caliente lo que produce un tostado homogéneo. Tras el tostado y la mezcla específica para cada variedad se produce la maduración durante 4 a 6 días. El último paso es el envasado en atmósfera, lo que permite que el café siga madurando de manera natural y garantizando su frescura y calidad.
Aquí termina mi paseo gastronómico por el Salento, una zona de Italia hasta ahora desconocida para mi que me ha producido una magnífica impresión y a la que ya estoy deseando volver para disfrutar de su belleza, de sus playas y de su gastronomía. !Hasta pronto!
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