Jerez de la Frontera es muchas cosas a la vez. Es la capital de una forma de entender la vida y el vino como no hay otra, ya no en España, sino en el mundo. También uno de los territorios predilectos de flamenco y, cuando sumas ambas vertientes, acabas alumbrando a una de las grandes cumbres de la hostelería española: los tabancos.
Pero Jerez de la Frontera no son solo sus bancos. Tampoco es solo una tierra bendecida por el clima donde el caballo es casi una religión. También es un terreno predilecto para comer bien en prácticamente cualquier sitio. De sus churros a sus barras, de sus tapas a sus estrellas Michelin, Jerez tiene muchísimo que ofrecer gastronómicamente tanto para los que quieren simplemente al alternar de pie como para los que quieren sentarse en una mesa con todas las de la ley.
Forjada en una cultura vitivinícola y de viña, Jerez ofrece una poderosa colección de platos típicos muy arraigados, que no siempre el visitante o el turista acaba conociendo. Mucho más allá de guisar con vino, como es evidente, donde no faltan los aromas de los vinos generosos de esta tierra en muchísimas de sus recetas.
Evidentemente, Jerez, como tantas otras ciudades andaluzas, ha encabezado una revolución de las frituras, pero eso no quiere decir que si nos lo escurramos un poco, no encontremos platos legendarios de cuchara. Hablar de la gastronomía de Jerez también es hablar del ajocaliente y del ajo de viña, de la berza jerezana o de un primo lejano del cachopo y del san jacobo, como es el aneto.
Bares de tapas
©Tabanco Plateros.
El alma de Jerez si hablamos de la hostelería popular son los tabancos, un endemismo de la cultura de barra que lleva siglos existiendo y que actuaban como despacho de vinos y, a la vez, casi como tablao donde cantar flamenco. Eso no quiere decir que todos los bares de tapas de Jerez sean tabancos. Ni que, expresamente, el tabanco sea un bar de tapas.
En cualquier caso, conviene comprender la idiosincrasia propia de estos lugares, generalmente forjados alrededor de una barra de madera, secundada por una buena cantidad de toneles de los que, en origen, se servía el vino directamente. Hoy algunos tabancos mantienen esa vocación, aunque no todos, y en ellos, además de encurtidos y avellanas (y otros frutos secos), también se suelen servir tapas de cocina.
Tabanco La Pandilla
Tabanco La Pandilla. ©Sherry.wine.
Otro de los más ilustres tabancos de Jerez, con cerca de 90 años y entre cuyas paredes y arcos de medio punto se llegaron a rodar algunas películas. Aquí lo que se consumían era, principalmente, las morenitas, que es una mezcla de vino oloroso y de pedro ximénez.
Reabierto hace 12 años, La Pandilla apuesta de nuevo por el vino de barril, contando con productos de la bodega Sánchez Romate y con una buena colección de embutidos (excelentes chicharrones), quesos gaditanos y conservas.
Tabanco El Pasaje
Un establecimiento centenario –en 2025 cumple el siglo–, aunque su nueva vida comenzó en el año 2010 cuando el testigo lo retomó Antonio Ramírez. Pura idiosincrasia de Jerez en el mostrador, las botas de vino y la puerta, azulejada, al que se puede acceder desde dos calles distintas.
Aquí la voz cantante la llevan los vinos que saca de las botas –que también se pueden comprar para llevar– y una buena colección de embutidos y fiambres, así como salazones y mojamas. Al trago, como es habitual en los tabancos, vinos en vaso. Además, suele haber pases flamencos, así que si estás sobre las 14:30 allí, lo podrás ver.
Tabanco El Pasaje. Santa María, 8, Jerez de la Frontera, Cádiz. Teléfono: 956 333 359.
Bar El Cuco
El negocio familiar de los Corrales comenzó en el año 1991. Hoy en día, en manos de José Carlos Corrales y su mujer Eugenia Romero, El Cuco sigue siendo una pequeña empresa doméstica donde Víctor, hermano de José Carlos, gesta la cocina.
Aunque se llame bar, también tiene una pequeña sala en la que disfrutar de una carta en la que las referencias del pescado frito y el marisco cocido, comprados a diario, llevan la voz cantante. También sus papas aliñadas merecen mucho la pena.
Bar El Cuco. Avenida Ingeniero Ángel Mayo, 31, Jerez de la Frontera. Teléfono: 656997475.
Tabanco Las Banderillas
La barra del Tabanco Las Banderillas
Las Banderillas es otro de esos tabancos contemporáneos a los que prestar atención. Retoma el estilo de los clásicos, aunque si vida 'moderno' data del año 2012. Buenos jereces, vermut, vinos a granel y una barra bastante grande.
Parte de la ventaja de Las Banderillas es que tiene una carta amplia de cocina, tanto fría como caliente, donde apostar por los chicharrones, el queso emborrao, el rabo de toro o el pescado frito son siempre buenos consejos.
Tabanco Plateros
Otro de los estandartes de la new wave del tabanco, muy cerca de la calle Consistorio, y que llevan ya casi 15 años sentando cátedra culinaria con buenos vinos y, posiblemente, de los mejores embutidos que podamos encontrar en la actual escena jerezana.
De ello se encargan Luz Saldaña y Jaime Jiménez, artífices de esta resurrección en la que no faltan latas de conservas de calidad, buenas patatas fritas y salazones para una barra bulliciosa, protegida por una fachada absolutamente icónica.
Tabanco Plateros. C. Algarve, 35, 11403 Jerez de la Frontera, Cádiz.
Restaurantes de ticket medio
Ñoquis de patatas con una salsa mar y montaña. ©Bina Bar.
Comer a buen precio en Jerez es fácil. Además, la oferta es amplia como para que encontremos restaurantes de toda la vida, salpicados con establecimientos de nuevo cuño que, con algo más de atención al diseño, complementan la propuesta de una ciudad muy potente.
Bar Juanito
Sangre encebollada. ©Bar Juanito.
Toda una institución en el casco histórico de Jerez que podría estar en la anterior categoría, pero que también tiene entidad como restaurante con una comida más seria. Eso no quita que haya muy buenas raciones, capacidad de alternar y una colección de frituras que se pueden disfrutar tanto en la barra como en la sala.
Las albóndigas al oloroso merecen mucho la pena, así como el menudo (en invierno) y la sangre encebollada, son algunos de los clásicos de un bar que se pone de bote en bote los fines de semana.
Bar Juanito. Dirección: C. Pescadería Vieja, 8, 10, 11403 Jerez de la Frontera, Cádiz. Teléfono: 627 45 69 89.
Venta Esteban
Fideos con almejas. ©Venta Esteban.
Para ir a Venta Esteban hay que salirse del centro de la ciudad, pero merece la pena. Establecimiento familiar donde los haya, este local lleva más de cuatro décadas sentando cátedra culinaria con sus guisos, su cuchara y, también, con una potentísima carta de pescados y mariscos.
La berza jerezana, las papas con chocos o el menudo de garbanzos son paradas obligadas, pero también la urta a la roteña o, si hablamos de frituras, los chocos, las puntillitas y el cazón. Perfecto para homenajes, celebraciones, caprichos e, incluso, para el día a día.
Venta Esteban. Dirección: Colonia de Caulina, C. 11 - 03, 11591 Jerez de la Frontera, Cádiz. Teléfono: 956 31 60 67.
Bar El Molino
Fritura de pescado de Bar El Molino.
Junto a la catedral jerezana, el Bar El Molino es otro de esos establecimientos familiares a los que echar el guante y donde el cliente local abunda para triunfar por un ticket medio que raro es el día que se va más allá de los 35 euros.
Buenos platos tradicionales (como los fideos con almejas), los caracoles, el rabo de toro y varias recetas con chocos hacen de El Molino una parada casi obligada si queremos comer bien y barato. Tampoco te pierdas sus frituras.
Bar El Molino. Dirección: Pl. del Arroyo, 16, 11403 Jerez de la Frontera, Cádiz. Teléfono: 956 33 71 86.
Arima
Aunque arima significa 'alma' en euskera, la raíz de este restaurante en el casco histórico de Jerez es plenamente andaluza. De ello se encarga el chef Alejandro Bazán, que se forjó en las cocinas bilbaínas para regresar hace unos años a su Jerez natal.
Aquí forma tándem con Mariana Sánchez, gestionando ambos este gastrobar sincero, de producto y de ticket medio comedido donde comer rico, original y con algunos destellos de gastronomía vasca, pero siempre con el acento andaluz.
Arima. Dirección: C. Pedro Alonso, 4, 11402 Jerez de la Frontera, Cádiz. Teléfono: 659 19 89 48.
Matria
De Matria ya te hemos hablado en DAP al recordarte que hay maneras de comerse las lentejas que te habrían cocinado en casa, pero metidas en una taza. También de vueltas de tuerca a recetas tradicionales como las zanahorias aliñadas.
Todo ello en un ambiente muy cercano donde, además, hay una de las mejores ofertas de vinos del Marco de Jerez que podemos disfrutar en un restaurante accesible. Ideal para locales, pero también para viajeros.
Matria. Calle Medina, 20, 11402 Jerez de la Frontera, Cádiz. Teléfono: 635 48 83 54.
El Madrileño
Bocadillo de calamares. ©El Madrileño
Tras pasar varios años trabajando en las cocinas de los restaurantes de Ángel León, el chef Borja de la Cruz ha dado el paso para abrir su propio negocio en el centro de Jerez con un nombre muy musical donde la carta está llena de guiños a la cocina de Madrid, aunque con acento andaluz.
Hay patatas bravas, callos, minutejos, bocadillos de calamares, ensaladilla pero también guisos del día, pescados de lonja y una carta de vinos muy amplia que permite coquetear con Jerez, el vermut o apostar por los vinos tranquilos sin tener que dejarse una fortuna.
El Madrileño. Dirección: C. Hermano Valeriano León, 8, 11405 Jerez de la Frontera, Cádiz. Teléfono: 624 37 71 36.
Tuga
Croquetas de estofado de vaca. ©Tuga
También hay que salir del centro para acercarse a Tuga, un local joven donde ejerce Juanmi Contreras para poner en el mapa jerezano al barrio de Pozoalbero, en la parte norte de la ciudad, con una cocina muy viajera, platos originales y un ticket medio comedido.
Buenas croquetas, carnes a un precio más que correcto, algunas buenas referencias de pescado y una apuesta decidida por el vino de calidad hacen de Tuga una alternativa imprescindible si se quiere coquetear con un Jerez diferente sin dejarse una fortuna.
Tuga. Dirección: Urbanización Jardines de pozo albero, C. Seneca, 4, 11407 Jerez de la Frontera, Cádiz. Teléfono: 856 17 54 98.
Bina Bar
Montadito de pringá de berza gitana. ©Bina Bar.
La alternativa económica que el chef Juanlu Fernández, del dos estrellas Michelin Lu: Cocina y Alma, es este Bina Bar donde probar algunas recetas que reinterpretan las preparaciones más habituales de la cocina andaluza, con un toquecito de duende, y mucho acierto.
Croquetas, bikinis de pringá, croquetas, albóndigas de choco y una carta pensada para compartir –y mancharse un poco las manos– permiten hacerse la idea de la cocina del chef jerezano sin pasar de los 35 o 40 euros.
Bina Bar. Dirección: C. José Cádiz Salvatierra, 7D, Local 4, 11405 Jerez de la Frontera, Cádiz. Teléfono: 856 24 93 28.
Restaurantes de precio alto en Jerez
En Jerez hay opciones para entregarse a la causa Michelin con muchos quilates. También opciones de explayarse con el marisco y el pescado o, encima, disfrutar de alta cocina dentro de una bodega centenaria. Incluso, como veremos, de dar buena cuenta de carnes a la parrilla.
Lu: Cocina y Alma
Boquerón en vinagre sobre una sopa fría de zanahoria encominá. ©Lu: Cocina y Alma
Con la segunda estrella Michelin conseguida en el año 2025, el buque insignia del cocinero local Juanlu Fernández –del que hablamos un poco más arriba– se condecora con una gastronomía que ha sabido teñir de guiños franceses a lo mejor del producto y del recetario andaluz, especialmente el gaditano.
Bajo esa premisa, actualmente sirve dos menús degustación: Duxo (por 180 euros) y Duxende (por 210 euros), que se pueden acompañar de diversos maridajes en los que, como era lógico, abundan las referencias del Marco de Jerez.
Lu: Cocina y Alma. Dirección: Calle Zaragoza, 2, 11405 Jerez de la Frontera, Cádiz. Teléfono: 695 40 84 81.
Mantúa
Puerros a la brasa. ©Mantúa.
Israel Ramos dirige con mimo y tiento Mantúa, el otro restaurante con estrella Michelin de la ciudad donde, de nuevo, el vino ejerce un papel fundamental, aunque la voz cantante es la propuesta que Ramos ejecuta en dos menús degustación: Arcilla (115 euros) y Caliza (145 euros).
En ellos, reproduce la esencia de la cocina de viña jerezana, dejándose también guiar por la impronta del mar y con detalles de brasa con los que replicar los sabores más atávicos de la campiña andaluza.
Mantúa. Plaza Aladro 7. 11402 – Jerez de la Frontera, Cádiz. Teléfono: 856 652 739.
La Carboná
Taco de panceta de cerdo ibérico Montesierra al Oloroso y mahonesa de chile chipotle. ©La Carboná.
Javier Muñoz es el chef que lleva el pulso de La Carboná, otra dirección imprescindible dentro de la alta cocina jerezana, que sorprende desde este espacio que ocupa una antigua bodega y cuyos techos dan una calurosa e histórica bienvenida.
La Carboná basa su éxito, además de en el vino, en una oferta gastronómica que hunde sus raíces en platos típicos de la cocina jerezana, bien actualizados, donde la frescura del producto y el respeto a los puntos es fundamental como sucede con los langostinos de Sanlúcar, el atún de almadraba o los medidos toques de brasa para los pescados de la bahía de Cádiz.
La Carboná. Dirección: C. San Francisco de Paula, 2, 11401 Jerez de la Frontera, Cádiz. Teléfono: 956 34 74 75.
Tsuro
El chef Víctor Jaén, de Tsuro
Aunque a Tsuro lo hayan acabado bautizando con cierta gracia jerezana como 'churo', la realidad es que estamos ante uno de los mejores restaurantes japoneses de Andalucía y donde el término 'tsuro' se traduce oficialmente como pasadizo, que es precisamente donde se encuentra esta tentación para los amantes de la cocina japonesa.
Basado en un menú omakase donde los grandes protagonistas son los pescados y mariscos del Estrecho, el chef Víctor Jaén enarbola una cocina precisa, de cercanía y muchísima calidad con una propuesta en la que los nigiri son los estandartes.
Tsuro. Dirección: C. San Juan de Dios, Local 5, 11403 Jerez de la Frontera, Cádiz
Teléfono: 660 80 86 69.
Jesús, de la Churrería Manuel.
Dónde desayunar en Jerez de la Frontera
Desayunar en Jerez, como en tantas otras ciudades andaluzas, nos hace navegar por un territorio precioso para gozar de dulces conventuales, de churros y porras y, en algunos casos, de cafeterías algo más renovadas.
19 Croissant Benedict. ©Krombol
En cualquier caso, si hablamos de churros y porras, hay dos tótems en los que asegurar el tiro en la parte histórica de la ciudad es muy sencillo como son el puesto de churros de la Plaza de Jerez y, muy cerca de él, la churrería Manuel, que tanto para las mañanas como las tardes son grandes alternativas.
En cuanto a cafeterías y desayunos al uso, una buena referencia es La Moderna (en la calle Larga) que de moderna tiene poco porque sus mesas de mármol han visto pasar gente desde los años 30. Aquí la tosta con manteca colorá y con zurrapa son religión, aunque su horario es amplio y también se presta a comidas y meriendas.
Churros Plaza de Jerez.
Más contemporánea pero con una garantía de calidad es la propuesta de Krómbol, la bakery que Dolce Nilda encabeza y donde, además de dulces franceses, también ofrece panes caseros, brunches y café de especialidad para poner una potente nota de color a la escena matutina jerezana.
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