Gastroguía de Marbella y la Costa del Sol: qué comer en las playas malagueñas (y qué restaurantes no debes perderte)

Bendecida por más de 300 días de sol al año, la costa malagueña tiene bien merecido el sobrenombre del que presume, que se ha convertido en un reclamo de primer orden para la zona pero también para el resto de la región.

Comprendida por todo el litoral de Málaga, desde la parte oriental, en Nerja y Maro, cerca de Granada, hasta la occidental, limitando con la provincia de Cádiz tras pasar Casares y Manilva, son muchos los municipios que además han puesto en el mapa gastronómico a la región.

Importante foco turístico, sobre todo hacia el oeste de la capital con ciudades como Marbella, Estepona, Fuengirola, Benalmádena o Torremolinos concentran también la mayor parte de restaurantes de la región, ejerciendo como elemento impulsor para la economía local, dependiente del viajero.

Es, evidentemente, gastronomía de costa y playa, radicada con mucha fuerza en los chiringuitos. Estos, estandartes y reclamos de lo culinario, rompen así una lanza en favor de una cocina sencilla pero de producto de proximidad y calidad, que poco o nada tienen que ver con el tópico que les pudiera perseguir de mala calidad.

Los 5 platos más típicos de la gastronomía costasoleña

Agraciada con el clima, que permite que sus huertas tengan una gran potencia durante todo el año, y protegidas por el Mediterráneo, los platos de la Costa del Sol tienen en común su frescura, su temporalidad y una gran importancia de todo lo que provenga del mar.

Es tierra de espetos de sardinas, de boquerones, de quisquillas y de concha finas pero también de los pimientos de la Vega del Guadalhorce o de las zanahorias morás de la Vega del Genil, de los almendros del interior, de los tomates huevo de toro de Coín o como no, del creciente mercado de frutas tropicales de aguacates y mangos. Atrás no quedan tampoco los melocotones de Periana, las uvas, las chirimoyas, las uvas pasas y los vinos dulces, aunque cada vez más encontramos buenas apuestas, sobre todo en las sierras, de otro tipo de vinos.

A ello se suma también productos derivados del cerdo como la zurrapa de lomo, la manteca colorá o el lomo de orza, sumados a uno de los arquetipos de la chicha malagueña como es el chivo lechal. Un conjunto que hace siempre buena compañía con los panes de la región como los molletes o los panes catetos.

Todo ello combinado con una creciente oferta turística que ha atraído también a viajeros internacionales de alto poder adquisitivo que han propiciado también ese crecimiento gastronómico, haciendo confluir a restaurantes con estrella Michelin,, chefs de fama mundial como Dani García, apuestas locales, chiringuitos a pie de playa de mucha calidad y restaurantes tradicionales-

En resumen, una región, más allá de la capital, que tiene una pujanza culinaria importantísima y que merece la pena recorrer en cualquier momento del año.

Espeto

Los espetos de sardinas son la bandera de la costa malagueña y de ellos ya te hemos hablado en alguna ocasión. Su mejor temporada se da en verano, cuando las sardinas llegan con más grasa a los mercados, siendo sólo necesarios asarlos inclinados sobre las brasas.

Son frecuentes en chiringuitos pero también en la alta restauración, que no ha renegado de esta costumbre tan arraigada y deseada. La clave, disfrutarlos calentitos, recién hechos y comerlos con las manos (el limón que acompaña, mejor para desgrasar los dedos).

Además, no sólo las sardinas forman parte del espeto, ya que hablamos de un modo de elaboración, siendo posible encontrar otros pescados como salmonetes, urtas, rodaballos o lubinas.

Fritura de pescado o pescaíto frito

Es el otro gran estandarte, no sólo del chiringuito, sino de toda la cocina malagueña. La fritura es casi una religión en toda Andalucía y en Málaga y la Costa del Sol es uno de los imanes que atraen a los mejores paladares. No suelen faltar en ella los boquerones, los chopitos (aunque también llamado choco o coquito) o las puntillitas (calamar picudo).

También es frecuente encontrar sonsos, calamaritos, chanquetes, según mercado y en según qué restaurantes, otras joyas como los salmonetes o las pijotas, todos ellos pescados en el mar de Alborán. Las recetas son sencillas pero dominarlas no es fácil aunque se ha de contar con buena mano, buen pescado y ser muy justo y limpio con la harina y con el aceite, que debe ser un buen aceite de oliva.

Ajoblanco

Andalucía es la patria de las sopas frías y aunque el gazpacho esté arraigado en toda la geografía, Málaga tiene sus particularidades como la porra antequerana y el ajoblanco, una especie de gazpacho elaborado con almendras.

Su característica principal es su blancura y tiene un sabor elegante, al que le va muy bien ser acompañado de, por ejemplo, uva fresca de la variedad moscatel, que combina bien por sus toques golosos.

Marisco

Las lonjas malagueñas, desde Vélez-Málaga hasta Fuengirola y Estepona, son casi boutiques de lujo donde el marisco local también reivindica su presencia. Son zonas donde encontrar las famosas conchas finas (en la imagen superior)y las coquinas pero quisquillas, bígaros, búsanos (llamados cañaíllas o cañadillas en otras zonas de la costa andaluza) también hacen acto de presencia.

Justa fama tienen también las gambas blancas, aunque no tienen en tamaño que suelen alcanzar en Huelva. También durante el verano podemos encontrar buenas cigalas o las almejas, pudiendo prepararse que pueden prepararse a la marenga, una salsa marinera con tomate y vino blanco.

Chivo lechal

No todo es mar en la gastronomía malagueña y la prueba la encontramos en el chivo, un tesoro culinario que trasciende de la sierra a los restaurantes de costa. En sus preparaciones más habituales está el asado al horno o hecho al ajillo, aunque otras recetas, más en desuso pero muy sabrosas, son las del chivo a la pastoril o con salsa de almendras.

Pertenecen a una raza exclusiva: la cabra malagueña, apreciada por su versatilidad y por su fácil adaptación al medio, siendo buena tanto para la producción de leche como para la de carne. Para asegurar su procedencia y estirpe cuenta con la marca de garantía Chivo Lechal Malagueño y los animales tienen un mes de edad, con pesos en canal de cuatro a seis kilos.

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Cómo hacer lubina al horno

Bares de raciones y tapas

Como todo reclamo turístico, la Costa del Sol también se enfrenta a ese pupurrí de oferta de restauración abrumadora que te abordará calle a calle durante el verano. Supuestas tabernas típicas, restaurantes italianos de batalla, fast food de a saber qué país o coquetos y bien puestos locales modernos que así tapan sus vergüenzas culinarias.

En nuestra búsqueda hemos procurado no tropezar con ese tipo de locales que campan a sus anchas por todos los litorales españoles y el centro de las ciudades. Desde Marbella, epicentro de la región al oeste de Málaga, y secundada por Fuengirola, Benalmádena, Torremolinos o Estepona, comer bien en la Costa del y no salir escamoteado es posible y lo demostramos.

Lobito de Mar, Marbella

Dos son las propuestas (Lobito de Mar y BiBo), digamos asequibles, que Dani García, el chef más importante de la provincia de Málaga tiene en Marbella. Lobito de Mar (del que también abrió una segunda parte en Madrid) tiene ese alma de chiringuito y allí García ha apostado por dar una oferta que combina la barra con la sala.

En la barra no se deben perder de vista los pimientos de piquillo rellenos de bacalao, la ensaladilla rusa o la gilda a la andaluza con boquerón en vinagre. Con más ciencia están el pisto de calamar a la romana y la lasaña de buey de mar.

Si se da el salto a la sala encontraremos mucha pesca del día y bastante brasa -que eleva el ticket medio- pero también tentaciones más económicas como las frituras, las tortillas terminadas en mesa o los arroces, siendo especialmente curioso el de anguila ahumada con lardo y alga nori.

Av. Bulevar Príncipe Alfonso de Hohenlohe, 178, Marbella.

Back Tapas Bar, Marbella

Tras varios años acompañando a Dani García, David Olivas se inició con esta aventura en solitario que emergió de una cocina mediterránea y creativa orientada al mundo de las tapas.

Ahora también da menús degustación y propuestas más de sala pero las tapas permanecen, formando parte del núcleo duro de su oferta. Es un lugar distinto y la propuesta es de alta cocina asequible donde no conviene perder de vista a las ortiguillas fritas en cald de callos, el calamar con caldo de su tinta, los buñuelos de queso payoyo o el croissant de centolla.

Eso sí, en verano, como no podía ser de otra manera, conseguir una mesa o un sitio en la barra es una odisea por lo que mejor asegurarse la plaza por teléfono.

Calle Pablo Casals, 8, Marbella.

Taberna Gaspar, Marbella

El Gaspar, como popularmente se le llama, forma parte de ese corazón marbellí que se nutre de clientes locales y donde tocan muchos palos gastronómicos con bastante acierto.

Se da bien el terreno de los guisos y en ellas no deben perderse de vista los callos o las albóndigas aunque hay que estar pendiente a la carta, literalmente, porque cambia todos los días y es práctico estar pendiente de las sugerencias del día.

No faltan ensaladas, una tortilla de patatas de calidad, croquetas -aunque vuelan- y boquerones fritos en temporada que se pueden comer como pipas.

Calle del notario Luis Oliver, 19, Marbella.

Divinisimo, Marbella

No te dejes guiar sólo por el nombre y por ello creas que entras en un lugar pretencioso y poco pendiente de la comida. José Soto y Carme Battlé son los artistas que han fundido Málaga y Cataluña en este lugar joven pero con mucho futuro.

Interesantes canelones, buenos arroces y algunos platos de más índole malagueña, como es el chivo lechal o las quisquillas. Tampoco conviene perder de vista, en temporada, a sus alcachofas con almejas y a los guisantes con calamares.

Avenida del Mar, 3, Marbella.

Los Manueles, Fuengirola

Más de 40 años de historia reivindican a esta casa que se ha convertido en un básico de Fuengirola. Evidentemente, tienen una buena oferta de productos del mar y también dan juego a los ibéricos cortados a mano in situ y a carnes a la brasa.

De la cocina no conviene perderse los pimientos del piquillo rellenos de marisco, los curiosos langostinos al pil pil o recetas más contemporáneas como el tartar de atún y aguacate. Si se pasa a la sala, es casi obligado pedir el rabo de toro guisado o el jarrete y, en temporada, unas alcachofas con jamón y langostinos que incitan a seguir pringando pan.

Avenida de Mijas, 24, Fuengirola.

La Abacería de David, Fuengirola

Cuatro años en el centro de Fuengirola les convierten en unos 'novatos' dentro de estas lides pero eso no impide que su cocina franca y libre de pretensiones sea un buen reclamo para el que esté en la zona.

Mención de honor merecen las albóndigas, jugosas y con una salsa que invita a repetir, y una especie de predilección por el bacalao que se traslada a sus cazuelitas y guisos pero también, como peculiaridad, al tartar de bacalao, una curiosidad poco frecuente.

Calle Marconi, 14, Fuengirola.

Tabanko El Callejón, Fuengirola

Con la frescura que reivindica un tabanco, El Callejón no defrauda en una propuesta para los que busquen un perfil clásico fuera de Fuengirola playa.

Lo habitual es recurrir a la artillería pesada de las gambas blancas y los alistados, amén de otros crustáceos como los carabineros. En la parte de la carne bien vale apostar por la la hamburguesa de rabo de toro y por el embutido.

Como nota diferencial y de color, el gazpachuelo también merece una buena oportunidad. Además, en verano no conviene prescindir de las ensaladas de tomate que también están al pie del cañón.

Av. Condes de San Isidro, 55, Fuengirola

El Laberinto by Balta, Fuengirola

Baltasar Díaz es el hombre orquesta de este local en el centro de Fuengirola, apostando por una propuesta de tapeo y raciones que se sale de lo habitual, fiel a lo que ha aprendido en su andadura culinaria junto a chefs como Martín Berasategui o Santi Santamaría.

La carta de El Laberinto es corta, irónico porque no te pierdes en ella, pero muy viajera, ideal para los que llevan varios días en la zona y quieren salir del pescaíto frito pero sin perder de vista el producto.

Brocheta de langostinos y cúrcuma, ajoblanco con helado de pasas y ron, solomillito al whisky, arepa venezolana con pollo asado y el curioso bocatita de cabeza de jabalí con sardina y piparras, con ese deje vasco de Berasategui. Mención especial para los fuera de carta cotidianos, algo que siempre se debe tener en cuenta.

Calle de Marbella, 19, Fuengirola.

Mesón Casa Orta, Estepona

Cerca de la esteponera plaza del Huevo, el Mesón Casa Orta se yergue como un lugar en lo que lo tradicional se trabaja con mimo, siendo su punto fuerte el recetario más clásico como las manitas de cordero, las migas o los caracoles siempre que estos estén en temporada.

También se suelen trabajar carrilladas y rabos de toro, arquetipos de la cocina de cazuela andaluza y una buena forma de alejarse del bullicio costero a este local que destila aroma de sevillanas y palos flamencos.

Calle de Rocío Jurado, 15, Estepona.

Chiringuitos

Desmontemos el topicazo de los malos chiringuitos y reconozcamos que, aunque estén a pie de playa, pueden ser restaurantes de alto copete. Su especialidad siempre está en los mariscos y pescados del día, además de las frituras y son otra forma igual de valida y sabrosa de disfrutar de una buena cocina.

Tampoco chiringuito es un sinónimo de comida barata o precios bajos, ya que dependerá de la comanda y es que no es lo mismo recurrir a un espeto de sardinas y dos cervezas que a langostas y champán, que haberlos haylos.

Otro cantar es diferenciar chiringuito de restaurante para lo cual nos vamos a valer de dos clasificaciones muy sencillas: si están en la propia playa y si su oferta gastronómica está basada en espetos y frituras.

José Cerdán, Torremolinos

50 van a ser los años que este icono de Torremolinos cumpla en 2022 y sigue con la misma fuerza que entonces. Evidentemente, las especialidades de la casa son las frituras, donde prácticamente todo el mar es susceptible de pasar por sus enharinados y sartenes.

Además, también es un buen lugar para probar otras especialidades malacitanas como los espetos, la porra antequerana, el gazpachuelo o las cotizadas berenjenas con miel de caña de Frigiliana.

Playamar, Paseo Marítimo, 13, Torremolinos.

La Cepa Playa, Fuengirola

Es casi imposible hacer lista de los mejores chiringuitos de la Costa del Sol y no mencionar a La Cepa Playa. Con más de 60 años cumplidos (se fundó en 1959, aunque con otro nombre), La Cepa es otro de esos imanes en los que los espetos de caña presiden sus jábegas.

Manda la sardina pero también se espetan pescados de mayor tamaño como róbalos, doradas o jureles. Como buen local playero, los arroces también se trabajan, siendo el de bogavante el más espectacular.

Sin embargo, si nos tenemos que quedar con algo de La Cepa, además de su buen ambiente, es con sus boquerones fritos y el pulpo al espeto, que resulta curioso y al que el toque crujiente de la brasa le viene de perlas.

Paseo Marítimo Rey de España, Frente a Hotel Florida Spa, Fuengirola.

Los Marinos Paco, Fuengirola

Los Marinos saldrán por partida doble en esta gastroguía. Primero, 'Paco', la casa madre, donde desde 1977 llevan espetando y friendo algunos de los mejores pescados de la Costa del Sol. Chiringuito a pie de playa pero también con comedor cubierto, Los Marinos Paco es un emblema y, contra lo que muchos piensan, un lugar donde comer bien y no salir escaldado económicamente.

Amén de sus espetos, no conviene dejar de lado la dorada a la sal y sus frituras, en especial los salmonetitos y los jureles. Buena selección de mariscos cocidos y otras opciones para el horno y a la sal hacen de ellos un reclamo con el que siempre acertar.

En temporada alta se llena bastante y conseguir mesa puede ser un reto, así que mejor asegurar el tiro con una llamada previa o con la reserva.

Paseo Marítimo Rey de España, 158, Fuengirola. Teléfono: 952 66 13 20.

El Madero, Estepona

Hacemos hueco a Estepona en la lista con otro imprescindible de la Costa del Sol. Ubicado en la playa de la Rada, El Madero enarbola también el espeto como referente para atraer al cliente español y al viajero.

Su truco está en usar leña de naranjo para sus brasas, que le otorga un matiz particular, algo más dulce, a sus espetos -de hecho, ganaron el premio al Mejor Espeto de la Costa del Sol en 2017-. Allí no sólo viven de sardinas, espetando también doradas, lubinas y algo inusual: gambones.

Fuera de ellos conviene hacer un alto para descubrir su cazón en adobo o los langostinos al pilpil. Junto a ellos, arroces y carnes y una carta en la que también hay guiños de cocina internacional por si queremos alejarnos de lo malagueño -aunque, ¿quién osaría tal cosa?-.

Av. España, 69, Estepona. Teléfono: 951 26 48 31

Los Mellizos-Saint Tropez, Benalmádena

Los Mellizos son sinónimo de años de tradición y de saber hacer y este, el Saint Tropez, es el primero de este emporio gastronómico. Dominando la playa de Santa Ana en Benalmádena, Los Mellizos enarbolan espetos y pescaítos.

También se trabajan buenas parrillas, tanto de carne como de pescado, y algunas curiosidades ya icónicas de la casa como la urta a la roteña, rara de ver en esta parte de Andalucía, los chanquetes con huevo frito y los fideos con rape y almejas

Además hay una buena oferta de arroces e incluso otras preparaciones como merluzas y bacalaos que no suelen abundar por las costas malagueña.

Playa de Santa Ana, s/n, Benalmádena, 952 44 22 18.

Los Leones, Torremolinos

Abrió sus puertas en 1963 y desde entonces ha hecho del espeto su santo y seña. Situado en plena playa de la Carihuela, una de las más icónicas de la localidad, Los Leones también cuenta con un sercicio de hamacas para los que quieran alargar el día en una siesta playera.

Buenos pescaítos fritos, en especial los boquerones, espetos y fueras de carta con la pesca del día -que también elevan el precio pero merecen la pena- forman parte de este arsenal marino indispensable de Torremolinos.

Paseo Marítimo La Carihuela, Calle Nerja, s/n, Torremolinos. Teléfono: 952 37 43 13.

El Ancla, San Pedro Alcántara

La frontera entre chiringuito y beach club puede parecer sólo una cuestión semántica y son también muchos los que creen que un beach club, por ese rimbombante nombre, no se puede comer bien.

En El Ancla se demuestra que beach club y buena mesa no están reñidos aunque el precio medio es mayor que en un chiringuito tradicional -y el despliegue de medios y entorno también-.

Buenas frituras, mariscos frescos y a la plancha, un recital de atún rojo salvaje de JC Mackintosh y entrantes de cocina más elaborada hacen que la línea entre restaurante y chiringuito sea difícil de descubrir.

El Ancla, Av. Carmen Sevilla, s/n. San Pedro de Alcántara. Teléfono:952 78 93 28.

Aquí te quiero ver, Marbella

Otras cuatro décadas contemplan a otro de los míticos chiringuitos de la Costa del Sol. En este caso oficia la familia Cortés (tercer generación ya), que se encarga de dar salida a una carta breve pero refrescante.

Aquí encontramos espetos, frituras, buenos arroces, pescados del día y algunos platos que merece la pena probar como los mejillones al jerez o los langostinos al curry verde.

Además, está en una zona no tan concurrida por lo que es fácil pasar un rato más tranquilo de lo habitual siempre que hablamos de la Costa del Sol.

Playa Real Zaragoza, Calle Atenea, s/n, Marbella. Teléfono: 952 83 45 54.

Restaurantes donde comer bien y barato

Comer bien en la Costa del Sol es fácil; bien y barato, no tanto. De nuevo topamos con tickets medio que pueden ser más o menos abultados en función de lo que queramos. Además, teniendo en cuenta el perfil adquisitivo de la zona y la abundancia de hoteles de cinco estrellas y restaurantes con estrella Michelin, hemos de tener claro que el significado de "bien y barato" será distinto al de otras zonas de España y donde los chollos o regalos no abundan.

En nuestra selección hemos apostado por restaurantes en los que esa premisa, siempre que no vayamos a lo más caro de la carta, se cumplen a la perfección porque, estemos donde estemos, si vamos a chuleta de vaca, jamón ibérico u ostras, la comanda se disparará.

El Bodegón, La Caleta de Velez

Una de las especialidades de El Bodegón: el pollo a la rana. © Taberna El Bodegón

Hay cierto deje de chiringuito en El Bodegón, donde la brasa es la protagonista, como en la mayoría de chiringuitos, apostando por un buen espeto. Sin embargo, no está a pie de playa y tiene algunas singularidades que le convierten en una apuesta segura y asequible.

La otra especialidad del local es el pollo a la rana (también podemos llamarlo mariposa), que se marca sobre la parrilla y que tiene muy buena aceptación. Además, presentan también otras carnes y la habitual panoplia de pescados que encontramos en la costa, destacándose también los espetos de chopos (sepias) y de calamar.

Calle Real, 21, Caleta de Vélez. Teléfono: 952 550 662

Taberna Miguel Estepona

No sólo de playa vive Estepona y no hace falta que caigamos en ningún local casi en la arena para comer bien. Taberna Miguel es uno de esos locales, además de tener un particular encanto que también encadilará al turista porque tiene aires de patio andaluz.

La carta, aunque ecléctica, sabe disponer con acierto platos que engancharán al viajero internacional y al cliente español. Riñones al jerez, langostinos al pil-pil y rabo de toro encabezan lo patrio mientras que las crepes, algunas preparaciones orientales con atún y las ensaladas frescas tocarán las papilas gustativas de todos los paladares.

Entre medias, mucha fritura de pescado y brasas en las que carne y la lonja del día encuentran hueco y tentarán a cualquier tipo de comensal.

Como detalle importante cabe mencionar una bodega muy bien surtida para lo que puede estilarse en zonas de costa, con más de 100 referencias (incluyendo vinos de Jerez) y que es un plus importante para decantarse a la hora de cenar.

Calle Caridad, 30. Estepona.

El Mirlo Blanco, Mijas

Puede que uno no se ponga rumbo a la Costa del Sol para comer en un restaurante de corte vasco pero El Mirlo Blanco es una garantía en esas lides. Regentado aún hoy por la familia Auzmendi, El Mirlo Blanco es uno de esos referentes que ha sabido mimetizarse con el entorno.

Más de cincuenta años avalan la trayectoria de este restaurante en Mijas Pueblo, siendo capaces de haber asimilado algunas recetas andaluzas como el gazpacho o las frituras a un recetario de carácter norteño en el que no faltan bacalao, merluza o txipirones.

Calle Cuesta de la Villa, 2, Mijas. Teléfono: 952 48 57 00.

El figón de Montemar, Torremolinos

Cumpliendo sus bodas de plata como restaurante, El Figón destapa el tarro de las esencias del recetario tradicional, dando mucha importancia a las carnes, las cazuelas y los guisos.

No debe faltar en la comanda sus fideos con almejas y gambas, el rabo de toro o la berza a la andaluza. Quizá no sean los platos más veraniegos del mundo pero siempre son una buena forma de escapar del espeto o del pescado (aunque también los trabajan y con mucho éxito).

Av. Carlota Alessandri, 101, Torremolinos. Teléfono: 952 37 26 88.

http://www.elfigondemontemar.com/index.php?page=cocina

El Parador Playa, Benalmádena

La familia Muñoz es otro de los referentes del mundo hostelero costasoleño con sus dos locales: El Parador Pueblo y El Parador Playa. En este caso, nos vamos al costero, que además de espetos y frituras, también ha ido más allá y no lo consideraríamos sólo un chiringuito.

Un restaurante con todas las letras y con un precio asequible (si no nos vamos a lo más caro de la carta), en el que lo mejor es dejarse guiar a través de la pesca del día donde dan mucho juego los crudos como el tartar de lubina o el de gamba blanca con jugo de chivo lechal.

Buen despliegue de fritos (recomendamos las ortiguillas, si están disponibles), de pescados a la brasa y de algunas recetas curiosas como la porra de mango con gamba blanca.

Ctra. Cádiz, 131, Benalmádena. Teléfono: 951 26 49 31.

Trattoria L'Impronta, San Pedro Alcántara

Acertar con el tiro para ir a un italiano en la Costa del Sol no es tarea fácil. Sin embargo, L'Impronta, aunque tenga un ticket medio más elevado que la media, es un local en el que el triunfo está al alcance de la mano.

De la carta se encarga Fran Vacas, que aprendió las artes italianas de Paolo Ghirelli, un mito de la cocina italiana en Marbella, y que ha confeccionado una propuesta breve pero donde todos los platos están a la altura.

No conviene perder de vista los tagliatelle con frutos del mar o los tortelli verde de calabaza. Si se quiere poner un toque cárnico, imprescindible es el Rump steak a la Robespierre (en la imagen).

Urbanización Nueva Alcántara Edificio San Pedro del Mar, Av. Salamanca, 14, San Pedro Alcántara. Teléfono: 952 78 59 43.

Restaurante Casa Frutos, Torremolinos

Desde 1955 al pie del cañón, Casa Frutos es otro de esos estandartes donde el mar y la montaña se dan la mano en una carta sencilla, directa y en la que abundan los platos fácilmente entendibles.

Curiosas e irreprochables son sus croquetas de merluza, el potaje marengo de hinojos o, aunque no estemos en Córdoba, su flamenquín con jamón de bellota y queso de oveja. Ya en los principales hay que darle cancha al róbalo (lubina) a la plancha o a la brasa, al chivo lechal asado y al rabo de toro a la rondeña.

Avda. de la Riviera 80. Urb. Los Alamos, Torremolinos. Teléfono: 952 381 450.

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Chinchín Puerto, Vélez Málaga

Aunque no tiene el abolengo de algunas de las grandes casas de pescado de la Costa del Sol, Chinchín Puerto ha entrado en el podio con un mimo al pescado y marisco del día que en pocos lugares se da con tanta pasión.

La responsable en cocina es Lourdes Villalobos, que borda la fritura (limísima, nítida y con poquísima grasa), la plancha y el marisco cocido. Prueba de ello son sus cartuchos de quisquillas, el pulpo sollao, finísimas almejas

Puerto de Caleta de Vélez, locales 3A y 4A, Caleta de Vélez. Teléfono: 952 03 04 43.

Las brasas de Alberto, Estepona

La primera parte de la carta de su carta la colman los productos del mar, dando cabida a anchoas, cocochas y gambas al pilpil, que comparten sección de entrantes con ensaladas, revueltos y unas contundentes berenjenas rellenas de carne ibérica. Preámbulo de lo que acontece después.

Fiel a ese espíritu de brasas, la especialidad del local está en el fuego y la carne, donde podemos ir del solomillo y el entrecot a la chuleta de vaca vieja, sin olvidar los frescos de ibérico. Además, algunos pescados como el bacalao frito con salsa de espárragos o el bacalao con crema de aceite y ajo ponen el contrapunto marino.

Plaza Ortiz, 9, Estepona. Teléfono: 951 70 33 17.

Aderezzo Marbella

Fernando Granda, chef del estrella Michelin Skina, y su socio Jaume Puigdengolas decidieron lanzar en el centro de Marbella una propuesta más asequible pero igual de innovadora que la que tienen en Skina.

Así surgió Aderezzo en 2015, apostando por producto local pero mucha fusión y preparaciones viajeras que van de lo malagueño a lo mexicano, pasando por lo indio o lo tailandés.

Una buena apuesta para los que quieran salir de tópicos y apostar por una cocina creativa que no deje la cartera temblando.

Plaza General Chinchilla, 2, Marbella. Teléfono: 655 64 53 19.

Restaurantes de precio alto

El límite económico en la Costa del Sol está casi en lo que tu tarjeta aguante, no sólo por lo que se coma sino también y fundamentalmente por lo que se beba.

Teniendo en cuenta ubicaciones como Puerto Banús, la propia Marbella o La Zagaleta (una urbanización en Benahavís, a siete kilómetros de Marbella con algunas de las casas más caras de España) nos dan pistas de que comer, si no los podemos permitir, es bien caro en la Costa del Sol.

Sin embargo, no hace falta ser un rey saudí, un futbolista o una estrella de cine para disfrutar de algunos de los mejores restaurantes del litoral malagueño.

Leña, Marbella

Dani García, estandarte de la alta cocina costasoleña, recogió los bártulos de su restaurante gastronómico con el que consiguió las tres estrellas Michelin y cambió de aires. En el mismo lugar (en el Hotel Puente Romano) ha abierto Leña, una mezcla entre asador y steakhouse en el que la carne es protagonista, junto a la brasa.

Kebabs, schnitzel, sus yakipinchos (entre espetos y yakitoris japoneses), pollo y vacuno, mucho vacuno (y algo de ibérico) que va desde solomillos y entrecots a cortes más grandes como la chuleta, el chuletón, el tomahawk o el porterhouse. Tampoco se debe perder de vista su aguacate malagueño a la brasa, las croquetas de pollo asado o la hamburguesa picada al momento y en la propia mesa.

Un recital donde el fuego lleva la batuta y el producto de primera calidad es responsable de esta nueva propuesta de García, que agradará a todos los paladares con un ticket medio razonable.

Hotel Puente Romano, Av. Bulevar Príncipe Alfonso de Hohenlohe, s/n, Marbella. Teléfono: 952 76 42 52.

Los Marinos José, Fuengirola

Antes hablamos de Los Marinos Paco y ahora toca hablar del 'hijo pequeño', a apenas 50 metros de la casa madre. Aquí oficia la última generación de los Sánchez: Pablo en cocina y José en sala y sumillería.

Entre ambos han convertido el restaurante (y no es una exageración) en uno de los mejores restaurantes de pescado y marisco de España. La bienvenida al entrar la da una mesa fría donde está el pescado del día, que marca la pauta de lo que la mar y la lonja de Fuengirola han ofrecido. Junto a ella, una bodega también para enmarcar que puede competir también con los mejores restaurantes estrella Michelin.

La mejor opción es darse al menos una vez el capricho, no prestando atención al ticket -o no más de la cuenta- y dejarse aconsejar por lo que haya entrado ese día.

El recital es casi inabarcable y todo será un éxito: frituras, brasas, plancha y cocidos para mimar a salmonetes, loritos, quisquillas, alistados, conghas finas, búsanos, cigalas, meros, urtas, róbalos, langostas chiguatas, ortiguillas de mar... El despliegue es magnífico y bien merece que uno se deje pasar por allí alguna vez, si no al año, al menos en la vida.

Paseo Marítimo Rey de España, 161. Fuengirola. Teléfono: 952661012.

La Milla, Marbella

En seis años, Luismi Menor y César Morales han convertido La Milla en una parada imprescindible para los amantes de la buena mesa en la Costa del Sol. Oficialmente, al estar a pie de playa, podríamos denominarlo un chiringuito pero su propuesta gastronómica y enológica va mucho más allá

La carta la dominan los pescados y mariscos de las lonjas, principalmente andaluzas, que van desde Huelva hasta Almería. Producto y temporada se citan así en otro de esos restaurantes en los que conviene ponerse en mano del maître y la sala.

Hay espetos, frituras finas (espectacular la de salmonetes y la de bogavante), brasa (buenas carnes y muy buenos carabineros) y algunos platos ya clásicos de la casa como los langostinos al pilpil, el picaíllo de tomate con lomo de atún o sus arroces, como el ibérico con gamba roja.

Todo ello con la playa enfrente y hamacas con las que echar el día, literalmente, en La Milla, en un entorno idílico.

Urbanización Los Verdiales (Entre Hotel Marbella Club y Hotel Puente Romano), Marbella. Teléfono: 952 00 90 80.

ERRE & Urrechu, Marbella

Iñigo Urrechu, después de conquistar Madrid y Pozuelo, ha iniciado también una aventura malagueña dentro del Hotel Don Pepe Gran Meliá, donde la brasa y el fuego vertebran la propuesta de la carta.

Su peculiaridad está en que cada tipo de producto se elabora con un tipo distinto de madera: de naranjo para la verdura , de olivo para el pescado y de encina para la carne.

En las carnes se nota la mano vasca de Urrechu, donde se sirven cortes de vaca frisona y de wagyu, que forman el paso final de esta carta. Antes, conviene recrearse con la lubina o el rodaballo a la bilbaína, además de los puerros con idiazábal, calabacines al pilpil o las verduras del propio huerto.

Via Hotel Don Pepe s/n, Calle José Meliá, Marbella. Teléfono: 911 36 76 04.

Skina, Marbella

Un asturiano en el sur es la definición de Marcos Granda y el idilio gastronómico que mantiene con Marbella desde hace 15 años en Skina.

Un restaurante íntimo (entre 12 y 14 comensales como máximo) y con una propuesta muy de producto pero elevándolo a alta cocina. Sin embargo, se respeta la temporada y se mima sin disfrazar las preparaciones, que le han hecho merecedor de dos estrellas Michelin (consiguiendo la segunda el año pasado).

Apostando por productores de gran nivel, desde la carne a la verdura, pasando por el pan, el pescado o las setas. Hay dos opciones, las dos de menú degustación, uno largo y otro corto en el que elegir tres platos de la carta. Además de 700 referencias de vinos, incluyendo jereces, champagnes y referencias de vinos dulces tanto franceses como húngaros de mucho prestigio.

Calle Aduar, 12, Marbella. Teléfono: 952 76 52 77.

Sollo, Fuengirola

El chef brasileño Diego Gallegos, malagueño de adopción culinaria, ha conseguido el apodo de el Chef del Caviar, y convertir su propuesta en Sollo (en el Higueron Hotel Malaga, Curio Collection by Hilton) en un viaje entre el Mediterráneo y el Atlántico donde se aprovechan muchas de las partes del esturión.

No sólo de las huevas, que sirve del caviar ecológico de Riofrío (Granada), sino también de los propios lomos del esturión. La apuesta es muy marinera, sumándose también la tilapia, el salmón o la ostra.

Sólo en degustación y con la posibilidad de acompañar el menú con más caviar, la oferta de Sollo se consolida con una bodega amplia de unos 150 vinos, con los que maridar esta cocina que funde Málaga y Brasil a través del esturión.

Av. del Higuerón, 48, Fuengirola. Teléfono: 951 50 51 01.

El Lago, Marbella

El decano de los estrella Michelin de la Costa del Sol descubre una cocina andaluza basada en el producto y donde vemos guiños a los platos tradicionales de Málaga.

Dos propuestas: una en degustación y otra en la carta, donde vemos platos como la lima rellena de zoque malagueño, la porra de remolacha y fresas, el boquerón al limón o la cigala asada con sopa viña AB.

De ello se encarga el chef Fernando Villasclaras, que también dispone en la carta otros platos de mucho carácter andaluz como la raya a la mantequilla negra, la paletilla de chivo lechal, el lomo bajo de retinta o una selección de cortes de cerdo ibérico de Ronda con solomillo, papada y carrillada.

Urb. Elviria Hills Avda. Las Cumbres s/n, Marbella. Teléfono. +34 952 832 37.

Desayuno y brunch en Marbella y la Costa del Sol

Málaga y la Costa del Sol son territorio de molletes, de pringás, de zurrapas de lomo y, como no, de tejeringos. El mundo del desayuno y la merienda en toda la provincia también implica a los míticos pitufos y a los camperos.

Churrería Ramón, Marbella

El tejeringo (lo que en buena parte de España se llama porra) es la religión de esta churrería abierta en 1941. Ubicada en el centro de Marbella, es casi un pecado no pasar por allí y llevarse media docena de estos churros.

Poco aceitosos, huecos y muy crujientes, los churros de Ramón (aunque ahora está al mando el nieto, David Navas) son una parada obligada para iniciar el día si uno está por Marbella.

Plaza de los Naranjos, 8, Marbella. Teléfono: 952 778 546.

Churrería Marbella

De los mismos mimbres es este icono, que también tiene que ver con el mítico Ramón. Podemos encontrar sus churros en dos locales, uno en Plaza de África y otro en la Plaza de la Victoria, que corren a cargo de Francisco Clavijo, nieto de Ramón.

Buen aceite, una masa equilibrada y un alveolo amplio, que las hace ligeras, convierte a sus churros en otro de los reclamos para la primera hora o para los noctámbulos que pasen por el centro de Marbella.

Plaza de África y plaza de la Victoria, Marbella. Teléfono: 646 299 267.

Fiesta, el Bar del Mercao, Marbella

La tentación de ver el trasiego de hosteleros entrando en el Mercado Municipal de Marbella en busca de las capturas del día y, de paso, desayunar como uno de ellos, es una tentación irresistible en Fiesta, el Bar del Mercao.

Sus bocadillos, que llevan dando el callo casi 30 años, son irresistible. La bandera es el mollete de carne mechá y el Fiesta, que lleva tortilla de patatas, tomate en rodajas y carne mechá.

También la cocina tiene buen tute y la especialidad está en los pescados y, aunque algunos crean que es algo contemporáneo, en cocinar a la plancha, cocido o la brasa lo que el cliente haya comprado ese mismo día en los puestos que rodean al Fiesta. Además, también se marcan arroces de aúpa y buenos guisos marineros.

La única pega, como buen bar de mercado, es que su horario se limita de ocho de la mañana a cuatro de la tarde, pero es una opción ideal para empezar el día con algo en el estómago.

Calle Jacinto Benavente, 1, puesto 38, Marbella.

La Tradición, Fuengirola

No sólo de dulces y confitería vive el hombre y en La Tradición, a pesar de que su aspecto nos haga pensar que sólo hay postres, trabajándose también salados como sus cruasanes 'pitufos'.

En ese negociado está el serranito, icono de los montaditos andaluces, que aquí se sirve en un pan ligeramente tostado con el lomo de cerdo, el jamón serrano, el pimiento frito y una pizca de alioli. Sustancioso pero equilibrado, hacer un alto en La Tradición es perfecto para sacudirse el hambre de media mañana si estás en Fuengirola.

Camino de Coín, 24, 29640 Fuengirola. Teléfono: 952 47 42 77.

Mia Café, Marbella

La influencia de turistas internacionales también ha permitido que Marbella y la Costa del Sol se pongan al día en los desayunos y brunches.

Es el caso de Mía Café, en el centro de la ciudad, donde hay repostería casera (incluyendo sin gluten), buen café, una amplia selección de tés y todo ello en una terraza bastante refrescante donde tampoco faltan platos salados como bocadillos, sándwiches, tortillas y gofres.

Calle Remedios, 7, Marbella. Teléfono: 669 66 80 95.

Imágenes | Leña / Istock / Jumpstory / La Milla

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