De histórica marisquería a local de moda: este es el salto de La Xarxa, en la zona alta barcelonesa

Sus berberechos y cigalas son de lo mejor de la carta, una propuesta que destila raíces pero sobre todo cocina tradicional por doquier

30 marzo 2024, 09:00

Joana Costa

La Xarxa es un establecimiento con más de 50 años de historia situado en la parte alta de Barcelona, en concreto en la sofisticada plaza Molina, atravesada por la concurrida via Augusta.

El marisco gallego y la cocina de mercado son el gran emblema de La Xarxa, restaurante que tiene como semilla inicial una aclamado marisquería de éxito de finales de los años 60.

En concreto, este local abrió en Sant Gervasi en 1969. Una de sus singularidades es que su propuesta incorpora platos clásicos de los años 70 y 80, cuando era un referente en la ciudad.

Actualmente, pilota su oferta gastronómica la segunda generación liderada por Jose Varela, que sigue tratando el marisco gallego (y el resto de producto de mercado) con la justicia que se merece.

No obstante, este lugar ha pasado de ser la marisquería de una época dorada a concitarse como punto de encuentro de las nuevas generaciones (incluso entre las más jóvenes), pero también las más veteranas, en busca de una cocina auténtica.

En La Xarxa, todo es artesanal, y no es para menos, pues su carta está basada en elaboraciones y platillos. Perteneciente al grupo Varela, este restaurante se situaba originalmente en la plaza Molina, pero se trasladó posteriormente a un local más pequeño a una calle (en Brusi) para volver después a su ubicación original, la actual ubicación en la plaza Molina.

Su decoración es totalmente vintage con un envejecido y algo destartalado suelo hidráulico de los de antes (no se sabe si pretendidamente o a causa del desgaste del propio local), sillas de madera, de estilo antiguo, y un atmósfera más propia de aquellos años 60 en los que nació.

El servicio está a un gran nivel de proximidad y dominio de la oferta del restaurante para resolver cualquier duda. Su encargada, Melanie, conoce todos los entresijos de la cocina para una experiencia mucho más enriquecedora, acompañada de una selecta y ambiciosa carta de vinos donde los las referencias gallegas y catalanas no pueden faltar.

Cocción al punto exacto

Uno de los retos de este tipo de establecimientos es, precisamente, saber cocinar. La cocina de producto se basa en el tratamiento dado a este, de forma que hay que realizar cocciones que ensalcen sus sabores y texturas.

En la carta de La Xarxa hay productos de alta calidad que el chef sabe cocinar en su punto exacto para hacer justicia a estos alimentos. Este es sin duda, uno de los puntos fuertes del local: tratar con maestría el punto exacto de cada uno de los ingredientes, sirviéndolos que se deshacen en la boca.

Una de las joyas de este restaurante es la recuperación de uno de los platos originales que servían en 1969. Este plato es un centollo trabajado con salsa Perrins y huevas del mismo crustáceo servido como se hacía clásicamente.

Otro de los platos que es imprescindible probar en La Xarxa, son los garbanzos con butifarra del perol, papada y huevo frito de corral. Este cocido (con garbanzos de gran calibre) consigue aproximarse a la dieta de un agricultor hace 50 años: un plato sencillo, pero totalmente resultón.

Las cigalas de costa al horno son otra de las sugerencias destacadas de este restaurante, pues pese a una elaboración, aparentemente sencilla, el comensal se lleva a la boca un plato excepcionalmente rico.

Mencion aparte merecen los berberechos gallegos a la plancha, que se sirven de un gran calibre en fuentes de sal gruesa para terminar chupándose los dedos e incluso relamer la concha para degustarlos como si fueran pipas.

Además, este restaurante y la comunidad gastronómica en general, están de enhorabuena por la vuelta de estos moluscos a las mesas españolas tras la temporada en la que no han estado disponibles por la situación de las rías gallegas (concretamente la de Muros y Noya), donde el 70% de los berberechos que se sirven a nivel nacional murieron a causa del temporal de noviembre.

De entre sus postres La Xarxa tiene un dulce final muy solicitado. Es una tarta de queso con queso azul, Idiazábal y queso crema que incorpora un punto de dulzura no habitual en este tipo de tartas. El sirope y el crumble se sirven aparte para que la clientela aderece el pastel a su gusto.