Puede que no mucha gente sepa que el origen del flamenquín, bandera de la gastronomía cordobesa, tiene controvertidos orígenes. No en vano, Andújar, el pueblo del que hoy os hablamos, también saca pecho histórico para atribuirse tan magna receta.
No son los únicos, pues también en Bujalance, un pueblo de la campiña de Córdoba, que también presume de haber alumbrado a tan rubia e importante fritura de la cocina andaluza.
Lo cierto es que más allá de su tapeo y de sus flamenquines, Andújar es un pueblo perfecto para pasar un fin de semana rodeado de cultura, gastronomía de calidad y arquitectura en cualquier época del año, aunque es la primavera donde más florece.
Conocido además por ser uno de los pueblos donde existe una mayor densidad de población de lince ibérico, Andújar tiene a bien haberse convertido en un lugar de protección para esta especie.
Prueba de ello se encuentra, si buscamos rutas senderistas y paisajes de ensueño, en el Parque Natural Sierra de Andújar, que se puede descubrir a través de más de una decena de recorridos con los que llenarse de naturaleza para todos los públicos.
Insistimos en que no es el único encanto de Andújar, enclavado en la ruta que une Jaén y Córdoba, y que lo hace muy próximo a ambas capitales. Apenas 45 minutos desde Jaén y alrededor de una hora si venimos de la Ciudad Califal, por lo que también es una parada más que recomendable como escapada desde estas ciudades.
Fundamental su ubicación durante la Reconquista, Andújar ha sido vía de paso histórica para descubrir Andalucía, razón también por la que abunda en ella una arquitectura religiosa de la que dan cuenta sus iglesias, conventos y monasterios.
De especial interés histórico y religioso, es la Basílica de Nuestra Señora de la Cabeza, que domina la silueta de Andújar desde una loma. También lo son la Iglesia de San Bartolomé y la iglesia de Santa Marina, así como la Iglesia de Santa María la Mayor, que es uno de los pocos templos fuera de Toledo donde se pueden admirar obras de El Greco.
Junto a la abundancia de referencias sacras, Andújar también ha sido testigo de esa importante presencia civil, sobre todo a partir del Renacimiento, que sirve también para reforzar el carácter histórico del centro, donde impone la presencia del Palacio Municipal de Andújar, ya barroco, en el trazado urbano de la ciudad.
Abarrotado en primavera, sobre todo si coincide con la romería —una de las más antiguas de España— de la Virgen de la Cabeza, Andújar es ideal para disfrutar un fin de semana entre naturaleza, paisajes, historia y sus simpáticos bares, tabernas y tascas.
Forjada por ese carácter montero, Andújar también es conocida por la riqueza de sus montes a nivel cinegético. Por este motivo, la carne de caza es muy habitual en las cartas de sus restaurantes, siendo muy concreto el plato carne de monte, que es un guiso de carne de ciervo adobada.
Atrás no se queda la perdiz escabechada o los platos de huerta, incluyendo aquellos que se pueden recolectar directamente, como los espárragos silvestres o, si hablamos de Semana Santa, el canto, que es un plato a base de pan, tomate y bacalao, así como los caracoles a la taza —muy habituales en primavera y verano— o el alda de choto, disfrutables en restaurante como El Botijo o el choto frito del restaurante El Choto.
Imágenes | Olga Berrios / El Botijo / El Choto / Turismo de Andújar / iStock
En DAP | Este es uno de los castillos medievales mejor conservados de España: y el pueblo que lo rodea es una pasada
En DAP | Marcelino Serrano, el bodeguero electricista que ha puesto en el mapa los vinos de la Sierra Sur de Jaén
Ver todos los comentarios en https://www.directoalpaladar.com
VER Comentarios