Las novedades que lanza Ikea son territorio de nuestros compañeros de Decoesfera, pero a quienes nos apasiona la gastronomía no podemos evitar caer también en sus redes. No solo su sección de cocina es un peligro, la tienda de alimentación y el restaurante se han convertido en un gran foco de atracción para clientes, y la firma sueca lo sabe. Por eso Ikea está planteándose lanzar su propia línea de restaurantes totalmente separada de los muebles.
¿Cuántos habéis ido a Ikea más con la idea de comer que de comprar muebles? Cada vez hay más personas que aprovechan el viaje a la tienda para echar el día completo, desayunando primero o haciendo una pausa en la visita para reponer fuerzas con sus menús. Yo conozco a gente que cuando sale de viaje planifica las paradas buscando los centros de Ikea porque ofrecen comida atractiva y económica, en ambientes que suelen ser cómodos para familias. Pero, ¿tendrían los restaurantes éxito por sí mismos?
Ikea, mucho más que una simple tienda de muebles
Hoy en día se nos puede hacer difícil imaginarnos la vida antes de Ikea, a pesar de que no llevan tanto tiempo con nosotros. Yo recuerdo perfectamente mi fascinación al pisar el centro que abrió en Murcia la primera vez, y es que la firma sueca consiguió materializar un concepto totalmente distinto a lo que estábamos acostumbrados. El estilo nórdico se puso de moda y popularizaron una forma de entender el diseño, el hogar y un estilo de vida que hoy imitan muchas otras empresas.
Al año siguiente de abrir el primer local en 1958 en Suecia, su fundador pensó que sería buena idea instalar un área de esparcimiento en la que los clientes pudieran descansar y reponer fuerzas llenando el estómago. Dio totalmente en el clavo; la cafetería y, sobre todo, el restaurante es ya parte inseparable de las tiendas Ikea en todo el mundo.
Yo admito que solo he comido en sus instalaciones una vez, pero fue muy práctico. Los Ikea no suelen estar cerca del centro urbano -aunque eso parece estar cambiando con aperturas especiales- y en las grandes ciudades no es raro que te pille atasco al ir o volver, así que conviene planificar bien la visita. Y lo habitual no es precisamente estar solo veinte minutos dentro de sus interminables pasillos, cuando vas a Ikea sabes que te tocará invertir un buen rato, con paciencia.
Por eso no son pocas las familias que lo conciben casi como una actividad de ocio, una oportunidad para mejorar su casa pero también para comer o merendar, con espacio para que los niños jueguen e incluso se puede hacer la compra para la cena. Y a todo esto hay que incluir las numerosas actividades que Ikea cada vez está incorporando más a su oferta para los clientes, con talleres de decoración, manualidad y, cómo no, cocina.
Cocina, alimentación y restaurante
La cocina siepre ha sido una de las grandez bazas de Ikea y constantemente están reinventando su catálogo con muebles, electrodomésticos, vajillas y accesorios de todo tipo. Para los cocinillas es casi imposible atravesar sus pasillos sin coger al menos un par de cosas, aunque sean tontadas que en realidad no necesitamos -yo me declaro la primera pecadora-. Y la tienda de alimentación es otra visita casi obligada.
Siguiendo la filosofía de la empresa, la tienda y el restaurante han ido evolucionando ofreciendo productos y platos de la cocina sueca adaptados un poco al gusto de cada país. El “espíritu Ikea” se refleja perfectamente en su oferta gastronómica: alma sueca, sostenibilidad, pensando en familias modernas, dando importancia al diseño y sin olvidar esa máxima de “hágalo usted mismo”.
La mayoría de platos que se pueden probar en el restaurante están disponibles en la tienda para que podamos cocinarlos en casa, incluso cuentan con varios libros de cocina que son, de nuevo, una tentación por su atractivo diseño. Las estanterías BILLY son ya un icono de Ikea, pero también se han convertido en todo un símbolo productos como sus galletas de avena o, cómo no, las famosas albóndigas.
Restaurantes de Ikea independientes: ¿la próxima gran jugada?
En Ikea saben muy bien que sus departamentos de comida tienen un gran éxito entre los clientes, y los llevan explotando con fuerza desde hace tiempo. Los socios de Ikea Family pueden tomar café gratis y siempre hay alguna oferta para comer algo a precios especiales, incluyendo menús de regalo por los cumpleaños. Un cliente que ha descansado comprará más y mejor, y la pausa en el restautante ayuda también a calmar el estrés que suele generar la compra de muebles en pareja o familia. Las discusiones se llevan mejor con el estómago lleno.
Hasta ahora se habían abierto algunos locales de restauración pop-up en ciudades como Londres, con el llamado The Dining Club, una especie de restaurante DIY. Sin embargo, era una idea más dirigida a difundir mensajes de sostenibilidad, nutrición y ahorro con talleres y clases maestras para concienciar al público de la importancia de ser consumidores conscientes y responsables.
Ahora parece que Ikea se está planteando en serio separar sus restaurantes de la tienda de muebles, o al menos abrir una línea de restauración independiente. Así lo ha declarado Gerd Diewald, responsable de alimentación de Ikea en Estados Unidos. Es una sección del gigante sueco que ha crecido hasta tener entidad propia y valor por sí misma, con muchos clientes que van a Ikea solo para comer, sin llegar a pasar por la exposición de muebles. Ikea ha creado una imagen de marca muy concreta también en torno a la comida, potenciando mucho la cocina saludable, sostenible e incluso local.
Por supuesto que sus míticas albóndigas y los productos de pescado están presentes en todo el mundo, pero también han ido sumando a los menús platos adaptados al gusto de cada población. Ahora hay también albóndigas vegetarianas y en España podemos desayunar un pincho de tortilla o pan con jamón, aceite de oliva y tomate, mientras que en Dublin, por ejemplo, ofrecen las típicas alubias con tomate, bacon y salchicha.
Diewald no ha dado detalles sobre una próxima apertura de restaurantes separados, pero parece que la tentadora idea podría materializarse muy pronto. A fin de cuentas, un local de restauración necesita menos inversión que un centro Ikea completo, particularmente mucho menos espacio. Ya se está explorando la idea de abrir locales más pequeños en el centro de las ciudades, como el espacio temporal que va a a abrir en el centro de Madrid, y que va a contar con una cafetería Fika con menús saludables.
La firma sueca ha triunfado en todo lo que se ha propuesto y no dudo que una posible línea de restaurantes también tendría éxito, sobre todo en el centro de las grandes ciudades. ¿Os gustaría que fuera una realidad, o creéis que su comida está sobrevalorada?
Fotos | Ikea, Magnus D, Ruocaled, wEndalicious, gaspar
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