Tan insólita como impactante: esta floración de primavera en Tenerife es una de las mejores escapadas para el mes de mayo canario

La majestuosidad de una flor que se abre paso en uno de los territorios más inhóspitos de España

Es posible que la cabeza se te llene de tonos blancos, pensando en los cerezos en flor del Valle del Jerte, si hablamos de floraciones. También que, ya en el mes de julio, tu cabeza evoque las imágenes purpúreas de la lavanda que tiñe los campos de lavanda de Guadalajara.

También, seguramente, que el recuerdo de las floraciones en rosa que invade los campos de melocotones de Lérida y de Murcia, regrese a tu memoria. Sin embargo, en el mes de mayo hay una floración insólita y paradisíaca que tiene mucha menos fama, pero resulta igualmente impactante.

Tanto que debemos cambiar de tercio y abandonar la península para desplazarnos a la isla de Tenerife. Paraíso natural donde los haya, la isla de Tenerife no solo presume de un territorio proclive al sol y playa, sino también a un turismo natural de primer orden.

No en vano, el Parque Nacional del Teide es el más visitado de España. Sin embargo, no venimos a Tenerife solo a dejarnos seducir por la majestuosa altitud del Padre Teide, como le conocen los tinerfeños, sino también por las flores que se multiplican en las faldas de la montaña más alta de España.

Aquí es donde debemos detenernos para admirar –sin invadir el campo y siguiendo los senderos– el paisaje volcánico de las Cañadas del Teide, que sorprende en primavera con la floración del tajinaste rojo, un endemismo canario que llega a medir dos metros de altura y sorprende en intensísimas flores rojas y púrpuras desde este arbusto sin ramas.

Tajinaste rojo florecido en el Parque Nacional del Teide. ©Turismo de Tenerife.

Todo un descubrimiento que salpica las laderas del Teide, con sus tonos negros y sus texturas rocosas, con el contraste rojizo que coronan los tajinastes. El Parque Nacional se puede recorrer a través de una ruta de Red de Senderos, incluidas autoguías, que permiten recorrer sin problemas la zona.

Floración de la retama. ©Turismo de Tenerife.

No está solo el tajinaste, evidentemente. Otras de las flores que visten las Cañadas del Teide son la retama, que viste de amarillo el campo, o el tajinaste picante, con sus flores azules, así como la margarita del Teide, la flor de malpaís o la hierba pajonera, que salpican de color un acontecimiento único en España y que merece la pena descubrir esta primavera.

Imágenes | Turismo de Tenerife

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