La Embajada. Cuatro restaurantes en un mismo espacio

Hace unos días me acerqué con un amigo a comer a La Embajada, un restaurante situado sobre la madrileña calle de Juan Bravo donde me sorprendió la oferta gastronómica que ofrecen, ya que bajo el nombre de La Embajada, conviven cuatro restaurantes en un mismo espacio.

El restaurante está ubicado en un palacete de varias plantas, que le permite ofrecer cuatro cocinas diferentes, (elaboradas por cuatro chefs distintos y en distintas cocinas, todas ellas a la vista del público), servidas en distintos ambientes y decoraciones adaptadas al tipo de cocina.

Decoración y distribución de los restaurantes

En la entrada, se accede a una zona de Gastrobar, en la que se pueden comer pinchos, tostas y tapas más o menos elaboradas, que coinciden con las que se sirven también en la terraza, situada en el boulevard o zona central de la calle Juan Bravo, un lugar agradable y sencillo, donde se puede picotear algo tranquilamente o donde comer cuando no todos quieren una comida propiamente dicha y unos van a picar y otros solo quieren beber una cerveza.

En la siguiente planta, encontramos la Biblioteca, donde se ubica el restaurante de estilo mediterráneo, con una hermosa decoración en color blanco solo coloreada por los colores de los lomos de los libros allí dispuestos. Es un espacio amplio y elegante donde se pueden disfrutar de platos tradicionales de la cocina española y mediterránea, carnes y pescados. Además, cuenta con un espacio o salón reservado para comidas de grupos hasta de 20 personas.

Más arriba encontramos la planta dedicada a la cocina japonesa. Además de una excelente y surtida carta de sakes, preparan excelentes surtidos de sushi, al gusto del comensal. El espacio está decorado en colores más oscuros y transmite sobriedad y elegancia.

En el siguiente piso, un espacio que ocupa la terraza cubierta del palacete, está dedicado a la cocina mexicana, decorado con calaveras o calacas esmaltadas, sombreros charros y un gran surtido de tequilas que harán felices a los que disfruten con esta comida. Además, como el techo de la terraza es retráctil, se puede abrir convirtiéndose en espacio abierto, lo que agradecerán los fumadores.

Sobre estos cuatro espacios, La Embajada cuenta también con una zona de música y copas, el Sky bar situado en la planta superior del edificio, donde se puede terminar la velada tras haber comido en cualquiera de los cuatro espacios, sin tener que desplazarse a otro local. Esta zona cuenta con un balcón o pequeña terraza situada sobre la del espacio mexicano.

Menú degustación

Aunque la idea es que cada restaurante tiene su propia cocina, su propia barra de cócteles y copas y su propio chef, con un precio medio en torno a los 35-40 euros por persona, también es posible probar o encargar un menú de degustación o solicitar algún plato de otra de las plantas aunque se esté comiendo en otra, es decir, si todos van a cenar al japonés, uno de los comensales puede pedir algún plato del restaurante mexicano, por poner un ejemplo. Os cuento los platos que probé, para que os hagáis una idea de lo que se puede comer en La Embajada.

Comenzamos con un surtido de platos del restaurante japonés, básicamente diferentes tipos de maki rolls, california rolls, uramakis y nigiris. Me gustó especialmente el uramaki de atún rojo picante y el nigiri de minihamburguesa cubierta por un huevo de codorniz. El arroz estaba perfecto de punto, y también me gustaron mucho las gyozas de pollo y verduras. Además había una potente salsa picante servida aparte.

A continuación nos trasladamos a México, donde probamos un ligerísimo guacamole acompañado de migas de chorizo ranchero, unos sopes o antojos de cochinita pibil elaborados con hembra de lechal y unas flautas de tortilla de trigo rellenas de pollo, cubiertas de salsa ranchera y pico de gallo.

En cuanto a los platos del restaurante mediterráneo de la biblioteca, correspondientes al lugar en el que estábamos sentados, tomamos dos platos. Un bacalao servido sobre una crema de pimientos rojos (deliciosa) y una salsa verde de aceite de oliva y cebollino, adornado con una piruleta de parmesano, y, finalmente, un secreto ibérico a la plancha acompañado de una vinagreta de encurtidos.

Para postre pudimos probar una muestra de las tres clases de comida que habíamos compartido en La Embajada. De la cocina mexicana, tomamos un postre llamado Coyota, que era una galleta colocada sobre dulce de cajeta y cubierta de una crema, de la japonesa un estupendo mochi de chocolate y finalmente de la mediterránea, una tartita o Pie de limón y merengue en miniatura.

En conjunto, La Embajada es un restaurante donde se puede comer muy variado, eligiendo entre cualquiera de los cuatro locales diferenciados que ofrece en cada planta, y donde la comida, tiene un correctísimo nivel de calidad, accesible para todos los bolsillos. Si añadimos su privilegiada situación y la facilidad de contar con cuatro restaurantes en el mismo espacio, es una opción muy buena para ir a comer con amigos o pequeños grupos.

Restaurante La Embajada

Calle Juan Bravo nº 43
Tel Reservas: 914 012 064
Precio medio: 35 euros

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