Nada, me resulta más triste como aficionado a la provincia de Cádiz (y a sus gentes, a su cocina, a sus vinos o a su clima), que pensar que solo es un destino paradisiaco para el verano. Tampoco voy a negar que es evidente que es cuando más se puede gozar Cádiz, pero eso no quiere decir que la provincia y sus ciudades y pueblos no merezcan más de una escapada en invierno.
En este caso, en vez de irnos a un pueblito del interior, como podría ser Vejer de la Frontera o Arcos de la Frontera, nos vamos a quedar en una de sus grandes ciudades de costa: Sanlúcar de Barrameda.
Archifamosa por sus langostinos, por el barrio del Bajo de Guía, por las tortillitas de camarones y por la eterna manzanilla, Sanlúcar de Barrameda es un privilegio y una bendición del clima que, incluso en invierno, permite una escapada algo más amable a los pies del Atlántico.
Como tantas otras ciudades andaluzas, Sanlúcar de Barrameda, vivió un especial esplendor económico a partir del Descubrimiento de América. Sin embargo, eso no quita que ya fuera una ciudad relevante durante la Reconquista.
Qué ver y hacer en Sanlúcar de Barrameda
Por estos motivos, Sanlúcar de Barrameda aún mantiene muy buena parte desencanto historicista con elementos como el palacio ducal de Medina-Sidonia (declarado un monumento histórico artístico en 1978), el palacio Orleans Borbón, que hoy en día es el Ayuntamiento de Sanlúcar, o el castillo de Santiago, la fortaleza con la que la Casa Medina Sidonia controlaba buena parte de sus posesiones.
Como es lógico, Sanlúcar de Barrameda también tiene un patrimonio eclesiástico bastante relevante, como sucede con la parroquia de Nuestra Señora de la O, una iglesia de estilo mudéjar (algo muy poco frecuente en la zona), con uno de los retablos mayores más impresionantes de la provincia de Cádiz y con una fachada icónica.
No menos relevante es la subida al Barrio Alto de la ciudad, se encuentra en antiguo Convento de la Merced, que comparte zona en este histórico sanluqueño, donde también están citados palacio de Orleans, el de los duques de Medina-Sidonia y el castillo de Santiago.
De lo divino y lo humano se puede hablar largo y tendido en Sanlúcar. También de vino y de lo comido. Acercarse al Mercado de Abastos de Sanlúcar de Barrameda. Es una opción ideal para llenar también el maletero del coche con algunos de sus productos. Aunque no lo creas, los alrededores de Sanlúcar de Barrameda, como en la colonia Monte Algaida o Bonanza, se encuentran algunas de las huertas más potentes de Andalucía.
Justa fama tienen los tubérculos de la zona como los bonitos y las patatas, que no deberías dudar en llevarte a manos llenas de este mercado. Como es evidente, también el pescado es fundamental en Sanlúcar. Pargos, urta, borriquetes, meros… Lo mejor del mar a pedir de boca.
Además de los icónicos langostinos de Sanlúcar y las no menos afamadas tortillita de camarones, de estas últimas, si tienes antojo, aquí puedes descubrir donde comer las mejores tortillitas de camarones de Sanlúcar de Barrameda.
Por último, seamos fieles creyentes de los vinos, generosos o no, no menos relevantes sería acercarse, al menos al conocer algunas de las grandes historias que hay detrás de las bodegas de vino de Sanlúcar de Barrameda nombres no faltan. Hidalgo-La Gitana, Barbadillo, Yuste, Argüello…
El enoturismo está de moda en Andalucía, pero aún más en la provincia de Cádiz, donde la manzanilla, el fino y los amontillados llevan la voz cantante de unos vinos cotizados en el mundo entero y con acento gaditano, que no hay quien se lo quite.
Imágenes | Turismo de Sanlúcar de Barrameda
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