Cuando se viaja a ciertos lugares, por mucho que se quiera escapar de los puntos más turísticos, resulta casi inevitable caer en ellos. En Oporto destacan sin duda las bodegas de vino del mismo nombre, que le han dado fama mundial y cuya visita se considera ineludible. Son muchas las bodegas que aparecen salpicadas a lo largo del Duero y todas suelen ofrecer visitas guiadas, catas y tiendas especializadas. Nuestra elección fue la de W.&J. Graham's, situada en lo alto de una colina, y cuyos orígenes se remontan a 1820.
Curiosamente, las bodegas de Oporto no se encuentran en la ciudad propiamente dicha, sino en Vila Nova de Gaia, municipio que se extiende al otro lado de la orilla del río Duero, encontrándose la gran mayoría de caves de vinho a lo largo de un agradable, aunque muy turístico, paseo fluvial. Las bodegas están acompañadas de restaurantes, tabernas y bares donde el vino es el gran reclamo.
Orígenes del vino de Oporto
Aunque es parte de la identidad portuguesa, la historia del vino de Oporto está muy relacionada con Gran Bretaña. Sus orígenes se remontan al siglo XIV, época de la que ya se tiene constancia de intercambios comerciales de cierto antecedente del vino, aunque no llegaría a empezar a definirse realmente su calidad hasta el siglo XVII. Inglaterra ayudó a Portugal en su lucha contra los españoles y, en agradecimiento y como pago, se le concedió a sus aliados una serie de privilegios fiscales tanto para comerciar como para producir vinos en tierras lusas.
Ya en el siglo XVIII eran numerosos los asentamientos británicos en la zona, que comerciaban con sus propias producciones. En 1703 se firmaría el definitivo Tratado de Methuen, mediante el cual se otorgaba el monopolio de los vinos portugueses a la corona británica. Las exclusivas fórmulas del oporto se iban terminando de perfilar, hasta que en 1756 el marqués de Pombal, Primer Ministro portugués, consiguió regular y delimitar la producción, surgiendo así la primera denominación de origen de vinos de la historia.
La historia de Graham's
La historia concreta de las bodegas Graham's se remonta al siglo XIX, y tiene su origen la familia de origen escocés que todavía hoy da nombre a sus vinos, los Graham. En 1820 los hermanos Willian y John Graham fundaron en Oporto la asociación W. & J. Graham’s, con el objetivo de especializarse en la producción de caldos de alta calidad. Con el paso de los años, el nombre de la familia se fue alzando como uno de los más relevantes en la producción de vinos, destacando la adquisición de terrenos para el cultivo de sus propios viñedos en 1890, la Quinta dos Malvedos.
Ese mismo año se comenzó la construcción de las bodegas que son las mismas que se mantienen a día de hoy. Sobre una colina en Vila Nova de Gaia, mirando a la ciudad de Oporto y muy cerca de los aires del Atlántico, se alzan las bodegas de Graham's. La temperatura constante, siempre suave, y las corrientes marinas crean las mejores condiciones para el almacenamiento y envejecimiento de los vinos, que se reparten en más de seis mil barricas y numerosos toneles de roble entre gruesas paredes de granito.
A lo largo del siglo XX, mientras se extendía la fama de los vinos de Oporto por todo el mundo, el nombre de Graham's se fue asentando, sobre todo gracias a la producción de cosechas especialmente buenas que permitieron embotellar vinos Vintage que todavía hoy se cotizan a precios muy elevados. En 1970 los herederos vendieron la compañía a la familia Symington, también ligada al mundo vinícola, que continúa el legado de sus fundadores.
Tipos de vinos
Existen distintas variedades de vinos de oporto, pero todas se caracterizan por compartir una característica que es la que distingue a estos caldos, la interrumpción de la fermentación mediante la adición de un aguardiente. Esta técnica se desarrolló entre los siglos XVI y XVII para conseguir una mayor estabilidad en los vinos y que así aguantaran mejor los largos viajes por mar. Por tanto, el oporto es un vino fortificado al que se interrumpe la fermentación de sus azúcares de forma deliberada.
Aunque en los últimos años ha aumentado la producción de blancos, que se sirven fríos y pueden ser dulces o secos, los oportos más célebres son vinos tintos. Dependiendo de la cosecha, los tipos de uva y el tiempo y método de envejecimiento, los oportos adquieren distintas denominaciones, y cada uno ofrece características diferentes que los hacen únicos.
Los Tawny son vinos que se caracterizan por permanecer más tiempo en contacto con la madera durante su envejecimiento, lo que le da unas tonalidades rojizas ligeramente ocres, con algunas notas de dorado. Estos vinos proceden de mezclas de vinos de distintas edades, y es esa exposición prolongada al roble de las barricas la que desarrolla aromas de frutos secos. Hay variedades de Tawnys que van desde los tres hasta los cuarenta años.
Los demás vinos se producen minimizando los efectos de de la madera y el oxígeno, por tanto son envejecidos durante pocos años en las barricas de roble. Los más básicos son los Ruby, llamados así por su característico color rubí. Son vinos jóvenes que mantienen los aromas afrutados de la uva con matices a frutos rojos, y están considerados caldos adecuados para cualquier momento del día.
La variedad Crusted también proviene de varios cosechas, pero se embotella sin filtrar o clarificar. Así, mantienen sedimentos y posos de la fruta que permanecen en las botellas, continuando el envejecimiento del vino durante los años siguientes a su envasado, liberando nuevas notas aromáticas con el paso del tiempo. Hay que decantarlo antes de degustarlo.
Pero los vinos más célebres y los más cotizados son, sin duda, los llamados Vintage y LBT (Late-Bottled Vintage). Proceden de una sola cosecha cuya calidad excepcional ya se sospecha en el mismo momento de recolección de la uva. Tras pasar por la crianza en madera durante uno o dos años, se embotellan sin filtrar y continúan madurando durante varios años. Los Vintage se etiquetan con el año de su cosecha, habiendo normalmente sólo dos o tres por cada década.
En Graham's atesoran en sus bodegas un número considerable de vinos Vintage desde 1868, auténticos objetos de deseo para coleccionistas y especialistas, que alcanzan altos precios en ventas y subastas. Para que un vino adquiera la categoría de Vintage debe pasar por un cuidado proceso de examen y cata, tanto por empleados de la casa como posteriormente por especialistas a nivel nacional que degustan los vinos a ciegas, sin etiquetar.
Cuando una cosecha ha producido un oporto excepcionalmente bueno, pero que no ha conseguido la preciada declaración de Vintage, se etiqueta como Late-Bottled Vintage, y son filtrados antes de embotellarse. Por tanto, los Vintage sí necesitan decantarse, mientras que los LBT, no. Ambos vinos son de color oscuro, de aromas intensos, buen cuerpo y sabores equilibrados que permanecen largo tiempo en la boca.
La visita a las bodegas
Como comentaba al principio, Graham's se encuentra al final del paseo fluvial y para llegar a sus puertas hay que caminar un poco subiendo la colina, pero merece la pena aunque sea por las vistas que se tienen del río una vez arriba. Graham's recibe al visitante en el gran vestíbulo integrado en un espacio muy agradable donde se encuentra un pequeño museo, el bar y la tienda de la firma.
La visita que se ofrece dura aproximadamente una hora e incluye una degustación final de tres vinos diferentes. El precio de la misma varía en función de la calidad de caldos que se deseen probar, pero si no somos expertos enólogos la básica, de tres euros, creo que es suficiente y ya merece la pena.
Un punto a favor que tiene la visita de Graham's frente a otras es que sus grupos son reducidos y además se ofertan en diferentes idiomas, incluyendo el español. Nosotros nos enganchamos a una visita que acababa de empezar, aunque para llegar a ellos la empleada nos mareó un poco entre las barricas. Fue un error sin importancia que nos compensaron ofreciéndonos como extra un vino de más categoría en la degustación.
La visita comienza con el visionado de un didáctico vídeo de 15 minutos y continúa con las explicaciones del guía, que en nuestro caso fue una joven que hablaba muy bien nuestro idioma y se preocupó en todo momento de mantener nuestro interés y de resolver todas las dudas. El recorrido te lleva a través de las salas donde descansan los vinos más antiguos, el museo y las innumerables barricas y toneles, un espacio que me sorprendió por lo confortable y el buen nivel de limpieza que mantiene.
Para terminar, en el lodge se sitúa un agradable bar con barra y diversos toneles a modo de mesas con taburetes, donde tiene lugar la degustación. En este bar además se pueden contratar catas específicas para diversos eventos. La guía nos ofreció una explicación detallada de cada vino y nos dio algunas directrices sobre cómo apreciar mejor la cata, ofreciendo su ayuda en todo momento. Yo me considero una ignorante en la materia pero la verdad es que salí encantada, pues había sido una experiencia muy grata e instructiva.
Graham's Port Lodge
Rua Rei Ramiro 514 4400 Vila Nova de Gaia, Portugal Tel: +351-22 3776484/85
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