El presidente francés ha anunciando una ambiciosa reforma que facilite una visita más sosegada y un mejor flujo de público
El presidente de la República Francesa, Emmanuel Macron, ha anunciado este martes el proyecto de una gran reforma del Museo del Louvre que incluirá la creación de un espacio separado para albergar su obra estrella, La Gioconda, así como un nuevo acceso con el que descongestionar la entrada actual por la pirámide neoegipcia diseñada por Ieoh Ming Pei.
El ambicioso proyecto, bautizado como Louvre Nouvelle Renaissance (Nuevo Renacimiento del Louvre), responde a la necesidad de aplicar a la pinacoteca cambios estructurales que adapten el centro a la realidad que vive hoy como el museo más visitado del mundo. La última gran renovación se remonta a 1980, bajo mandato de François Mitterrand, quien mandó construir la ya icónica pirámide, pero que ha quedado claramente obsoleta.
Concebido para acoger a unos cuatro millones de visitantes al año, el Louvre recibe actualmente a más del doble, generando unos problemas de masificación que han convertido su visita en una experiencia poco menos que insoportable, vinculada al fenómeno del turismo de masas, pero que en el caso de este museo histórico cobra una problemática propia. La fama que tiene La Gioconda de Leonardo Da Vinci ha fagocitado casi por completo el resto del museo, lleno de multitud de obras que tienen tanta o más relevancia artística, especialmente para la cultura e identidad francesa.
Por este motivo, la idea de sacar a la Mona Lisa de su ubicación actual, en la Sala de los Estados, donde comparte espacio con otras obras ignoradas por el público, a un espacio independiente, es la más acertada. Son millones de personas las que saturan la entrada de la pirámide con el único objetivo de agolparse delante del pequeño retrato, móviles en alto; desviar este flujo de turistas a una instalación externa con acceso separado permitirá mejorar tanto la contemplación de la Mona Lisa como la visita de la pinacoteca.
La creación de una nueva y gran entrada, mejor adaptada para recibir a las grandes masas de público que la pirámide ya no puede absorber, reequilibrará el flujo de visitantes, contemplando el objetivo de aumentar aún más las cifras de ventas de entrada, cuyo precio, además, se verá incrementado. Aunque no se han dado cifras concretas, los medios franceses especulan con rumores de un nuevo precio general de acceso a 30 euros, frente a los 22 que cuesta ahora; también habrá nuevas tarifas para extracomunitarios. Con este aumento de los precios se pretenden financiar parte de los costes de la reforma.
La estrategia presentada por Macron incluye, además otras actuaciones como la restauración de los jardines del Carrusel y de las Tullerías, la construcción de amplios espacios subterráneos bajo la Cour Carrée, la restauración general de toda la infraestructura del edificio y la puesta en marcha de gran plan de depósitos que acerquen las colecciones reales no expuestas por todos los territorios de Francia y fuera del país. 35.000 obras de las colecciones del Louvre están depositadas en museos franceses, y más de 400.000 obras permanecen en las reservas.
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En los próximos meses se harán públicos los pliegos de condiciones para asignar el proyecto arquitectónico, que debería arrancar en 2026. La reforma completa debería estar finalizada, según los planes iniciales planteados, para el año 2031.
Imágenes | Flickr/Thomas Ricker - Louvre
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