Madrid se corona en la gala Michelin de Barcelona con seis nuevas estrellas

Con 31 nuevas estrellas otorgadas, la Guía Michelin no se ha dejado casi nada en los bolsillos, llenando las alforjas de los restaurantes madrileños de estrellas. Un total de seis restaurantes estrenan florón, a pesar de que ningún negocio de la capital ha conseguido llevarse dos estrellas (que sí se han llevado en Venta Moncalvillo) o las cotizadas tres estrellas que han caído en Noor y Disfrutar..

No obstante, algunas eran evidentes si se prestaba atención a los mentideros gastronómicos como sucede con la estrella de Osa —una de las aperturas más potentes del año— o de Cebo, tras ponerse manos a la obra los chicos de Cañitas Maite.

Otras tampoco extrañan, pues se trata de propuestas perseguidas por y para alcanzar el firmamento Michelin. Es el caso de la recuperación de la estrella de El Club Allard, ahora con la firma de Martín Berasategui y con el chef José Mari Goñi en el día a día.

Sin embargo, también hay 'sorpresas'. La comilla es fundamental, pues todas las nuevas estrellas son inapelables por propuesta y por quién está detrás, perfectos conocedores de lo que los inspectores persiguen.

Hablamos, por ejemplo, de Desde 1911, el restaurante gastronómico que Pescaderías Coruñesas montó en Cuatro Caminos, o de la estrella Michelin que recupera Cebo —tras la salida de Aurelio Morales y la pérdida del galardón— en manos de los chicos de Cañitas Maite, que también saben lo que es conseguir una estrella Michelin en Oba.

Mismo patrón de éxito que replica Marcos Granda con Toki, el primero de sus japoneses en la capital y que ya conocía lo que significa triunfar con un restaurante de cocina japonesa con Nintai, en Marbella. Por último, la merecedísima estrella de Miguel Carretero en Santerra, uno de esos restaurantes que, incomprensiblemente, no habían todavía convencido a los inspectores de Michelin.

Abierto en 2017, Santerra lleva varios años llamando a las puertas del cielo Michelin de la mano de Carretero, un chef manchego que ha puesto en el barrio de Salamanca su propuesta de cocina de campo y de monte bajo y que ahora, tras varios años quedándose a las puertas, ha conseguido lo que llevaba largo tiempo persiguiendo.

No obstante, no ha sido todo el monte orégano esta noche. Ha habido dos caídas del estrellato para los restaurantes Lúa y Gofio. El primero llevaba ocho años con la estrella haciendo cocina gallega en el barrio de Chamberí. El segundo la consiguió en 2020, pero sólo cuatro años después su propuesta de cocina canaria en el centro de Madrid ha perdido el beneplácito de Michelin.

Imágenes | Miguel Ayuso

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