El mágico pueblo de Huelva rodeado de dehesas y castañares que se extiende a los pies de misterioso castillo

En el extremo occidental de Sierra Morena, en el norte de la provincia onubense, despliega sus encantos uno de los pueblos más bonitos del interior de Andalucía

El clima templado de la serranía de Huelva hace que sea un destino ideal para escaparse en cualquier momento del año, lejos del bullicio de los enclaves más turísticos de la costa o grandes capitales como Córdoba o Granada. Tan solo a 40 km de Portugal encontramos Cortegana, uno de los pueblos mágicos y más bonitos de Andalucía que combina sus monumentos y cultura con un bello entorno natural de gran valor paisajístico.

Enclavado en la zona central del Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche, en el extremo occidental de Sierra Morena, Cortegana es un típico pueblo serrano que sin embargo tiene algunas particularidades que lo hacen único. Su término municipal está dividido en dos partes: una, el núcleo urbano, en pleno corazón de la Sierra, y otra, al sur,  en la Sierra meridional y en el Andévalo, la Dehesa de la Garnacha.

Pero lo que domina sin duda el perfil de esta localidad y que permanece como un guardián permanente sobre sus habitantes es el imponente castillo, cuyo origen sin embargo es todo un misterio. Aunque se cree que pudo iniciarse su construcción en el siglo XIII, no se sabe a ciencia cierta cómo arrancó esta construcción, con una Torre del Homenaje fechada ya en tiempos de los Reyes Católicos.

Modificado y restaurado en diversas ocasiones a lo largo de su agitada historia, el Castillo Medieval de Cortegana fue declarado Bien de Interés Cultural en 1985 y es una visita obligada para conocerlo en profundidad en sus dos sectores, la cerca o entorno defensivo, y el propio monumento del alcázar, reconvertido hoy en museo y lugar de eventos culturales.


Tras disfrutar de la visita hay que detenerse a admirar con calma las magníficas vistas que ofrece la construcción militar, tanto del pueblo como de todo el entorno natural, y emprender el camino de vuelta al centro histórico para explorar todo lo que Cortegana tiene que ofrecer.

Calles empedradas, viviendas tradicionales encaladas en blanco y casas solariegas, antiguas casas mudéjares, ermitas, fuentes históricas, el lavadero público, los bonitos edificios de los dos casinos... son muchas las rutas que pueden seguirse a través de sus cuidadas calles y, cuando se abra el apetito, disfrutar de la gastronomía local, donde destacan, cómo no, los productos del cerdo ibérico.


Cortegana conserva en su patrimonio gastronómico especialidades tan sugerentes como la sopa de olores, el gazpacho de invierno -con patatas, hígado de cerdo y pimentón-, las migas con patatas en días de lluvia, el pisto serrano o los platos con setas cuando es temporada micológica. Por supuesto, no faltan las opciones para golosos, con la miel local como ingrediente de lujo. Piñonates, pestiños, perrunillas, magdalenas, tortas de chicharrón, melojas o ‘poleás’ son algunos de los postres típicos.

Merece la pena también guardarse uno o dos días para recorrer el entorno natural que rodea a Cortegana, que presume de estar en un enclave privilegiado. Rodeado de dehesas de encinas y alcornoques, además de bosques donde predomina el castaño, el paisaje también está salpicado de olivares, almendros y árboles frutales, con muchos huertos plantados por los vecinos entorno al núcleo urbano y las diversas aldeas. 

Todo ello convive con la vegetación típica de bosque de ribera, con árboles como chopos, álamos, fresnos, alisos y sauces, más próximos a zonas donde corren aguas que atraen también a muchas especies de fauna autóctona.

Así, son numerosos los senderos y rutas aptas para todas las edades que se pueden practicar en sus alrededores, disfrutando de esas dehesas donde suelen corretear y comer a sus anchas cerdos, vacas y ovejas, o el agradable paisaje de bosques surcados por arroyos y ríos, llenos de juncos y adelfas.

Hay que destacar la animada vida de la localidad en torno a las diferentes fiestas locales que se celebran a lo largo del año, con la Romería de San Antonio de Padua como uno de los eventos más destacados que abarca varios días y suele organizarse en torno al 13 de junio, sin olvidar la Semana Santa, las verbenas veraniegas o actividades como ferias medievales.

Imágenes | iStock - Cadoalla - Turismo Cortegana

En DAP | Jamón ibérico, aire puro y una sierra impresionante: la escapada a un pueblo de Huelva perfecta

En DAP | Qué tienen de especial las gambas de Huelva y por qué nos gustan tanto

Ver todos los comentarios en https://www.directoalpaladar.com

VER Comentarios

Portada de Directo al Paladar