La calle Melo de Tarifa está escondida, en pleno centro de Tarifa, al abrigo del viento y de los miles de visitantes que la ciudad gaditana recibe cada año, especialmente durante la temporada veraniega. Allí llegaron ya hace años Isabel Párraga y Víctor Luque donde, tras otras experiencias en restauración, inauguraron el 26 de marzo su nuevo restaurante: Malcriado. El nombre, no vayan a pensar mal, les llega en homenaje a los perros, animales a los que adoran y que son recibidos con los brazos abiertos en su casa.
Tras ocho años en Picnic, en la céntrica y populosa calle Guzmán el Bueno, el matrimonio estaba decidido a buscar un espacio en el que predominara la intimidad, que fuese más tranquilo y personal. Era algo que ellos necesitaban y que, además, le demandaba buena parte de su clientela. Ahora, varios meses después de la apertura, están convencidos de que ese cambio ha sido todo un acierto.
Víctor Luque e Isabel Párraga, propietarios de Malcriado, en Tarifa.
Para crear su nuevo espacio, contaron con la colaboración de Marisa Gutiérrez, encargada del diseño interior de Malcriado, con una sala interior cuyo centro está ocupado por un sofá circular y mesas más pequeñas a su alrededor, con la barra al fondo.
Dice Víctor que en Malcriado el amor ha tenido mucho que ver, y es que aparte de compartir negocio con su esposa, ha tenido el apoyo de varios amigos, caso de Marisa, y de Fabián Villar, sumiller y propietario de Back (Marbella *), que es su cuñado y les ha ayudado en la carta de vinos. Víctor Rubiales, con la de comida. Y como no hay mayor amor que el de una madre, la suya, Pepi, bordó mano a mano, en una semana, 96 servilletas. «Me va a odiar toda la vida», dice riendo.
Comer en Malcriado
Pero a los comensales también hay que enamorarles, y para eso hay que darles de comer. La cocina de Malcriado es, resumidamente, «mediterránea, sencilla, y conectada con la zona en sus productos más destacados: atún, retinta y payoyo. La riqueza gastronómica de Andalucía queda reflejada en la bodega y en el carro de quesos por los que cada semana desfilan referencias de la región».
El tataki de atún de Malcriado.
El origen cordobés de Víctor se refleja en el aceite, de Aguilar de la Frontera, con la imagen de la mujer morena que tanto pintó su paisano, el genial Julio Romero de Torres.
Isabel y Víctor tienen claro que Malcriado no es un gastronómico, y tampoco tienen pretensiones de serlo. «Pero sí le damos mucha importancia a los detalles. Empezando por la vajilla, toda de Riedel. Queremos que lo comas aquí, no puedas probarlo en otro sitio, como nuestras bravas, con patatas holandesas. A los que las toman, les encantan. Y eso desde la época de Picnic, que ya las teníamos allí».
Platos señeros
En la primera temporada, Víctor no ha tenido duda en ninguno de los platos. Ni en los vinos: «podríamos decir que el atún de JC McKintosh, la carne de retinta de Cárnicas Alcázar y el queso de la sierra de Cádiz, son los productos más característicos. Entre los platos que han tenido mejor acogida, la anchoa con mantequilla, o un ajoblanco con mango helado y anchoa ahumada de Santoña, en el que la mezcla de lo ahumado con la almendra arcona queda fantástica. Como la ensalada de vieiras, con vinagreta de naranja y piñones.»
Anchoa con mantequilla.
El pulpo es otro de esos platos preferidos: «le hacemos una semi tempura, y ponemos mayonesa japonesa. Lleva una vinagreta de kimchi con manzana ácida, pimiento rojo dulce y cebolla morada, terminando con un micro cilantro».
Imagen parcial del interior de Malcriado.
El tataki de atún también lo elaboran de una manera menos usual, ya que ponen el atún sobre una base de pasta de almendras y wakame, con un gástrico de soja a base de un caramelo de vinagre de 20 años. La presa ibérica también la tienen en tataki, destacando Víctor en las carnes el steak tartar y el solomillo de ternera, con un puré robuchon a su manera, en un cuenco de espinacas, con una vinagreta aparte y una bearnesa.
Además, Isabel recomienda los cócteles de Malcriado. «Este es un espacio para malcriar y consentir a través del vino, la música, un plato rico o un combinado clásico de toda la vida».
Malcriado
- Dónde: C. Melo, 2. Tarifa (Cádiz).
- Precio medio: 30 euros.
- Horarios: De jueves a domingo. Solo noches.
- Reservas: 616 56 04 00
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