Mucha gente conoce la Laguna Negra de Soria, pero se pierden este precioso camino por subir a verla en autobús

Desde el aparcamiento del Paso de la Serrá se puede acceder a la Laguna Negra en autobús, pero es mejor ir a pie

Camino
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La Laguna Negra es uno de los mayores atractivos turísticos de la provincia de Soria. Situada a 1753 m de altitud, está ubicada a los pies del pico Urbión y constituye uno de los más bellos ejemplos de paisaje glaciar de España.

Protagonista involuntaria de La tierra de Alvargonzález, uno de los textos más conocidos de Campos de Castilla –el famoso poemario que Antonio Machado firmó durante su estancia en Soria muchos siguen creyendo que, como cuenta la leyenda, su color negro se debe a su enorme profundidad. La realidad es que esta no supera los 8 metros. ​

Especialmente atractiva en otoño, cuando los bosques de hayas que la rodean se tiñen de amarillo y marrón, el acceso al paraje está restringido gracias a la declaración, en 2010, del Parque Natural de la Laguna Negra y los Circos Glaciares de Urbión.

Para alcanzar la Laguna Negra hay que tomar la carretera SO-380 desde el pueblo de Vinuesa y seguir las indicaciones hasta el parking del Paso de la Serrá, último punto al que se puede acceder en coche –pagando cuatro euros por vehículo–. Desde allí, hay un servicio de autobús que sube los 2,5 km que separan el parking actual del antiguo, mucho más pequeño, situado a solo 300 m de la laguna.

El autobús, cuyo precio es de solo 1,80 euros ida y vuelta, es la mejor formar de llegar a la laguna sin apenas andar. Pero incluso los niños pequeños disfrutaran de la senda alternativa que discurre atravesando el increíble bosque de pinos y hayas que rodea a la laguna.

Laguna Negra

Un camino igual de bonito que la laguna

El camino discurre en paralelo al cauce del Arroyo de la Laguna Negra y a la carretera de acceso a esta, aunque apenas se divisa el asfalto.

La senda, perfectamente señalizada, salva un desnivel de más de 200 m en 2,5 km. Sí, hay que subir bastante, pero entre piedras, puentes, ramas y pequeñas escaleras de troncos, el camino se hace muy ameno, incluso para los niños pequeños.

En otoño las hayas y los helechos están preciosos y, además, el paraje, muy húmedo, está repleto de setas. Recuerda, eso sí, que si quieres recoger alguna que veas comestible necesitas un permiso.

El camino puede hacerse de subida y de bajada. Si vas con niños, personas mayores o, simplemente, no quieres andar tanto, es una opción subir en bus y bajar por el camino o viceversa. Eso sí, solo hay billetes de ida y vuelta, a 1,80 euros por persona.

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