Hay un sinfín de calles, avenidas y plazas en España que tienen a bien llamarse o apellidarse 'del sol'. Sin ir más lejos, nada resulta más evidente que la madrileña Puerta del Sol, lugar oficioso desde donde se trasladan las clásicas campanadas de Fin de Año.
Sin embargo, son muchas otras las ciudades, villas y pueblos de España donde el concepto 'del sol' se repite. El callejero, por ejemplo, nos lleva así a la calle del Sol, en Oviedo, Cáceres o Santander, así como Talavera de la Reina o Toro; pero también vemos que se repiten otros recorridos como Calle de la Puerta del Sol en ciudades como Jaén, León o Segovia.
Aparte de ciudades, hay decenas de pueblos en España que tienen en sus callejeros alguna calle o avenida, con distintos matices, dedicada al sol, pero ¿se refieren al astro rey?
La creencia, más tozuda que la lingüística, ha pretendido hacer ver que todas estas calles están destinadas o dedicadas a distintos matices que tienen que ver con el propio sol. Sin embargo, la realidad de esta toponimia, en muchos casos, guarda relación con las antiguas actividades de estas calles.
De esta manera, lo que encontramos según diversos estudios, es una realidad que topa con un concepto heredado de la época musulmana y que sería el que justifica el concepto 'del sol' en muchas de las calles españolas.
No en todas, pues no se puede asegurar tal cosa, pero sí es cierto que la mayor parte de las alusiones que veamos como 'Puerta del Sol', 'Calle del Sol' o 'Plaza del Sol' en las ciudades españolas, si están dentro del casco antiguo o histórico, van a tener que ver con otro término, ahora olvidado, pero fundamental durante la Edad Media.
De esta manera, se ha ido perdiendo el matiz del castellano antiguo de un concepto que habría derivado en los términos que hoy conocemos. A través del término azogue, que en árabe significaría mercado (también mercurio, pero lingüísticamente no es relevante en esta situación), muchas localidades de la península verían cómo esta palabra designaría a algunas de sus calles.
Se trataría de una evolución del concepto árabe hispánico "as-súq", que también guarda similitudes con el término 'zoco'. Ese as-súq mutaría a azogue con el paso de los años. De esta manera, azogue significaría zona o plaza de mercado.
Tras el término, lo que acontecería en la Edad Media sería la aparición de nuevas calles, cercanas o sobre estos, que se conocerían como 'So-el-azogue', es decir, "por encima de" o "sobre". A través de esta unión, con la frase ya completa, convertida en "solazogue", se acabaría acortando y derivando en esas 'calles del Sol' a las que ahora nos referimos.
Ejemplos de ello lo encontramos en ciudades como Oviedo, pero también Avilés, Santander, Salamanca o Segovia, siempre y cuando el término 'sol' esté vinculado a la parte histórica de la ciudad, que sería donde encontramos la justificación de esta palabra.
Imágenes | Turismo de Madrid