Que un plato sea famoso, típico o tradicional no quiere decir que tenga que encantar a todo el mundo. Puede incluso crearse el efecto contrario del esperado cuando las expectativas no cumplen no prometido, llevando a valorar muy negativamente comidas quizá sobrevaloradas. Nos ha pasado a todos cuando viajamos, y también la cocina española genera decepciones en el turista.
Para gustos, colores, pero siempre es interesante conocer qué recetas típicas o platos muy nuestros reciben la peor puntuación a ojos ajenos, aunque sea para poner las cosas un poco en perspectiva, o como mera curiosidad. Así, en la web especializada Taste Atlas, una suerte de enciclopedia gastronómica colectiva, encontramos un listado de las comidas españolas peor valoradas, ordenadas de mejor a peor, entre las que destacamos el top nueve.
Estos listados se actualizan periódicamente en el portal a partir de las valoraciones y críticas que hacen sus propios usuarios de todo el mundo, solo usuarios reales, ignorando bots o trolls, y también a aquellos que sean excesivamente nacionalistas buscando alterar las puntuaciones objetivas. A día 25 de agosto, para este ranking, se registraron 17.912 valoraciones, de las cuales 13.318 fueron reconocidas por el sistema como legítimas.
Tenemos así cambios y curiosas novedades respecto al listado anterior, en el que se colaban productos como las peladillas o el conejo al ajillo, y ha habido movimientos en las posiciones según las nuevas puntuaciones. Eso sí, se mantiene el rechazo a la morcilla y el poco gusto por los bocadillos valencianos en el turista.
Las nueve comidas españolas peor valoradas
Caldo de papas. Se trata de un típico plato de cocina casera tradicional de la gastronomía de Canarias, pero que debe generar gran decepción a los turistas que acuden a las islas esperando degustar manjares del mar y otras opciones más refinadas y elegantes. Es un plato de cuchara humilde con base de patatas, verduras y terminado con huevo, aromatizado con cilantro y azafrán, muy similar a otros que se elaboran por la Península.
Arroz al forn. El arroz al horno típico de Valencia es uno de nuestros favoritos, pero no debe gustar tanto al extranjero que viene esperando que todo sean "paellas". Probablemente la abundancia de productos cárnicos y la presencia de embutidos algo pesados le quiten puntos a ojos de los estómagos más delicados que además busquen la típica paella marinera o mixta.
Morcilla patatera. En la variedad de morcillas que tenemos en España nos aventuramos a afirmar que pocas pasan por la aprobación del turista más ajeno al embutido de sangre. Concretamente, la patatera es una especialidad extremeña que incluye, como su nombre indica, patata cocida, algo que quizás incluso reste puntos al verdadero amante del embutido, por ahorrar en ingredientes cárnicos.
Porrusalda. Otro plato de cuchara de tradición humilde y bien conocido por todo el país es esta especialidad del País Vasco, que puede ir viuda o con bacalao. La porrusalda Es tan sencilla y poco glamurosa que quizá genere decepción a quien se acerque a disfrutar de los placeres de la mítica mesa vasca, pero a nosotros nos encanta.
Hojaldres de Astorga. El único dulce que se cuela en el top de las comidas peor valoradas es el hojaldre de Astorga, uno de tantos dulces españoles elaborados con esta crujiente masa que quizá peca de simple a ojos ajenos. Su abundancia en versión industrial de menor calidad en tiendas de carretera y de souvenirs puede que también le haya jugado en contra.
Bocadillo de morcilla. Y volvemos a la morcilla, esta vez en versión bocata. Los turistas son tradicionalmente muy bocadilleros, y no nos extraña que el que pruebe esta variante tan típica en algunos bares y barras de España no sepa valorarlo. Digamos que no es el entrepan más ligero y accesible.
Bocadillo de verduras. En el podio aparece un contendiente que, la verdad, nos ha extrañado un poco. Demasiado genérico suena "bocadillo de verduras" para estar tan alto, y quizá sea una manera de simplificar bajo el mismo término todos los bocatas con protagonismo vegetal en su relleno. Curiosamente la web destaca el que ofrece Ricard Camarena en el Central Bar del Mercado Central de Valencia.
Gazpacho de mango. Si el gazpacho sigue siendo uno de los platos más populares en el extranjero y por el que los turistas se desviven por probar cuando llegan a España, la versión de gazpacho mango no parece gozar de una buena acogida. El sabor quizá demasiado dulce o tropical decepcione al foráneo que busca un sabor más genuinamente mediterráneo.
Bocadillo de carne de caballo. Y como la peor comida española, o la peor valorada, tenemos de nuevo un bocadillo, que otra vez nos lleva a Valencia, donde forma parte esencial del esmorzaret. Pero esta especialidad con carne de caballo provocará un gran rechazo entre el público menos habituado a comer este animal, un sentimiento que también encontramos hoy en muchos comensales españoles. Solo verlo en la carta ya despierta estupor en los estómagos más sensibles, y por eso se mantiene como el número uno una vez más en este poco agradecido ranking.
COCINA ESPAñOLA ANTIGUA, LA: 3 (COLECCION ILUSTRADA)
Foto | Lluís Ferrer
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