Es pequeño, de nombre impronunciable y casi un desconocido para las hordas de turistas que se mueven por nuestro viejo continente en sus vacaciones. Recibe pocos visitantes al año, pero este coqueto país sabe cómo tratar a cada uno de ellos desplegando sus encantos en cualquier época, especialmente para quienes buscan paisajes de ensueño y respirar naturaleza en verano.
Hablamos de Liechtenstein, o más concretamente, del Principado de Liechtenstein, un país soberano gobernado por una monarquía constitucional que se enclava entre Suiza y Austria, sin salida al mar pero con mucho que ofrecer al viajero en sus apenas 160 km² de superficie. Precisamente su situación geográfica es responsable de gran parte de su encanto, ya que se extiende entre el exuberante valle del Rin y la vertiente noroccidental de la cadena de Rätikon, que forma parte de los Alpes centrales.
Según datos del último barómetro prepandemia de la Organización Mundial del Turismo, Liechtenstein fue el país que menos turistas recibió en 2019, apenas 98.000, seguido de cerca por San Marino, que logró atraer a 111.000 visitantes. Está claro que su superficie tiene mucho que ver en estas reducidas cifras -España recibió ese mismo año a más de 83 millones-, pero, aún así, sigue siendo un país que pasa desapercibido para los propios europeos.
Mientras que la temporada invernal es perfecta para los deportes de nieve, el verano es la mejor época para los amantes de paisajes montañosos, campos verdes floridos, pueblos con encanto, ríos sinuosos y castillos de cuento. Se trata de un destino muy recomendable para quienes quieran practicar turismo activo, ya que el país permite realizar todo tipo de rutas de trekking, senderismo y excursiones para toda la familia, alpinismo o ciclismo de montaña, además de paseos a caballo y otras actividades deportivas en plena naturaleza.
La capital, Vaduz, presume de ser una de las más tranquilas de Europa, casi con alma aún rural, y siempre rodeada de esa presencia de la naturaleza alpina que nunca abandona al país en cualquier rincón. En sus afueras está el célebre castillo, sede del Príncipe, presidiendo la ciudad, y en ella también se encuentran numerosos museos y galerías de arte, aunque ya solo pasear por sus calles y plazas merece la pena la visita.
Con más movimiento urbano veremos otras de sus ciudades destacadas, con un mayor número de habitantes que la propia Vaduz, como Schaan, Triesen o Balzer, y cualquier de sus pequeños pueblos es un disfrute para los sentidos, así como la magnífica ruta que conecta los once municipios del país a lo largo de 75 km llenos de cultura, idílicos lugares donde descansar, mucha historia y una gastronomía disfrutona regada con vinos propios del país.
Liechtenstein Travel Guide 2023: An Insider's Guide to the Alpine Paradise
Imágenes | Marc de Jong - Stephen H - Marcel Eberle - vonMitzscha
En DAP | Este encantador pueblo a solo una hora de Madrid celebra un festival medieval único perfecto para una escapada de verano
En DAP | "Sin aglomeraciones y con comida increíble", la ciudad española que 'The Sun' recomienda para este verano