Un destino de interior donde la cuchara es la reina
Muchos turistas han descubierto que Galicia es un auténtico paraíso vacacional, tanto en verano como en invierno. La costa atlántica, con sus playas salvajes, acantilados imponentes y ciudades llenas de historia, es el destino favorito de quienes buscan mar y naturaleza.
Lugares como Sanxenxo, con su animada vida nocturna y sus arenales dorados, o las Islas Cíes, con sus aguas cristalinas, han convertido a esta comunidad en un destino imprescindible. Santiago de Compostela, con su majestuosa catedral, y A Coruña, con su Torre de Hércules vigilando el Atlántico, son algunos de los grandes atractivos urbanos.
Sin embargo, el interior gallego suele pasar desapercibido para muchos viajeros, a pesar de que esconde rincones espectaculares, con paisajes de montaña, bosques de cuento y una gastronomía de otro nivel. Y entre todos esos destinos, hay uno en la provincia de Pontevedra que brilla con luz propia, especialmente en invierno: Lalín.
Situado en pleno corazón de Galicia, Lalín es un municipio de interior que se encuentra a unos 60 kilómetros de Vigo y a unos 45 de Pontevedra. Es la capital de la comarca del Deza y es conocida por sus verdes paisajes, su cultura rural y su vibrante vida gastronómica.
Además, su ubicación estratégica hace que sea un punto de paso habitual para quienes recorren Galicia en coche, ya que está en el cruce de varias rutas importantes, incluyendo el Camino de Invierno, una de las variantes del Camino de Santiago.
En Lalín, hay mucho por ver y hacer. Su entorno natural es ideal para los amantes del senderismo, con rutas que atraviesan bosques de robles y castaños, y que conducen a rincones mágicos como el monasterio de Carboeiro, una joya del románico enclavada en un paisaje de ensueño.
También está el Castro Tecnológico de Lalín, un museo interactivo que acerca a los visitantes a la historia y evolución de los antiguos pobladores de la zona. Otro punto de interés es el Pazo de Liñares, una elegante casa señorial con siglos de historia que actualmente alberga el Museo Gallego de Marionetas.
Pero si hay algo que realmente define a Lalín, es su gastronomía. Y más concretamente, su plato estrella: el cocido de Lalín. Considerado uno de los mejores cocidos de España, este plato es un auténtico festín de sabores.
Se elabora con una cuidada selección de ingredientes que incluyen carne de cerdo en distintas piezas (lacón, costilla, oreja, morro, panceta y chorizo), grelos, garbanzos, patatas y cacheira (cabeza de cerdo). Todo ello se cocina lentamente en un caldo que concentra todo el sabor y la esencia de la cocina tradicional gallega.
El cocido de Lalín no es solo un plato, es una institución. Tanto es así, que desde 1969 cuenta con su propia fiesta gastronómica: la Feira do Cocido. Se celebra cada año el domingo anterior al Carnaval y atrae a miles de visitantes dispuestos a disfrutar de esta delicia invernal. Durante la feria, las calles de Lalín se llenan de música, mercados y desfiles, mientras que los restaurantes ofrecen menús especiales en los que el cocido es el gran protagonista.
Dos son los lugares donde probar las versiones más auténticas del cocido de Lalín: en el restaurante Cabañas y en La Molinera, dos referencias imprescindibles para entender este particular y pantagruélico cocido.
Imágenes | Turismo de Lalín
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