A veces nos empeñamos tanto en cruzar el mundo para visitar lugares exóticos que se nos olvida que en España tenemos verdaderos paraísos mucho más cercanos que esos destinos de postal más populares en el turismo internacional. Costa Rica, México, Perú o Colombia son sin duda viajes magníficos, pero en nuestro país tenemos nuestro propio edén singular en las islas Canarias, concretamente en La Gomera.
Perteneciente a la provincia de Tenerife, cualquier viaje que nos lleve a la más grande de las islas merece la pena dedicar al menos un par de jornadas para cruzar a La Gomera, ya sea en ferry o con algún vuelo corto. Porque allí nos espera uno de los Parques Nacionales más singulares de España y de toda Europa, Garajonay.
Con una superficie total de 3.984 hectáreas, pero con una zona periférica de protección que se extiende a las 4.558,95, Garajonay fue declarado Parque Nacional en 1981 y desde 1986 forma parte del Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y también es Reserva de la Biosfera.
La Gomera es una isla volcánica con unos 12 millones de años de antigüedad que se diferencia de sus islas hermanas en que las últimas erupciones se han producido hace unos dos millones de años. Esto ha propiciado una acusada acción erosiva que ha ido modificando el relieve volcánico original, configurando así su morfología actual, de perfil muy escarpado. Destaca la impresionante formación geológica de Los Órganos de Vallehermoso, al norte, y los espectaculares barrancos de la zona sur.
Pero la joya de la isla es su fascinante Parque Nacional, un verdadero vergel de biodiversidad que en muy poca superficie concentra una fascinante variedad de especies vegetales única en el mundo. Esa diversidad se debe a la propia morfología de la isla y a los intensos contrastes climáticos propiciados por ese relieve tan pronunciado, distinguiéndose claramente distintas zonas de vegetación a medida que se asciende sobre el nivel del mar.
El Garajonay en sí mismo, que ocupa gran parte de la altiplanicie central, está formado por diferentes lomadas y valles cubiertos de la masa forestal, salpicados por los espectaculares roques o pitones, viejos testigos del relleno de antiguos conductos volcánicos.
La gran protagonista de este parque es la laurisilva canaria que da forma a una misteriosa selva que parece anclada en el tiempo, pues es un ecosistema heredado del Terciario desaparecido del continente tras los cambios climáticos del Cuaternario. Se considera así un verdadero fósil viviente, un bosque (silva) de laureles en el que cohabitan otros árboles semejantes por sus características, muy grandes, de hojas verdes de color oscuro que tiñen de verde la isla de forma perenne.
Garajonay también acoge unas 2.000 especies vegetales canarias entre árboles, helechos, arbustos, flores, líquenes, hongos y multitud de especies herbáceas, hogar de unas 1.000 especies animales perfectamente adaptadas a la singularidad climática de la isla, con multitud de microhábitats.
En definitiva, un verdadero paraíso verde para visitar con calma adecuado para todas las edades, gracias a los distintos centros de visitantes, visitas guiadas, senderos bien señalizados y puntos claves como los diversos miradores que ofrecen unas vistas panorámicas de las que no se olvidan.
La Gomera y El Hierro (GUIARAMA COMPACT - España)
Imágenes | Dmitry Kashko - - Tamara Kulikova - Diego Delso - Michal Klajban
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