Lejos de la costa la Región de Murcia también tiene mucho que ofrecer para una visita
La comarca del noroeste de la Región de Murcia se merece tanta atención como sus ya de sobra conocidas playas y pueblos de costa. Con un clima más suave que la capital y todo el litoral, esta zona es perfecta para organizar una escapada y conocer municipios que tienen enormes atractivos turísticos, un patrimonio histórico sorprendente y una gastronomía para disfrutarla sin prisa.
Cumple con todos estos puntos Calasparra, la cual al menos sí ha logrado ganarse una merecida fama gracias al arroz de primerísima calidad que se produce en el municipio, llegando incluso a sonar en mercados tan lejanos como Estados Unidos. Un arroz bomba con Denominación de Origen Protegida que ya es buena excusa para acercarse a la tierra donde crece, pero que es solo una puerta de entrada a todo lo que Calasparra tiene que ofrecer.
El municipio, limitando al norte con Albacete, está atravesado por el río Segura, el cual crece en este territorio gracias a las aguas que recibe de afluentes como los ríos Argos, Quípar, Benamor o Moratalla. Se desarrolla por tanto en torno a la Vega del Segura, tierra fértil que acoge las plantaciones de arrozales y mucho más, con embalses y acequias que refrescan un paisaje montañoso rodeado de sierras y picos.
La localidad de Calasparra, situada a una altitud media de 350 metros, cuenta con más de 700 años de historia que han configurado el trazado urbano y el patrimonio histórico-artístico de la villa. Entre sus monumentos imprescindibles para visitar destacan los distintos museos, el edificio de La Encomienda o 'El Molinico', de las pocas edificaciones del siglo XVI que se conservan.
Además, en sus alrededores hay que conocer sí o sí la curiosa gruta sagrada del santuario de la Virgen de la Esperanza, excavada en roca y emplazada a unos 6 km, en un entorno de gran belleza natural, y también merece la pena acercarse a las ruinas del castillo, el Yacimiento Arqueológico Villa Vieja o los Abrigos del Pozo, pinturas rupestres declaradas Bien de Interés Cultural y Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Calasparra además es un destino perfecto para practicar todo tipo de actividades al aire libre y conocer una naturaleza peculiar muy diferente de la imagen que se suele tener de la Región de Murcia de Vega Baja y costa mediterránea. Todo el municipio ofrece multitud de rutas de senderismo entre caminos de herradura, cañadas, sendas y veredas adaptadas, pero también hay muchas actividades para practicar otros deportes como el descenso fluvial por el Cañón de Almadenes, ciclismo o paseos a caballo.
Además, Calasparra tiene otra sorpresa bajo el suelo, la fascinante Cueva del Puerto, actualmente con unos cinco kilómetros topográficos y un desnivel de 114 metros de profundidad, adaptada para grupos de visitantes de todas las edades en un recorrido guiado a través de 300 metros iluminados y ambientados con efectos musicales. Una cueva hipogénicas que cuenta con unos 15 millones de años en los que las aguas han ido creando pasajes intrincados con cúpulas, toberas y canales llenos de estalactitas y estalagmitas, además de muchas otras morfologías típicas de estas cuevas.
Para comer está claro que el producto estrella es el arroz, por lo que la oferta arrocera no falta en todo el municipio, destacando el clásico de arroz y conejo, pero la gastronomía local tiene mucho más que merece la pena probar. Calasparra tiene una huerta muy rica en verduras todo el año, excelentes frutas de temporada y un gran gusto por los guisos, las migas de harina o de pan, estofados y asados de carne.
Imágenes | Turismo Calasparra - Red Natura 2000
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