En el suroeste de la provincia valenciana destaca un curioso pueblo levantado sobre un río que cobra una nueva vida cuando llega el verano
Que la Comunidad Valenciana presuma de tener un largo litoral costero con algunas de las playas más populares del país no significa que no tenga encantos en el interior de su tierra. En la provincia de Valencia, sin ir más lejos, son muchos los municipios llenos de encanto natural para escapar del calor y bullicio veraniegos, algunos incluso con aguas naturales donde darse un buen chapuzón.
Un buen destino es La Canal de Navarrés, en el suroeste de la provincia, una comarca formada por ocho municipios que forman una más que atractiva ruta para los amantes de la vida rural, su historia y sus tradiciones, y también de quien busque preciosos paisajes donde practicar actividades al aire libre.
Ya con el verano en mente hay que destacar Bolbaite, un pintoresco pueblo situado a 253 metros de altitud a 84 kilómetros de Valencia, en pleno entorno natural de la comarca. Pintoresca es sin duda la vista que regala la imagen del pueblo desde la distancia, adaptado a las ondulaciones caprichosas del terreno y levantado sobre el río Sellent, que lo divide en dos zonas, El Lugar, y La Peña, unidas por un puente.
Domina la localidad desde lo alto el Castillo-Palacio de los Cabanyelles, de origen almohade, que en su construcción aprovechó el cerro rocoso para establecer a sus pies una alquería islámica. Tras la Reconquista el pueblo se desarrolló a manos de colonos de procedencia aragonesa que reformaron y ampliaron el Castillo en estilos gótico y renacentista, siendo hoy la joya patrimonial del territorio.
Todo el pueblo está salpicado de monumentos, testigos del pasado y lugares de interés cultural y etnográfico, que se pueden encontrar siguiendo las sinuosas y bonitas callejuelas de origen medieval que acogen aún muchas viviendas tradicionales, incluyendo varios edificios señoriales en las calles y plazuelas más llanas. Destacan el lavadero, las fuentes y la bonita Plaza de la Iglesia, con la Casa Consistorial y la Iglesia San Francisco de Paula de estilo barroco.
Pero lo que sin duda atrae más visitantes a Bolbaite en cuanto suben las temperaturas está a los pies del pueblo, escondido entre paredes de piedra en un entorno paisajístico idílico para escapar del calor. Es en la zona recreativa del Río donde el pueblo revive en verano, un área bañada por piscinas naturales de aguas frescas y limpias formadas por diferentes pozos con grutas y saltos de agua que, cuando más caudal corre, se convierten en verdaderas cascadas.
Destaca especialmente la llamada playa continental en la zona de baño conocida como l’Assut, con su característico puente de madera y metal, donde un muro de piedra retiene el agua y crea una gran piscina natural en un entorno idílico.
Como ya comentamos, para acceder a este privilegiado paraje de aguas naturales -de titularidad pública- hay que comprar entradas previo pago de tres euros para la población general; los menores de cinco años entran gratis, pero hay que adquirir los tickets igualmente para el control de aforo. Así, Bolbaite evita las aglomeraciones que harían perder el encanto de una de sus joyas.
Toda la zona ofrece áreas de esparcimiento donde se pueden hacer picnics y comidas al aire libre, pasear o simplemente descansar disfrutando del paisaje. El entorno ofrece además rutas de senderismo y además se puede visitar la Ermita de Santa Bárbara en la parte alta del pueblo, con mesas de picnic en la zona y un restaurante especializado en parrillas para comer con bonitas vistas.
Imágenes | La Canal Territorio turístico - iStock - Turismo Comunitat Valenciana
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